𝑼𝒏𝒂 𝑺𝒆𝒍𝒗𝒂 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒅𝒂 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐𝒔 𝑺𝑬𝑪𝑹𝑬𝑻𝑶𝑺 𝑰𝑰

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-¡Danna!- La morena giró al escuchar la voz de su amiga Carla que la esperaba en la entrada de la Patagonia Argentina.

-¡Voy voy!- Corrió lo más rápido que pudo preocupada.

-Algo está pasando, los animales están inquietos, es como si se aproxima una tormenta no sé-

Danna hace dos semanas se encontraba en Argentina con un grupo de expertos en Aves para trabajar como ayudante en el proyecto "Cóndor vuelve a casa", con el fin de preservar dicha especie. No era nada fácil, no estaba acostumbrada al frío del lugar pero se las arreglaba muy bien. Esa tarde los animales cantaban mucho y se notaban muy nerviosos ¿Qué estaba pasando? Las dos chicas entraron a sus cabañas para poder resguardarse del frío pero algo en el cuerpo de Danna la mantenía intranquila.

-¿DANNA?- La voz de Ikal la hizo saltar de la silla viendo a todos lados –Tranquila, te hablo desde tu interior ¿Estás bien?- Se tocó alarmada para luego sentarse suspirando hondo, no recordaba que había absorbido los poderes de Ikal.

-No hagas esas cosas Ikal, que me asusta demasiado-

-Lo siento, es que te sentí algo agobiada y quise hablarte-

-Si lo estoy Ikal, algo está pasando aquí pero no sé qué es, es una sensación de peligro constante. Como sí alguien nos estuviera observando y es desagradable-

-Lo más probable es que sea mi hermano de la Patagonia-

-¿Uno cómo tú aquí? Dios mío es cierto, ¿cómo lo olvidé?-

-No las ha atacado porque ve que están trabajando en pro de la tierra, sólo no hagan nada raro. Somos muy agresivos con los que dañan los bosques pero entendemos que hay humanos buenos-

-No puedo explicarle eso a la gente de aquí, trataré de hacerles entender que no debemos hacer un movimiento raro-

-Es lo mejor, y tú mantente tranquila, no te hará nada-

-Vale, cuida de todos en la reserva, voy a dormir-

-Lo haré, descansa y te extraño mucho-

-Yo también Ikal, pronto nos veremos-

-Seguro que sí, ya quiero tocarte-

-¿Sólo en eso piensas abusador?-

-No, pero si es primordial en mí ahora-

-AY DIOS, ¡VE A DORMIR TU TAMBIÉN!- Se comenzó a reír para levantarse del mueble y mirar por la ventana, era preocupante tener que lidiar con alguien como un Ikal de la Patagonia. Se recostó en la cama sin poder conciliar el sueño, tenía la menstruación y era aún más difícil hacer las cosas en este clima tan frío para su cuerpo.

Se despertó a la 5:00 am para comenzar a prepararse, caminarían por el bosque andino para observar mejor las especies y sobre todo rastrear cóndores –AY NO- Se dijo a si misma al ver la toalla muy manchada, estaba sangrando más de lo normal, le dolían los senos y el vientre pero tenía que hacer lo mejor posible. Sintió algo de relax cuando el agua tibia comenzó a recorrer su cuerpo, era agradable para el malestar que tenía por lo que se enjuagó muy bien. Miró sus piernas y la sangre corría por ellas, estaba sangrando mucho. Tomó una de sus toallas sanitarias para envolverla bien en la pantis y subírsela. Miró el reloj y eran las 5:40 am, aún tenía chance de reposar por lo que se sentó en la cama para ordenar su bolso –Debo llevar toallas de repuesto, pantis y esas cosas- Se levantó para meter todo en la mochila y beber un poco de agua.

¡Aquí si hay CURVAS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora