*No Apto para Menores*
Capítulo 17
Escuché la puerta abriéndose como era costumbre por las mañanas, y luego lo vi entrando al cuarto.
-Buenos días, Shelly.
-Hola, Tom.
Él se acercó a mí para hacer lo de siempre.
- ¿Cuándo terminará la huelga?
-Vaya que tienes ganas de que me aleje.
Él me cargó para llevarme a la sala.
-No, no es eso, solo que… ya pasó mucho tiempo.
Él me dejó en la silla y me empezó a atar.
-Solo ha pasado poco más de un mes desde que empezó, las huelgas suelen durar varios meses, y más esta que no tiene un objetivo claro.
-Pensé que era encontrarme…
-Pero no lo harán, ¿O sí?
Él me miró sonriendo, con cierto ego mientras tomaba una cucharada del cereal que había traído para ese día.
- ¿Cuánto llevo aquí?
-Como 3 o 4 meses.
-Vaya, pareciera que son más.
-Eso debe ser por el aburrimiento.
- ¿Cómo están mis padres?
-Preocupados, enojados y tristes la mayoría del tiempo, realmente te aman.
-Y tú los ves tan seguido y notas lo mal que están, ¿y no te sientes mal por ellos?
- ¿Por qué me sentiría mal? Ellos no te protegieron como debían, y son incapaces de encontrarte.
En ese momento había infinitos insultos que me hubiera gustado decirle, sin embargo, no era buena idea, así que solo agaché la mirada y me quedé callada.
- ¿Qué te gustaría comer hoy, Shelly?
- ¿Disculpa?
-Te pregunté qué quieres comer, no sé qué no entiendes.
-Es que nunca me dejas elegir-La confusión se notaba en mi cara-
-Pues hoy sí, ¿qué se te antoja?
-Hamburguesas…
- ¿De qué?
-Una normal está bien.
- ¿Y de beber?
- ¿Se puede refresco?
-Claro-Él sonrió-
- ¿Y esa novedad de que me dejas elegir?
-Simplemente no sabía que comer, pero para eso quedan unas horas, ¿qué hacemos por lo mientras?
-Hace mucho no juego algo.
- ¿Te gusta el ajedrez?
- ¡Claro!
-Bien, iré por el que tengo en mi casa, ahora vuelvo.
Tom se levantó y salió del lugar.
Varios minutos después volvió con una pequeña caja.
- ¿Ese es el juego?
-Sí.
Lo dejó en el suelo y tomo dos bancos, en uno puso la caja, la abrió y acomodó el tablero y las piezas.
-Te tocan las blancas por esta vez.
Se acercó a mí y me desató una mano.
- ¿La puedes mover?
-Un poco.
Él puso el otro banco al lado de mi silla, se sentó en él y tomó mi mano, empezó a moverla de diferentes formas.
-Ahora hazlo tú.
Él me soltó y yo intenté seguir moviendo mi mano cómo él lo había hecho, un poco de tiempo después, sentí que podía mover mi mano con cierta libertad.
-Muy bien, Shelly, empecemos el juego.
Moví un peón y empezamos un largo juego. Me sentía como en esas películas en las que hay dos personas peleando por ver quién es más inteligente, mientras sale un juego de ajedrez de fondo. Después de mucho rato, finalmente me hizo un jaque mate.
-Eres bastante bueno.
-No creí que te fueras a sorprender por eso-Dijo riendo-
-Yo siempre he sido muy buena para el ajedrez, no esperaba ser derrotada.
-La vida siempre puede sorprenderte.
-Sí… Tom, creo que te ganaste un premio.
- ¿A qué te refieres?
- ¿Puedes mover este banco, por favor?
-Claro-Se levantó y con cuidado movió el banco y el tablero a un lado.
- ¿Tienes alguna tabla o algo que haga cómo escalón?
- ¿Disculpa?
-Trae algo así y ponlo enfrente de mí.
Él se mantuvo en silencio viéndome extrañado.
-Dale, confía en mí.
-Está bien.
Se fue a un cuarto pequeño y salió con una tabla, la puso enfrente de la silla en la que yo estaba.
- ¿Y ahora qué?
-Sube a la tabla.
Hizo lo que le dije, pude ver su cintura justo enfrenté de mí.
- ¿Qué quieres hacer?
-Sé que te gustará.
Tragué saliva, tomé coraje y con mi mano empecé a desabrochar su pantalón.
- ¿Estás segura de esto?
-Claro-Dije bajándole el bóxer-
-Más te vale que no sea otro de tus engaños.
-Obvio no.
