¿Quién me dice que todas las protagonistas tienen que ser flacas y esbeltas? ¿Quién me dice que tengo que ser flaca para conquistar un hombre guapo? No señores, las mujeres tenemos muchas armas para seducir, que interesa si tenemos unos kilos de más...
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La música retumbaba en el tranquilo vecindario de Álamo Square, ubicado en San Francisco California. Luego de la llegada del IDIOTA de Derek Thompson todo se ha volcado la locura, hijo de padres empresarios, acostumbrado a tener lo que quiere se ha dedicado a armar fiestas y demás desastres a altas horas de la madrugada. Los vecinos han llamado la policía reiteradas veces y han acabado la fiesta pero hoy es un día especial porque el cumpleaños del mejor amigo de Derek está aconteciendo, las mujeres semidesnudas bailaban por toda la casa, grandes dosis de alcohol en todo el lugar, había hasta marihuana y podías darte cuenta por el humo que salía de allí. Varios compañeros de su pasado como peleador callejero estaban en el lugar también por lo que habría que tener mucha valentía para salir y quejarse. La policía llegó nuevamente pero el dinero todo lo compra, así que vista gorda y que siga la fiesta.
Desde muy pequeño Derek ha sido un rebelde sin causa, pero no estos típicos niños bonitos y sexuales, su mundo era la violencia callejera y las peleas grupales, a sus 16 años fue su primera lucha y lo disfrutó mucho, la sangre de su contrincante bañó su cara y desde ese momento no hubo marcha atrás para el sanguinario Derek que luego llevaría el apodo de "El Vampiro" por su afición a dejar bañados en sangre a sus contrincantes. A los 22 años dejó el mundo oscuro para estudiar arquitectura ya que sus padres lo enviaron a Inglaterra a ver si se recomponía. En sus 5 años de estadía en el país europeo dejó las peleas pero el sanguinario y villano Derek seguía allí latente y esperando que alguien lo provocara, tuvo varias peleas pero nada grave en su facultad. Se graduó con honores de la Universidad de Cambridge pero no perdía la costumbre de ser un patán con todos. Ahora que nuevamente estaba en su natal california se había mudado a este vecindario para estar cerca de su trabajo, maldición para sus vecinos que cada fin de semana tenían que soportar esos excesos.
Aunque hoy sería un caso diferente, Karley Damasco se estaba preparando en su casa para salir a hacerle frente a su vecino de una vez por todas, ya bastaba de tanto soportar sus excesos y escándalos. Si nadie alzaba la voz, ella si lo haría, no la criaron inútil y mucho menos soportando los maltratos de otro solo porque tenga dinero, lo que ella ha logrado es por su gran esfuerzo. Subió el pantalón de chándal por sus muslos gruesos y se colocó una camisa blanca holgada para estar más cómoda, se quedó descalza porque así tenía más libertad, recuerda siempre cuando corría por los densos matorrales de la hacienda de sus abuelos, donde aprendió a no temerle a ningún animal. Abrió la puerta de la entrada para luego dar varios pasos y salir fuera, miró a la derecha y su vecino, el señor Smith estaba sentado en un sillón de mimbre mirando hacia la casa festiva.
-¿También lo despertaron?- Echó andar su camino hacia la casa del mayor.
-Si hija... Me está haciendo daño esto, debe de parar de una vez por todas-
-Debo entrar al trabajo a las 7 am y son las 2, no he dormido nada, la policía no hace nada-
-Esos no harán nada porque ese hombre los compró- Se inclinó hacia delante en el mimbre suspirando de cansancio.
