¡Aquí si hay CURVAS!

¿𝑼𝒏 𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒓𝒐𝒕𝒂 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒏𝒛𝒂? II

ADVERTENCIA: MUCHO SEXO Y DOMINACIÓN FEMENINA.

-¡CARAJO! Esta mierda no enciende- Dylan golpeaba con fuerza la lavadora mientras veía que no arrancaba a lavar la ropa que había metido.

-Porque no la has encendido grandulón- Giró a la derecha con brusquedad, Akiko venía entrando al lavandero con una cesta de ropa

-Mira, aquí en el rojo dice ON/OFF- Lo presionó provocando que el artefacto prendiera las luces -En estos controles presionas el tiempo, el ciclo y la potentica ¿Ves?-

-Perdón, soy un cavernícola que está aprendiendo a vivir- Akiko soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza -¿Tienes guardia hoy?-

-Si ¿Vas a ir al gimnasio?- Dylan asintió rascando su rapada cabeza.

-Sí, luego de haber dado la primera clase de Judo ahora llovieron estudiantes y el dueño quiere que enseñe- Los ojos de la nipona brillaron de emoción -¿Crees que está bien?-

-¡Me parece perfecto! Así comienzas a rodearte de personas y conoces mejor el mundo- Dylan asintió para inclinarse hacia ella y dejarle varios besos en los labios.

-Me encanta doctora Suzuki- La mujer sonrió para acariciar suavemente su pecho -¿Puedo usar la computadora un momento?-

-Claro, ve mientras pongo esto a remojar- El inglés salió del cuarto de lavar caminando a paso rápido por el pasillo.

Dylan se estaba amoldando muy bien al mundo normal, desde hace diez meses estaba yendo al gimnasio y ahora el dueño del lugar lo había fichado para dar clases debido a su magistral habilidad en las peleas, no era para menos, toda su vida ha peleado, si algo se la da bien es enseñar a defenderse. Cantaba animada mientras enjabonaba sus batas de labor, había calma ahora en la casa y Dylan hacía quehaceres incluso mejor que ella a veces. Abrió el estante para buscar un toque de cloro que cayó en el agua mientras ella iba removiéndolo con sus manos, miró hacia atrás -Mis pantis- Limpió sus manos de la espuma y a lento paso salió del lugar encontrándolo concentrado en la computadora ¡DIOS MÍO! Akiko corrió para quitarle el mouse pero Dylan la tomó de ambas muñecas para inmovilizarla contra la pared.

-¿Te gusta eso qué encontré?- Ella negó enérgicamente con la cabeza sintiendo sus mejillas sonrojadas.

-No... solo investigaba...- Dylan buscó los ojos con sus pupilas azuladas.
-No me mientas Akiko ¿Quieres un sumiso verdad?-

-No... yo solo estaba leyendo...- Los besos en el cuello por parte del inglés le arrancaron sonoros gemidos mientras continuaba inmovilizada contra la pared.
-Sabes que conmigo no tienes que cohibirte doctora ¿Te gusta el Femdom?- Ella asintió apenada -Me lo hubieses dicho- La dejó libre para caminar hasta la computadora -Venga-

-¿Dylan?- Un pequeño grito se escapó de sus labios al verse sentada en las piernas del hombre mientras comenzaba a bajar con el ratón.

-Bien, estuve viendo y le meten hasta cosas por el culo, se ve rico- Akiko lo miró impresionada -¿Qué? Yo si me atrevo a ser tu puto ¿No quieres?- La japonesa ni sabía que decir ¿Tan fácil fue que le gustara?

-Yo... no sé qué decir...- Miraba las imágenes de la computadora que Dylan iba pasando -¿Tú te atreverías?-
-Carajo Akiko ¿De dónde vengo?- La abrazó por la cintura con una mano mientras dejaba besos en sus hombros -¿No te lo dije cuando nos conocimos? Me puedes poner hasta traje de mujer y yo sin quejarme-

-Pero... Tiene que ser consensuado...- El inglés giró los ojos lentamente.

-¿Qué te estoy diciendo? Que si me atrevo a que me metas un dildo en el culo, se ve rico mira ese- Vieron una mujer con un strap on mientras azotaba las nalgas del sumiso.