PRIMER CONTACTO

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CAPÍTULO 9

Cada día que pasaba era peor que el anterior, uno pensaría que te acostumbras, pero no es así.

Aunque preferiría haberme acostumbrado.

Ese día él llegó, se veía más feliz de lo normal, tenía un extraño brillo en los ojos y sonreía de forma perversa.

No puedo decir que me daba asco, ya que cuidaba bien su higiene, en todo caso me repugnaba.

-Hoy te veo más feliz, Tom-Le dije-
-Lo estoy, Shelly, lo estoy.
-¿Y puedo saber por qué?
-Ya lo sabrás.

Se agachó y me dio un beso en la frente, posteriormente hizo el procedimiento de siempre para para ponerme en la silla.

-¿Cómo te sientes hoy, Shelly?
-Venga, no es difícil adivinar.
-Hoy tengo planeado algo especial.-Dijo mientras sacaba la comida de su mochila-
-¿Qué cosa?
-Ya lo verás.

Comimos y después estuvimos unos minutos en silencio
Poco después él dijo.

-¿Estás lista?
-¿Para qué?
Él soltó una risa.

Me inyectó las manos y pies y me llevó hasta la cama y me amarró a esta.

-¿Qué harás?-Le dije con miedo a que volviera a torturarme-
-Tranquila, Shelly, ya lo verás.

Tomó unas tijeras y se acercó a mí.
-Relájate, Shelly.

Se puso sobre mí en la cama, y entonces supe lo que ese mal nacido quería hacer.

Puso sus labios junto a los míos e intentó besarme, al ver que yo no separaba mis labios, se alejó y me miró.

Empezó a besar mi cuello, desde arriba hasta abajo, besando cada centímetro, y haciendo que mi piel se erizara.

Intenté detenerlo pero no me podía mover por las sogas.

En poco tiempo llegó a mi clavícula, y siguió bajando hasta mi clavícula, a ese punto yo ya estaba llorando y gritando, pero no podía hacer nada para detenerlo.

Él se detuvo poco antes de llegar a mi pecho, tomó las tijeras y con ella cortó mi sujetador y me lo quitó, con su mano izquierda empezó a... acariciar mi pezón derecho, mientras jugueteaba con el izquierdo con su lengua y boca, restregando su lengua, besándolo, y otras tantas asquerosidades.

Después de un rato cambió de izquierdo a derecho y vice versa.

Después de un rato, bajó por mi abdomen, igualmente besando cada centímetro de mi piel.

Cuando llegó a mi cintura, volvió a tomar las tijeras y cortó mi braga y empezó a hacerme sexo oral.

Sentí su boca y lengua en mi clítoris mientras metía su dedo en mi vagina y lo movía.

Puede que parezca poco creíble pero nunca había metido nada en mi vagina, sí me tocaba, pero solo acariciaba al rededor.

Debido a esto, sus movimientos me lastimaban.
Yo no podía parar de gritar y llorar, pero nada de lo que hiciera podría hacer que parara.

Después de un tiempo dejó mi clítoris, sacó su dedo de mí y lo chupó.

-¿Sabes, Shelly?-Dijo con una expresión de decepción-Quería hacer algo más, pero aún no estás lista-Con su mano acarició mi clítoris-No te desanimes, algún día lo haremos.

Salió de la habitación y me dejó ahí, desnuda y llorando.

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