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• Sian •

Desperté temprano, Karina aún dormía y el sol apenas empezaba a salir en el cielo, me levante con cuidado para no despertarla.

Me puse un pantalón y me cambié de camisa, había escuchado que el lugar tenía un gran patio y me hacía falta caminar un poco antes de entrar en ese manto de criminales, deje un beso en el frente de la chica y salí.

No había mucha gente por allí, sólo unas pocas personas paseando a sus mascotas o haciendo ejercicio, el patio era amplio y lleno de árboles y flores.

Camine a paso lento, la intención de estar en ese momento fuera era relajarme y pensar por un momento. Había elegido una buena hora, después de todo era menos posible que alguien me descubriera pero por si acaso lleve una gorra y lentes.

Encontré una banca, la más cercana luego de caminar un rato, no estaba vacía en ella se encontraba sentada una chica de cabello negro y lentes, por alguna razón me familiarizaba con ella en algún aspecto. Me dirigí hacia ella.

—¿Se puede? —Pregunte a lo que la chica subió su mirada, sus ojos eran verdes o eso parecía.

—Si — alcanzó a susurrar y yo me senté.

—Un buen clima para caminar un rato ¿no? —La chica se veía concentrada en otra cosa, sin embargo parecía escucharme.

—Concuerdo con ello ... Señor ... —su voz me era difícil oírla en algunos aspectos, pero entendía lo que me decía.

—Soy ... Dereck — en ese momento me pegue yo mismo por haber dicho semejante cosa, solo a mi se me ocurrió decir mi antiguo nombre.

—Claro, señor Dereck — repitió ella sin quitar la vista del frente.

—¿Cual es su nombre señorita?

—Mi nombre, mi nombre no importa, dejó de hacerlo hace mucho — su respuesta me desestabilizó, era profunda y extraña.

—Bueno, ¿entonces cómo podré saber quién es? —Trate de bromear, pero eso no se me daba y nunca se me dio.

—Puede llamarme como prefiera, como dije no es importante — una vez más me parecía curioso y extraño.

—Karen ... —fue lo que salió de mis labios en un hilo de voz.

—Si así lo prefieres.

—¿Que? ... —ella lo había escuchado, me moría de vergüenza — no, no, usted dígame cómo prefiere que la llame.

—En tal caso que nos volvamos a ver ... Mi nombre es Hanna, sin embargo, dudo que volvamos a vernos — se levantó y me dirigió una última mirada— un gusto señor Dereck ... Cuídese.

Sin más se alejó a paso rápido en alguna dirección que ignore por el momento, había sido la conversación más extraña.

Me levante y camine de vuelta hacia mi estancia, casi era hora de irse y empezar oficialmente a trabajar.

Llegue a la habitación y cuando abrí, encontré a Karina con aquel trozo de papel que contenía uno de los momentos más importantes en mi vida, ella levantó la vista con algo de tristeza.

No dije nada, solo espere a que ella lo hiciera, aun le dolía mucho saber que no sería amada de la misma forma que aquella otra chica.

—¿Por qué? ... ¿Para que lo traes? —Me pregunto con voz temblorosa.

No respondí, me limité a simplemente empezar a cambiarme para bañarme y salir a mi objetivo.

—¿Aún no la olvidas? ¿Es eso? ¿Aun quieres que regrese? ¿Aun la amas con la misma intensidad? —Eran demasiadas preguntas que yo ahora no respondería.

—Cálmate, le estas dando demasiada importancia, es solo un trozo de papel — fue lo que dije.

—Un trozo de papel, que contiene un detalle de todo lo que hiciste con ella, es un recuerdo vivo de cuanto la amas — sentenció ella.

—Amaba ... amaba — corregi — no te confundas.

—Claro, si ya no la amas, ¿por que traes esto contigo?

—Porque es mío, es mío y es parte de mi pasado, tengo derecho a conservar una parte.

—¿Tiene que ser esa parte?

—Karina, todo mi pasado gira entorno a ella y lo sabes, desde mis 5 años, hasta mis 26 — respondí serio.

Ella no dijo nada más, solo dejó el papel donde estaba: en mi chaqueta, me acerque a ella dando un suspiro y la abrace.

—Si quieres que olvide mi pasado y lo deje atrás, debes evitar revivirlo tu también — frote su hombro con cariño y deje un beso en su frente.

—¿Nunca me amaras igual que a ella ?.

-No.

Ella soltó un suspiro y me miró, pase mi mano por su rostro, tal vez era bastante directo con ella, pero si no lo era, le estaría mintiendo.

***

Ya había entrado al lugar, ya estaba como uno de los novatos y ahora mi estancia sería en la gran casa del mafioso, todos estaban preparándose para el gran evento y yo por mi parte estaba analizando cada movimiento que hacían con cada detalle para no fallar en ningún momento, tenía que ser paciente si quería acabar con él de manera definitiva.

Guardaban armas y caminaban de aquí para allá, acomodaban provisiones en el plano y nos indican a los nuevos cuál sera nuestro trabajo, era algo sencillo. El evento era como un carnaval, nada formal, presentaciones de cantos, bailes y acróbatas, se daría en la plaza y los negocios se darían en el gran comedor, mi trabajo era vigilar desde el evento a cualquier socio que quisiera jugar sucio, y debería supervisar los diferentes intercambios fáciles que se presentarán en el lugar.

Una vez todos quedamos claros e informados de que era lo que debíamos hacer, nos cambiamos acorde a la ocasión y nos movilizamos al evento donde se llevaría a cabo todo el proceso de trabajo.

Llegamos al lugar casi al anochecer, todo era alegre y colorido, habían personas bailando e improvisando, cada quien repitió su posición y se fue a hacer su trabajo.

—Recuerden ... Un detalle fallido ... Y hasta aquí llegan — dijo Anders antes de que el equipo de novatos saliera en dirección a sus lugares.

Nos asignaron un arma a cada quien, a los novatos nos tocaba con una 22 que traía agregado un silenciador, perfecta para algún imprevisto.

Camine y vigile los 5 intercambios que se me habían asignado, estos no había sufrido ningún tipo de percance, por lo que me limite a estar atento ante cualquier caso especial en el que tuviera la necesidad de intervenir.

—Atención, se les informa a todo el equipo que en el evento hay una persona infiltrada que estaba interfiriendo astutamente con nuestro trabajo, su orden, liquidenla — una vez escuche esto, me centré en encontrar a quien estaba arruinando los planes.

No tarde mucho en descubrirlo, sin embargo si tarde demasiado en reconocer quien era, se trataba de una chica, una que cambiaba de aspecto cada minuto haciéndome aún más difícil el dar con su paradero en el lugar, así que dejé que terminara de hacer lo que estaba haciendo y espere a que dejara de cambiar de aspecto tan rápidamente.

Una vez se adentro como bailarina, aproveche para hacerme pasar por un bailarín y descubrir su propósito.

•SOLO TÚ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora