Florecen en penumbras los versos
que reclaman la presencia de tus besos,
los que se perdieron en el adiós letal.
Reposan en el verde mi alma y mi cuerpo.Tus coloridos ojos son el origen de la vida,
el cielo sin ti ahora se torna de triste gris.
Equilibrado equinoccio, mi flor desolada;
Tú eras primavera de este hombre muerto.Luego de flores, vida y colores; Arremeten
incalculables recuerdos, tortura bendita.
Cálido fueron tus brazos, tu risa, tu esencia;
Así como verano testigo de mis dolencias.Busco en sueños tu ser inefable, pero solo
veo desiertos. Soy semilla en suelo fértil.
El solsticio hace mis tristes días largos.
Estío devastador, se ha ido mi amada.Descienden en danzas las hojas amarillas,
evocando frenéticamente su corta vida.
De ocre penetrante el suelo, Durandal, el
whisky mezclado con mi sangre y tus ojos.Árboles desnudos ebrios con el otoño,
rodeados de girasoles, el ocaso y mi carta.
Segundo equinoccio armonioso; Yo sin ti.
El viento de tu marcha arroja mi corazón.Álgido invierno con vendavales deambulan
en mis largas noches por el solsticio falible,
que te traen ajena a mis manos e indiferente.
He caído en el letargo eterno de la nostalgia.Lluvias intensas arremeten con violencia
mi templo, desangrando mi numen infalible.
Consumado intervalo, nieve frígida mi cavilar.
Desgracia estacional, mi óbito emana de ti.
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Para Morir Existen Mujeres
PoetryEntonces existen seres divinos que rondan la tierra, ahí ha de habitar la muerte, en manos de todas las mujeres. Este poemario es inspirado en las mujeres, algunas que han pasado por mi vida, pero sin duda dedicado para todos aquellos mágicos seres...