ESCALOFRÍO

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Capítulo 10

Esa noche no pude dormir, el sentimiento era horrible, y sinceramente estaba en un debate conmigo misma. No sabía si maldecirlo por todo lo que me había hecho o agradecer que no fuera como los demás violadores de los cuales escuchas en las noticias.

Ese sentimiento de incomodidad se hizo más grande al día siguiente, y a medida que pasaban las horas se hacía más y más fuerte.

Hasta que él llegó.
Cuando escuché la puerta abrirse, sentí como toda mi piel se erizaba y empezaba a temblar.

Todo empeoraba a medida que lo escuchaba acercarse a mí.

Lo vi abrir la puerta y acercarse a mí, sentarse en la cama y mirarme.

Estoy segura que mi cara refleja el temor más grande que he tenido nunca, mientras de mis ojos empezaban a salir lágrimas.

Él me miró y sonrió.
-Tranquila, Shelly.
Procedió a inyectarme y llevarme a la silla.
Después de amarrarme se sentó frente a mí.
-¿Dormiste bien?-Se empezó a reír-
Yo no respondí, y solo cambié mi expresión a enojo.

Parece que eso lo molestó, así que se levantó y me dio una cachetada. Fue a su bolsa y agarró ls comida, se sentó y empezamos a comer.

Al terminar me miró fijamente por un largo rato.

Posteriormente tomó la jeringa y me inyectó, para después llevarme a la cama, y entonces empecé a híper ventilar.

Después de atarme, repitió el proceso del día anterior.

Después de besar todo mi cuerpo, metió un dedo dentro de mí, subió su cabeza y empezó a besar mi pezón derecho mientras movía su dedo dentro de mí. Después de un largo rato, cambió al otro, y repitió, estoy segura que hizo eso por horas, mientras él seguía moviendo su dedo dentro de mí.

Después de que se cansó y dejó mis pezones llenos de saliva y mi vagina muy húmeda (dado que no podía evitar excitarme), él se levantó, se despidió y se fue.

Repitió esto por varios días, desearía haberme acostumbrado, pero no fue así, cada día era peor que en anterior.

Siempre lo hacía por varias horas seguidas. Siempre el mismo proceso, después de un par de días dejó de hacerlo con un dedo y lo hizo con dos, y luego con tres.

Hasta que un día no lo hizo, al inicio yo pensé que sería lo mismo de siempre, me sentó, comimos y me acostó, pero ese día no hizo lo mismo.

Autor y creador a Erick Pineda

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