Capitulo 61

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Algunos días más tarde

Jungkook estaba acostado en su cama, tapado hasta el cuello y mirando fijamente a la pared. Lo único que hizo esa semana desde el secuestro, fue estar acostado en su cama y para lo único que se levantaba era para ir al baño o para robarse algo de la heladera.

La señora Jeon tuvo que cancelar los últimos días de clase del año para solucionar todo lo que pasó con el señor Min. Pues este hombre logró a escapar. Y se llevó a Yoongi con él.

Kook dio un suspiro y miró por la ventana, el día estaba hermoso, pero sus planes eran estar tirado en la cama por mucho tiempo más. Pensaba, lloraba, hablaba consigo mismo y recordaba todos los momentos lindos que vivió con Taehyung. La separación le pegó muy fuerte, su corazón dolía desde ese día.

La puerta de la habitación se abrió, era la señora Jeon, que recién volvía del instituto. La mujer sonrió levemente y se agachó frente a la cama de su hijo.

—Kookie ¿Por que no sales un poco? El día está precioso

—No tengo ganas

—Cariño, pasaron días y aún no me contaste que pasó con Taehyung. Dime por favor, solo quiero ayudarte.

Jungkook se quedó en silencio y se dio la vuelta para mirar a los ojos a su madre. Limpió una lágrima que recorrió su mejilla y mordió su labio aguantandose un llanto.

—E-es que... creo que hice todo mal

—¿Mmm? ¿Por qué?

—No s-se, Tae dijo que debíamos tomarnos un tiempo

—Mamá yo... Es d-dificil para mi esto de amarme a mi mismo—respondió Jungkook comenzando a llorar—Entonces Taehyung q-quiso darnos un tiempo para que yo aprenda a amarme y este bien conmigo

—Oh

La señora Jeon bajó la mirada, se sentó en la cama al lado de su hijo y le dio un fuerte abrazo.

—El d-dijo que haga cosas que me gusten y me relaje. Pero n-no se que hacer.

—Podrías buscar algo que te guste, una actividad diaria—respondió la mayor—Eso te ayudará a relajarte y te ayudará mucho

—Pero mamá, s-sabes que soy un fracasado que no sabe que hacer con su vida.

—No digas nunca más que eres un fracasado, eres un hijo maravilloso. Solo necesitas ayuda. Si quieres puedo llamar a un psicólogo para que hables. Pero mientras tanto, vamos a buscar algo que te guste.

Jungkook terminó de secar sus lágrimas y los dos salieron de la habitación. Lo primero que hizo el castaño fue darse una ducha, ponerse ropa cómoda y arreglarse un poco. De tanto tiempo que estuvo tirado en su cama, estaba echo un desastre.

Cuando bajó las escaleras, vio como la señora Jeon dejaba una caja con cosas en la mesa. Jungkook se acercó curioso y abrió la caja, viendo algunos pinceles, temperas y frascos.

–Cuando tenía tu edad, me apasionaba pintar—comentó la mayor sacando las cosas de la caja—Puedes probar pintando estos frascos y si no te gusta, podemos buscar otra cosa. Mientras tanto, haré la cena.

Jungkook asintió, se sentó en la mesa y sacó de a poco las cosas para comenzar a pintar. Tomó el pincel, lo mojó en pintura roja y comenzó a pasarlo por el pequeño frasco.

Estaba teniendo una lucha interna para poder relajarse, pero no podía. Las manos le temblaban y al pasar el pincel, hacía que se manche los dedos. Se detuvo un minuto y cerró los ojos tomando una bocanada de aire. Suponía que así lograría relajarse de una buena vez.

Pero entonces otra vez los recuerdos lo hundieron, imágenes llegaron a su mente de cuando pintaba cosas junto a Taehyung en las clases de arte. Sus manos comenzaron a temblar aún más y ponía todo su esfuerzo para no ponerse a llorar otra vez.

Sus manos temblaban tanto que comenzaron a debilitarse e hizo que el frasco se estrelle contra el suelo, haciendo que varios pedazos de vidrio queden dispersados por todo el suelo. La señora Jeon pegó un pequeño saltito del susto y al ver a su hijo llorando por haber roto el frasco, se colocó frente suyo y lo tomó de los hombros.

—N-no te preocupes Jungkook, solo es un frasco—dijo y lo tomó de la mano, levantandolo de su asiento—Ven, cariño. Yo limpio esto.

La mayor tomó la escoba y comenzó a limpiar todo el desastre. Jungkook se hizo a un lado e hizo un puchero.

—Lo s-siento mamá

—No te disculpes. Tal vez eso de pintar no sea lo tuyo.

Kook juntó sus manos y bajó la cabeza apenado. Ya no tenía ni idea de que hacer. Solo dio un suspiro y cerró sus ojos.

—Si quiero recuperarme, debo hacer las cosas bien—susurró y abrazó a su madre

Continuará

Continuará

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No mas callado [TK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora