¿Quién me dice que todas las protagonistas tienen que ser flacas y esbeltas? ¿Quién me dice que tengo que ser flaca para conquistar un hombre guapo? No señores, las mujeres tenemos muchas armas para seducir, que interesa si tenemos unos kilos de más...
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Kazán, una de las ciudades más antiguas de Rusia, situada a orillas del rio Volga a 820 kilómetros de Moscú, la capital de país más grande del mundo. De una enigmática belleza esta ciudad se ha convertido en el foco de turistas que desean saber más acerca de su folclore e historia. Erigida hace más de 1000 años por tribus nómadas llamados Búlgaros, su nombre cuenta la leyenda que proviene de un brujo que aconsejó a los Búlgaros que fundaran una ciudad donde se pudiera hervir agua en una cazuela con el vapor de la tierra, de allí nace el nombre Kazán que traducido es "Cazuela" Kazán es uno de los principales centros económicos, políticos, científicos, educativos, culturales y deportivos del país. El «Complejo histórico y arquitectónico del Kremlin de Kazán» está incluido por la Unesco dentro del Patrimonio de la Humanidad desde 2000. Es la capital de Tartaristán dónde viven los representantes de 115 nacionalidades y pueden convivir cristianos con musulmanes.
AÑO 2003
-¡Vamos Richard!- Una hermosa niña tomó al pequeño de la mano para correr por la calle Bauman, una de las más céntricas del país.
-¡Voy!- Ambos niños de nacionalidades diferentes se habían hecho los mejores amigos desde que el dominicano nacido en USA fue traído muy pequeño.
Su nombre era Azalea Kuznetsova, una hermosa mestiza Ruso-Tártaro que residía en Kazán desde su nacimiento. Su padre, vecino de los de Richard le había tomado un cariño indescriptible a la familia latina, tanto así que los padres de ambos eran muy buenos amigos. Desde muy niños se conocieron en el jardín de infancia y de allí unieron sus vidas en una amistad tan linda y pura que podía verlos todo el tiempo juntos caminando con sus padres y tomando un helado en las tardes. Azalea y Richard se amaban profundamente, tanto que cuando alguien la molestaba burlándose salía un enfurecido Richard a defenderla.
-¡Niños no corran tan duro!- Iván, el padre de Azalea les gritó haciéndolos girar y detenerse.
-¡Quiero llevarlo a la heladería nueva papi!- El hombre sonrió asintiendo para luego verlos caminar tomados de la mano –Seguro que te encantan los helados de esta- El moreno asintió sonriendo mientras sus pies andaban ahora en un trote suave.
-Ya quiero comerlos a ver ¿Qué sabor pedirás?-
-Vamos a ver que hay- El niño abrió su boca asombrado que linda vista del local, un poco vintage y rosada, se pegaron del vidrio para ver las grandes neveras que guardaban el dulce añorado, se miraron sonriéndose cómplices de sus pensamientos inocentes para luego tomarse de la mano y entrar al local con el padre de la pequeña.
-¡Buenas señor!- El chico que los miró sonrió para caminar hasta ellos suavemente.
-Bienvenidos ¿Qué desean tomar?-
-¡Un helado de chocolate con fresas!- Richard pegó su cara a la vitrina animado mientras Azalea reía con él.
-¡Yo de yogurt pero con melocotones!- Azalea levantó su mano derecha con una hermosa sonrisa en su rostro.