Cap. 11 La voz del bosque

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Alguien debe saber que está sucediendo - dijo el aún entre sus cosas.

Se me apetecía llorar, pero aguantaba fuertemente las lágrimas.

Puedo sentirte, debes mantener la calma, si no logras controlarte puedes hacer daño y dañarte - dijo el, dándose vuelta.

Ven aquí - dijo sosteniéndome en sus brazos.

Sientes confusión, miedo y angustia - dijo el.

¿Cómo lo sabes? - pregunté.

Sentía que perdía el control de algo que nisiquiera sabía que era posible, las cosas a mi alrededor comenzaron a sacudirse, y yo lo provocaba.

Puedo sentirte - dijo el tomándome con más fuerza.

Es mi don - dijo el.

Tranquilízate, necesitas mantener la calma para aprender a controlar lo que sientes - añadió.

No puedo, no puedo controlarlo - mencioné.

Mírame - dijo el sosteniendo mi rostro elevando mi quijada para mirarme a los ojos.

Respira - añadió muy cerca de mis labios.

De alguna manera la sensación que sentí fue como si le arrojaran un balde de agua a una pequeña fogata, tranquilizando esa sensación de descontrol al instante.

¿Estás bien? - preguntó.

¿Cómo supiste como ayudarme? - pregunté.

El amor es la calma o la destrucción a cualquier reacción, tube que probarlo y al hacerlo al fin comprobé lo que te hago sentir - dijo el con una sonrisa.

Espera! ¿Lo que me haces sentir? - pregunté.

¿A qué te refieres con eso? - añadí.

El se echó a reír.

Tranquila, tu también me gustas - dijo el.

Trataba de responder pero no lo lograba, me había quedado sin habla.

Nos vemos después, y no lo olvides, mantén la calma - dijo el alejándose de mi.

Mi corazón comenzó a latir muy rápido, era muy extraño saber lo que sentía y de alguna manera el dijo que yo sentía lo mismo, no me había dado cuenta hasta este momento.

En ese entonces volví a tierra firme.

Necesito encontrar a Mateo - pensé.

Salí en busca de el, lo busque en su habitación y pregunté a muchas personas pero nadie sabía dónde estaba.

Me senté agotada de tanto buscar.

El bosque - pensé al instante, ahí fue la única vez que lo ví.

Salí muy rápido del internado,me encontraba tan agitada que había olvidado por completo los peligros que habían por ahí.

Me encontraba un poco lejos y volví a sentir aquella sensación de ser observada, mi cuerpo comenzaba a temblar pero seguía caminando.

Oí pasos unos minutos después y la respiración de alguien no muy distante, comencé a correr, el miedo se apoderó de mi cuerpo, caí una y otra vez podía sentir esa sensación cada vez más cerca.

Staicy... - decía un eco en el bosque.

¿Que quieres? - dije deteniendome con gran temor.

Controlando El Don Donde viven las historias. Descúbrelo ahora