La policía de E.U.A esta teniendo problemas con lo que parece ser una red de trata de blancas, L se ofrece a ayudarles pues a encontrado interesante el misterioso caso, sin embargo, resolverlo cambiará su vida de una forma que nunca pudo imaginar.
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Estábamos a unos pasos de llegar al hogar de los Yagami, estaba muy emocionada por conocer aquella casa en persona, tanta era mi alegría que había olvidado por completo mi enojo u odio hacia Light, si no fuera por que apreciaba mi vida, le habría pedido que me mostrara la Death Note al llegar, al fin y al cabo las copias piratas no se podrían comparar con la autentica.
Habíamos llegado, Light metió su llave al cerrojo y lo abrió mientras me indicaba con un gesto que podía pasar, yo asentí en respuesta para finalmente entrar. El lugar se veía como una casa normal japonesa, sin embargo a mi me emocionaba bastante el estar parada en medio de aquel recibidor «Si así me pongo con la casa de los Yagami, me voy a desmayar en el cuartel general».
Escuche la voz de una mujer mayor darle la bienvenida a Light desde la cocina, junto a unos pasos apresurados hacia donde estábamos. No faltó mucho para que Sayu, la hija menor de la familia, se encontrara frente a nosotros para darle la bienvenida a su hermano, sin embargo al verme se mostró confundida, preguntándole algo a Light que no pude comprender, el castaño puso una expresión de molestia y le respondió algo fastidiado.
–Follow me
Tras ordenarme que lo siguiera, se encaminó hacia la cocina sin esperar a que yo terminara de analizar cada rincón de la casa con la mirada. Cuando estuvimos frente a la cocina, la mujer mayor que se encontraba preparando lo que suponía era la cena, nos miró con curiosidad, sin embargo antes de que ella pudiera cuestionar el por que de mi presencia, Light le explicó la situación -O al menos eso pienso yo, al fin y al cabo no se Japones-.
La mujer me miró comprensiva y le pidió a su hija que hiciera algo, yo me dedicaba a observar bien el lugar, por lo tanto no me di cuenta en que momento Sayu había tomado mi brazo para empezar a guiarme escaleras arriba, yo miré a Light confundida tratando de preguntarle a donde me llevaba, el solo me contestó con una de esas sonrisas encantadoras y un asentimiento con la cabeza, indicándome que estaba bien con que me dejara llevar por la menor.
