Cap. 53 El reencuentro

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¿Estabas esperando que se fueran? - pregunté.

Si, lo hacía por tu bien, Mat me lo pidió - ella respondió.

Cámbiate, habrá una fogata, será mejor que se encuentren mientras estamos cerca - respondí.

¿Por qué? - pregunté.

Mat no logra confiar en el, tiene miedo que te haga daño o te entregué a las autoridades - dijo ella.

Eso no sucederá, el me quiere - comenté

Y no quisiera ir a ninguna fogata - añadí, mientras recordaba malas experiencias.

Apúrate, Mat ya viene por ti - dijo ella.

Ok dije corriendo a arreglarme, Use apenas pantalones jean, una blusa negra, diadema negra con perlas blancas, y unos botines negros.

Mat apareció unos segundos después, se veía muy guapo, tennis blancos, chaqueta negra, y pantalón jean.

Hola - dijo saludando con esa hermosa sonrisa que tenía.

Vamos a una fogata, pero por lo que veo mi hermana ya te lo dijo - añadió el.

Si, me lo comentó - respondí.

Riben te vera allá - dijo algo desanimado.

¿Ya hablaste con el? - pregunté.

No, lo deje así, quiero ver su reacción cuando te vea - dijo el con una sonrisa tratando de demostrar que le alegraba, pero yo notaba que no era así.

Gracias - añadí.

Vamos! - dijo el mientras caminábamos.

El sostuvo mi mano, de manera amigable, pero la sensación de sostenerla fue mucho más que un sentimiento de amistad, había algo insistente, algo que yo resistía, pero quería retener al mismo tiempo.

Vamos - añadí con una sonrisa.

Caminábamos hacia la fogata, está vez no era un lugar tenebroso, si era en medio del bosque pero era diferente, era mucho más bonito y relajante.

Muchas gracias por lo que estás haciendo - dije de la nada.

El sonrió, Solo quiero que seas feliz, si lo eres yo también lo soy - dijo el con sinceridad.

Que dulce - pensé y sonreí de inmediato.

Ya estamos llegando - dijo el.

Espera! - dijo deteniéndome.

¿Que pasa? - pregunté.

Si algo llegará a pasar, cualquiera cosa, sabes que puedes confíar en mí ¿Verdad? - añadió.

Lo sé, no te preocupes, nada malo va a pasar  - dije positiva.

Está bien - dijo preocupado.

Al llegar aún estábamos agarrados de la mano, fue entonces que todos comenzaron a murmurar, y Riben me vio a lo lejos, se levanto del árbol en el que se encontraba apoyado, y aceleró el paso hacia donde yo me encontraba.

Quería mantener el control pero la emoción fue mucho más fuerte de lo
que pensaba, corri hacia el hasta encontrarnos en un fuerte abrazo.

¿Cómo has estado? - Preguntó con desesperación, mientras observaba mi rostro, me abrazaba, luego observaba de nuevo, sostuvo mi rostro y sello sus labios con los míos.

Estube bien, estoy bien - añadí sonriendo mientras aún me tenía en sus brazos.

Te heche tanto de menos - dijo con ternura.

Y yo a ti, quería verte, saber de ti, pero acercarme, era igual a dañarte y tenía miedo - añadí.

Controlando El Don Donde viven las historias. Descúbrelo ahora