Tomé su pene con mi mano y empecé a masturbarlo mientras toma el valor de meterlo en mi boca. Acerqué mi cabeza a él y empecé a chuparle el pene, para ser sincera, me sorprendió que no estuviera “sucio”. Hacia mi cabeza hacia atrás y adelante, moviendo mi lengua alrededor de él. Entonces sentí su mano acariciando mi cabello.
-Tu boca se siente bien.
Ignoré su comentario y seguí concentrada en su miembro, me moví más rápido mientras con mi mano acaricia sus “pelotas”, sentía como la saliva escurría de mi boca y caía sobre mis piernas.
Entonces sentí como agarraba mi cabello con fuerza y lo jalaba, haciendo que me metiera casi todo su pene a la boca, dándome arcadas y ahogándome, entonces sentí como salía un chorro de la punta de este, haciendo que lo empujara para sacármelo y que tosiera. Sentía su semen chorreando de mi boca y callera en mis piernas, mientras me dolía levemente la garganta.
-Lo hiciste muy bien, Shelly.
-Quiero ir al cuarto, quiero… quiero que me montes.
Tanto él como yo estábamos sorprendidos por lo que había salido de mi boca.
-Está bien.
Me desató y me llevó a la cama, ahí me puso boca abajo, ató mis manos a la parte de arriba de la cama, puso mis dorillas dobladas, escuché cómo abría un condón (interesante que siempre estuviera preparado). Sentí cómo su pene entraba en mí, empezó moviéndolo lento, hasta que como siempre, empecé a mojarme, cuando el vio que estaba escurriendo, me tomó con fuerza del cabello y empezó a penetrarme con fuerza, sacaba parte de su pene de mí y luego me jalaba con fuerza para metérmelo todo de nuevo, cada vez que lo hacía, yo sentía el dolor de su pene abriendo mi vagina, el dolor del choque de mi trasero con su piel y el dolor de mi cabeza cuando jalaba mi cabello, pero eso me importaba poco, porque había un sentimiento más fuerte, yo estaba muy excitada. Recuerdo tener una sonrisa en mi boca, mi boca cubierta por su semen y mi saliva, recuerdo a mi vagina palpitando y chorreando como nunca, y él cada vez me penetraba con más fuerza, toda la fuerza que había usado antes para torturarme, la estaba usando para penetrarme, fue el “sexo” más salvaje que habíamos tenido hasta ese entonces, por el dolor y la fuerza de sus jalones, no pude evitar intentar aferrarme a la cama, lo cual hizo que se me rompieran un par de uñas.
Ese día fue otra muestra de que Tom siempre podía sorprenderme, estuvimos así por mucho tiempo, él parecía no cansarse, y yo recuerdo haber llegado al orgasmo varias veces, hasta que él me dijo.
-Estoy por acabar.
-Hazlo en mi cara.
En ese instante sentí un escalofrío por mi cuerpo, ¿qué mierda acababa de decir?
Él me volteó, dejando mis manos cruzadas, se subió arriba de mí, yo abrí la boca, él se masturbó hasta venirse en mi cara, pareciera que nunca se masturbaba, pues me llenó toda la cara de su semen. Me tragué el que calló en mi boca, mientras disfrutaba la sensación de tener mi cara llena de su semen. Él se acostó a mi lado y puso su mano en mi clítoris, moviéndola despacio.
-Hoy no lloraste.
Me dijo agitado, pero yo estaba en una especie de trance y no le respondí.
Unos minutos más tarde, yo estaba semi-dormida cuando él se levantó.
-Ahora vuelvo, voy por las hamburguesas.
Se vistió, salió del cuarto, fue al baño a lavarse y se fue.
Poco después, la “calentura” se fue y yo “desperté” y empecé a sentir escalofríos por todo mi cuerpo, fue como si alguien más se hubiera apoderado de mi cuerpo, yo no solo le pedí a Tom que me penetrara, yo lo… disfruté como nunca.
Estuve pensando sobre lo que había hecho mientras Tom volvía, cuando Tom llegó y se dirigió hacia mí, lo vi bastante feliz, como un niño al que le compraron un buen juguete, me recogió, me dio un baño rápido y me sentó en la silla.
-Provecho.
-Gracias…
Tom solo ató mis pies, así que pude comer por mi cuenta, en ese momento pensé que mi plan estaba funcionando a pesar de todo…Comenten que les pareció y nos agrada saber que les ah gusta esta pequeña historia ♡
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NO GRITES
Mystery / ThrillerCuenta la historia de Shelly, una adolescente normal, a la cuál le pasa algo horrible, alguien que pensaba conocer la secuestra por mucho tiempo, haciéndola sentir dolor físico y emocional de diferentes maneras, todo esto contado desde su propia per...