•Sian•
Todo empezaba a ser más tensionante a medida que me acercaba hacia la persona que andaba poniendo en riesgo el trabajo de los demás y por si fuera poco mi misión.
La chica quería salir de mi campo de visión, pero yo no iba a consentir tal cosa, por lo que apresure mi paso a medida que avanzaba, no podía ser reconocido ante aquella dama desconocida. Así que tome lo primero que encontré en mi camino para tapar mi rostro: una gran máscara de uno de los bailarines.
Pronto cuando estuve a escasos metros de aquella mujer, tuve que improvisar, así que la tome del brazo y la acerque a mi, ella evitó mirarme, tal vez no estaba tan reconocible, pero era astuta y lo menos que podía hacer era dejar ver su rostro.
Sentí como muchas de las miradas se posaron en nosotros, incluyendo las de algunos compañeros del trabajo en el que ahora estaba, así que para no levantar sospechas me límite a tratar de improvisar un baile alegre al ritmo de aquellos tambores que sonaban en el momento, la chica que no era para nada tonta, me siguió la corriente mientras intentaba escapar sin dejarme reconocer su rostro tras la elegante mascarilla.
—no deberías arriesgar tu vida de esa manera, te han descubierto, te he descubierto—dije en cuanto elabore una vuelta.
Ella se mantuvo en silencio, tal vez tampoco me dejaría pista de su voz.
—tienes suerte de que no te mate, pues alguno de mis compañeros si lo haría—volví a hablar yo, esperando palabra alguna de su parte.
—no necesito suerte… —fue lo que dijo mientras daba un pisón que tuve que aguantar—… Ni piedad de tu parte.
Esa manera de expresión de su parte era bastante testaruda y totalmente valiente.
—entonces… ¿Por qué no te has librado de mi?
—¿Cómo saber quién es preso de quién? —su pregunta era astuta y la forma de disimular una escapada también.
Un giro más y logró quitar aquella mascarilla, con la esperanza de poder reconocer alguna fase de su rostro.
Ella no levantaba la vista y lo que yo deseaba lograr era estar cara a cara con mi adversaria.
Quité mi máscara al tiempo que intentaba de una u otra forma ver su cara, pero ella se las arreglaba muy bien para evitar mirarme a los ojos, por lo que decidí bajar la guardia por un instante.
Una vez supe que aprovecharía el momento para irse, espere a que lo hiciera para tomarla por sorpresa y chocar por fin ambas miradas. Pero justo cuando la vi quede simplemente paralizado, helado, mis sentidos no me obedecían para nada y tampoco podía quitar mis ojos de los suyos.
A pesar de que sus ojos padecían un color esmeralda y su cabello era claro, sus faces y su mirada eran exactamente la misma, el agarre que le proporcione, por instinto se aflojó dándole paso libre a la chica, ella de inmediato y sin decir más salió corriendo del lugar dejándome a mi totalmente inmóvil como si de un fantasma se tratara.
Pero es que era imposible, mi mente no podía estar jugándome tan mala pasada, ¿Cómo era posible que esa chica a la que apenas había conocido una mañana tuviese tal parecido con la mujer que marco mi vida plenamente?
Era como si mi mente me hubiese manipulado para entonces hacerme ver no la cara de mi adversaria si no la de ella, la de Karen, sus rasgos eran tan iguales, de no ser por el color de sus ojos juraría que acabó de ver a un fantasma que es capaz de parecer una persona viva.
La pista de baile fue invadida una vez más cosa que hizo que al fin mi cuerpo reaccionara ante lo que acababa de suceder, volví a mi puesto esperando algún tipo de reclamo pero nunca nadie me dijo nada, por lo que deduje nadie se percató de lo que recién había pasado con aquella mujer.
El evento concluyo en la noche y volvimos a la gran propiedad de Anders, nos reunieron a todos en el patio y Anders nos pidió organizarnos en una fila, obedecimos todos los novatos.
—esta noche, muchos de ustedes derramaran sangre, estuve vigilando cada paso—dijo este mientras caminaba frente a todos—cada detalle cuenta, cada mínimo error vale—tomó un arma y siguió caminando—así que, mi más profundo pese a quienes fallaron.
Espere el balazo de su parte, pero en cambio el balazo fue para los otros, de manera rápida, disparo a la mayoría de los presentes en la fila para que al final solo quedaramos cuatro personas, por suerte nadie nunca menciono lo que me había ocurrido con la que amenazaba con ser su enemiga, o simplemente nadie lo notó.
—ustedes cuatro, andén a sus estancias y esto nunca paso—todos asentimos y nos dirigimos a nuestras estancias como nos habían ordenado.
Cerré con seguro mi habitación para poder comunicar con seguridad todo lo que había pasado en aquella primera fase del plan, no podía darme el lujo de llamar y contar todo a detalle por lo que se lo escribí en Código a Karina.
Omití toda la parte del baile y más aún la parte del incidente con aquella chica, no quería que pensaran que me estoy volviendo loco cambiando rostros a mérito propio de manera mental.
Una vez envié la información, escondí todo lo que pudiera delatarme en un lugar donde nadie sospecharía y me recosté sobre el lecho de la cama, mire al techo y la escena exacta de la revelación de la identidad de esa mujer, llegó a mi mente amenazando con agobiarme cada que pudiese, con tal vez evitar que pudiese dormir pacíficamente o al menos continuar con esta nueva vida, cosa que ahora se había complicado con lo que recientemente había ocurrido, no quería ser pesimista y empezar a retroceder, pero si mi mente o si esa chica que era bastante similar a… ella seguía pasando por ahí, todo se me iría complicando y como Lorraine me lo había dicho mi vida empezaría a tener un fuerte desnivel.
Cerré los ojos y pensé en otras cosas hasta lograr quedarme dormido, aun con una inmensa curiosidad de la verdadera identidad de la mujer misteriosa que había cambiado de repente a ser la que alguna vez fue mi amada: Karen.
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•SOLO TÚ•
ActionTras haber pasado ya 3 años luego de la muerte de quien sería el amor de su vida. Sian debe volver al trabajo y continuar con su vida tal y como ella lo pedía en la carta que dejó para el cuando murió. Su trabajo mejoró poco a poco y logró realizar...