Contemplando el poniente, el cielo trae entre sus brazos tus recuerdos que descansan dentro de mí, con vehemencia me aferro a tu figura magistral que adormece al fuego y a toda materia existente, yo soy el fuego que espera por ti.
Las margaritas expulsan sus pétalos al verte pasar, tu presencia rinde a la guerra formada por los hombres, tu nombre provoca guerra dentro de mis sentimientos, parte contradictoria que pertenece a ti.
Interpretando tu querer, caigo en cuenta que soy materia inexistente añorando mi existencia que en ti permanece astutamente, aquella que muere de noche cuando tu sonrisa se penetra en el ciclo repetitivo de mis recuerdos fugaces, soy fuego extinto que adormece permanentemente ti.
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Para Morir Existen Mujeres
PoetryEntonces existen seres divinos que rondan la tierra, ahí ha de habitar la muerte, en manos de todas las mujeres. Este poemario es inspirado en las mujeres, algunas que han pasado por mi vida, pero sin duda dedicado para todos aquellos mágicos seres...
