La estación duerme profundamente en las perlas que decoran tu rostro, en aquellas donde me perdia por una fuerza no reconocida en mi corta y efímera vida haciendo homenaje al misterio del triángulo de las Bermudas, suelo recordar aquellos pequeños círculos que me miraban con amor, con deseo, con tristeza y luego con despedida, aquellos disminutos agujeros negros que se llevaron mi tiempo.
La somnolencia ha quedado perpetua en mi ser, convirtiéndo mi ente en imaginación; empiezan a olvidarme mis versos que han volado contigo despreciando a su creador.
Las calles, plazas, parques y todo los lugares que visitábamos en nuestra incomprensible creatividad han olvidado mi nombre y solo mencionan el tuyo cada vez que los visito para ver si logro encontrarte una vez más.
Los recuerdos que quedan han muerto con el pasado que los devora sin opción a revivirlo, que serán enterrados con mi cuerpo aturdido, uso la imaginación para buscarte llevando la contra a toda lógica y a todo dios, pero regreso a mi presente relativo con las manos vacía porque no logro verte y traerte en mis manos, solo en mi corazón permaneces como si el tiempo no haya transcurrido.
Tu asusencia se personaliza en las cuerdas de mi guitarra que se enrollan con intensidad ensangrentando mi corazón, el viento llega con malas intenciones en forma de dagas directo al costado izquierdo, las aves narran con nostalgia mi desgracia buscando entristecer el lugar donde habitas, el sonido del mar intenta intimidar al rojo ser que se protege en mi interior. ¿Cómo lo protejo de ti si habitas en el?
El tiempo ha pasado, los relojes marcan las diferentes horas, las flores se marchitan y la sabiduría se torna en blanco, pero yo en dónde he quedado si hace tiempo que te fuiste y aún te llevo anclada en mi pecho donde mis recuerdos insistentes te buscan y esperan tu regreso.
Mi corazón se ha quedado contigo en el pasado, sin embargo el primer rayo de realidad con crueldad me confirma que te has ido.
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Para Morir Existen Mujeres
PoesieEntonces existen seres divinos que rondan la tierra, ahí ha de habitar la muerte, en manos de todas las mujeres. Este poemario es inspirado en las mujeres, algunas que han pasado por mi vida, pero sin duda dedicado para todos aquellos mágicos seres...