Lo hiciste increíble! - Dijo Lana.
Gracias, estoy tan emocionada - dije dando un super salto.
Lograste encontrar la paz que necesitabas, como lo hiciste? - preguntó ella.
Pues... Riben - mencioné.
Ella sonrió, no es la primera vez que logras controlarte gracias a Él - añadió.
¿Que quieres decir? - pregunté.
Tu me contaste que algunas veces que habías perdido el control llegaba el y con tan solo tocarte o mirarlo a los ojos, el control aparecía por si solo - dijo ella.
Tienes razón - respondí muy pensativa.
Bien vámonos a comer algo - dijo ella.
¿Ese es Mateo? - preguntó Lana con la mirada hacia otro lado.
Seguí el lugar al que miraba.
Si parece que si es él - respondí aún concentrada.
No parece estar muy bien, mira está saltando por el muro hacia el bosque, el día de hoy nos comentaron que sería prohibido - dijo ella.
¿Por qué prohibido?- pregunté.
Es luna Llena, no sabemos por qué pero es terminante ilícito - dijo ella.
Seguimos caminando por algunos minutos.
Espera! Creo que olvide algo en el jardín - dije desviandome de a dónde hibamos.
¿Pero no hibamos a comer? - preguntó Lana.
Te veré en la cafetería - añadí.
¿No irás con Mateo Verdad? - dijo preocupada muy cerca de mi.
La mire con duda.
No tardaré, el ya me ayudó antes, y si algo le pasó? - dije enseguida.
Está bien, pero si te tardas demasiado iré a buscarte - dijo ella.
Está bien, pero no sé lo digas a nadie - añadí.
Está bien, ve y vuelve de inmediato si? Está a punto de oscurecer - dijo ella algo preocupada.
Lo haré - dije saliendo al jardín.
Subí por el muro, tratando de encontrar a Mateo pero no lo veía por ningún lado, debido a eso cruce al otro lado.
Camine para ver si lo encontraba, de lo contrario regresaría al internado.
Mat, mat! - gritaba en medio del bosque.
Seguía caminando.
Había un barranco, tube miedo de que Mateo hubiera caído por ahí, así que comencé a correr para acercarme.
Mat! - grite acercándome, por si encontraba respuesta.
Y lo ví acostado boca abajo, en el fondo del barranco.
Mat! Mat! - gritaba tratando de bajar, me resbalé, tube algunos raspones y me lastime la muñeca, pero logré llegar a dónde el se encontraba.
Mat! Mat - me arrastraba desesperada por no verlo ni siquiera moverse ni responder.
Quería levantarlo pero tenía miedo de causarle un daño mayor.
Mat ¿puedes oírme? - preguntaba una y otra vez.
Debo llamar a alguien - pensé.
ESTÁS LEYENDO
Controlando El Don
Ciencia FicciónElla era solitaria y no sabía controlarse, el llegó de forma prohibida, se enamoró y todo sea acomodó.