Cap.28 Mateo

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Está bien comprendo.

Ella sacaba una llave de uno de sus cajones.

Estire la mano para que me la entregará

Se la daré al guardia, tu no podrás quedarte con la llave, ahora deberás ganarte nuestra confianza - dijo con seguridad.

Tragué saliva.

Rodrigo! - exclamó la directora.

El guardia entro por la puerta de inmediato.

¿Hiciste lo que te pedí? - preguntó la directora.

Si señora el joven se encuentra en la otra habitación - respondió.

Perfecto! Porfavor llévatela - dijo la directora.

Venga conmigo - dijo el.

Yo sabía que en el último piso habían algunas habitaciones vacías e imaginé que me llevarían para allá.

Quería subir pero el guardia interrumpió.

Por favor por aquí - dijo saliendo por la puerta principal del bloque femenino, llevándome por el jardín, bajamos unas gradas inmensas, todo se hacía muy oscuro.

¿Disculpe a dónde vamos? - pregunté.

A su nuevo cuarto - dijo el.

Comencé a sentir miedo! Espere aquí abajo no hay ningún cuarto - mencioné al instante.

El noto que tenía planeado correr.

Y me sujeto con mucha fuerza, no pude hacer nada, era mucho más fuerte.

Se quedará aquí! - grito empujándome dentro de un tipo de calabozo.

Caí raspandome las rodillas y la cadera.

El cerro la puerta.

Espere!!! La directora dijo que me cambiarían de habitación, y este lugar no tiene ningún parecido - grite muy fuerte.

Son las órdenes de la directora - afirmó.

Espere ni siquiera pude cenar todavía! - gritaba apoyada en esa puerta.

Hoy no cenará, se quedará sin comer por 3 días, es parte del castigo, y no se preocupe, le traeremos agua - dijo sarcásticamente.

Había acabado de entender que este castigo era mucho peor de lo que imaginaba.

El guardia se fue pero unos segundos después oí pasos nuevamente.

Hola?? Hola??? Ayúdenme por favor - grité muy desesperada.

Nadie va a escucharte, vine a decirte que no estarás sola, camina más al fondo y encontrarás a alguien que te acompañara y que también deberás cuidar ya que también está castigado - mencionó el guardia.

Que quiere decir? - murmuré.

Di vuelta y me adentre más al fondo y en medio de esa oscuridad estaba Mateo sobre una camilla.

Mat! - dije con voz fuerte.

El seguía con los ojos cerrados sin reacción.

Comencé a gritar para que alguien me escuchará pero nadie lo hacía.

Cómo es posible, está mal y lo dejan aquí, sin cuidado ni atención médica! Que clase de persona hace eso - pensaba molesta.

Seguí gritando sin tener respuesta.

Controlando El Don Donde viven las historias. Descúbrelo ahora