NO APTO PARA SENSIBLES
Capítulo 16
Al día siguiente, él llegó y fue directo al cuarto.
-Hola, Tom.
-Cállate.
Al escucharlo decir esto, me estremecí de miedo, ¿estaba enojado por algo?
Me quitó los audífonos, me drogó y desató rápido, luego me cargó hasta la silla, al llevar vi una especie de parrilla bajo mis pies.-Tom, ¿todo bien?
Me ató con normalidad, solo que esa vez con las piernas muy separadas y encadenó mis pies a la parrilla.-Shelly, me temo que debo enseñarte una lección.
-Espera, Tom, ¿de qué hablas?
-Ayer me mentiste, Shelly, las niñas buenas no deben mentir.
-Tom, te prometí que no lo volvería a hacer.
-Shelly, Shelly-Sacó una lata de carbón solido-Si no ves que tus actos tienen consecuencias, nunca entenderás-Puso un poco del carbón alrededor de la parte de debajo de la parrilla-
-No, no, Tom-A ese punto se me dificultaba hablar bien por el miedo-Por favor, no lo haré de nuevo, lo juro.
-Ya es tarde para suplicar-Fue a la caja y sacó un látigo y una caja de cerrillos-
-No, no, por favor-Intentaba moverme, pero estaba muy apretada-Encendió un cerrillo y lo dejó caer en la parrilla, encendiendo el carbón, en ese punto solté un pequeño grito, pero al darme cuenta de que no dolía tanto como imaginé, suspiré de alivio, él obviamente se dio cuenta de esto. Sonrío y levantó su mano derecha con el látigo en esta, mi expresión de inmediato cambió de alivio a terror.
El bajó su mano con fuerza, pude escuchar el sonido del viento cortándose, antes de escuchar el choque con mi entrepierna y sentir un dolor horrible, un dolor que me obligó a gritar como nunca lo había hecho antes en mi vida.
Al escucharme, el solo sonrió, volvió a levantar su mano y bajarla de nuevo, lo hizo varias veces, a cierto ritmo, el dolor no hacía más que aumentar y fusionarse con ardor, el dolor era horrible, era imposible no gritar, recuerdo que me rompí varias uñas aferrándome al reposa brazos.
Después de varios golpes se detuvo, yo paré de gritar, pero seguía llorando.
- ¿Acaso no sientes tus pies?
Él golpeó con el látigo mis dos pies, y entonces lo sentí, aparte del dolor del latigazo, mis pies estaban ardiendo como en el mismo infierno. Intente retorcerme mientras gritaba, como instinto por el ardor, pero él me había atado demasiado fuerte, apenas y podía moverme, y a ese punto mi cuerpo no sabía si enfocarse en el dolor que sentía mi vagina o en el ardor de mis pies.Él se sentó enfrente de mí y solo me miró.
Después de unos minutos me preguntó:
- ¿Volverás a mentirme, pequeña Shelly?
-No, no, no, ya no-Le dije llorando-
- ¿Lo juras?
-Sí, sí, lo juro.
-Más te vale que no me estés mintiendo-Se levantó-
-No, no lo ha…
Sentí como un latigazo azotó mi estómago y me sacó el aire.
-Ahora vuelvo.Se levantó y fue al baño, después de unos minutos volvió con una manguera, se paró en frente de mí y abrió la llave, el chorro de agua fría me golpeó directo en la cara, fue una sensación muy extraña, después lo fue moviendo por todo mi cuerpo, hasta llegar a mis pies y a la parrilla, apagando esta.
Me dejó ahí un rato mientras respiraba agitada, después de que me “relajé” (por así decirlo), me llevó a la cama, me acostó y me ató, yo tenía miedo de que intentara violarme, no soportaría ese dolor.
Pero apenas me ató, salió del cuarto y volvió con dos botes de pomada, abrió uno y sacó un poco…
-Esta es para el dolor y la hinchazón.
La aplicó alrededor de mi vagina y esto hizo que el dolor regresara, pero pude aguantarlo, luego lo cerró y abrió el otro bote, bajó hasta mis pies y dijo:
-Esta es para las quemaduras-Y de igual forma la aplicó en mis pies-
Luego se levantó y me miró, aquella mirada de ira y odio que tanto miedo me generaba, había desaparecido.-Espero que ahora entiendas que no debes mentirme, voy a estar en la sala, si necesitas algo me avisas.
-Ahí comprendí que debía ser aún más astuta.
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NO GRITES
Mystery / ThrillerCuenta la historia de Shelly, una adolescente normal, a la cuál le pasa algo horrible, alguien que pensaba conocer la secuestra por mucho tiempo, haciéndola sentir dolor físico y emocional de diferentes maneras, todo esto contado desde su propia per...