¿Aceptas el trato? - dijo él.
Voy a aceptarlo con una condición - respondí.
primero van a desatarme, segundo, no van a lastimar a Riben y tampoco van a lastimar a Mateo - dije con seguridad.
Ambos me observaron, se miraron uno al otro.
Está bien, es un trato - dijo su padre mientras ambos afirmaban con la cabeza.
Me quitaron las cadenas al instante.
Estoy dándote una mano de confianza, ten cuidado con no desperdiciarla - dijo su padre.
Afirmé con la cabeza.
Cancelen la búsqueda y todo lo que se había ordenando contra mi hijo y su amigo - les dijo a los guardias.
Serás nuestra invitada, escóltenla al cuarto de visitas - dijo el.
Muchas gracias - añadí educadamente.
Derrepente una cantidad de guardias se posicionaron a mi alrededor, dirigiendome hacía un largo corredor con habitaciones.
Lo hice, tome un baño y salí nuevamente, tratando de escabullirme entre la gente.
Me encontraba en un enorme Jardín.
Caminaba sin rumbo alguno pero tratando de encontrar algo.
Fue en ese entonces que ví a Mateo.
Mi corazón se llenó de emoción al instante.
Mat!!! - grite a lo lejos corriendo a favor de el.
El vio hacía mi dirección y se dibujo una gran sonrisa en el rostro, hizo lo mismo, venía hacia mí.
Ambos nos abrazamos, volví a sentirme segura nuevamente.
¿Estás bien? - dijo demostrando preocupación mientras revisaba cada centímetro de mi cuerpo.
Estoy bien, no me hicieron daño - dije sonriendo.
Al instante Mat quitó los brazos de mi alrededor y se alejo suavemente, quedé sin comprender el porque de su reacción ingenuamente.
Staicy! - dijo Riben acercándose.
Ahí comprendi el motivo.
Hola - dije con una sonrisa.
¿Que hacen aquí? - preguntó echándole una mirada fría a Mat.
Nos acabamos de encontrar - dijo el.
¿Cómo estás? - preguntó el ignorando a Mat.
Bien, nose como fue que se animaron a negociar por mi vida - mencioné.
Intercedi por ti - dijo Riben.
Mat agachó la cabeza y se fue lentamente.
Voltee a verlo pero Riben me sostuvo de las manos devolviendo la concentración hacia el.
Sonreí tratando de disimular.
me alegro de que aceptarán - dijo el.
Si yo también - añadí aún algo distraída.
Me alegra tenerte a mi lado - dijo dándome un beso en los labios.
Imaginé sentir la lluvia de estrellas igual que la primera vez que me beso, pero no fue así.
Sonreí.
Debo irme - dije enseguida.
Te acompaño - dijo caminando a mi lado.
¿Nos vemos en la noche? - preguntó.
Mañana sería mejor, me siento algo cansada - respondí.
Está bien, buenas noches - dijo besando mis labios nuevamente.
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Controlando El Don
Science FictionElla era solitaria y no sabía controlarse, el llegó de forma prohibida, se enamoró y todo sea acomodó.