Un primer mal encuentro
Nunca imaginé que mi primer encuentro en el nuevo vecindario sería tan... cinematográfico. O más bien, torpe. Estaba convencida de que si las historias románticas comenzaran así, serían un total desastre. Y vaya que lo fue. Si tuviera que describir el momento en que tropecé, no diría que fue como en una película, sino más bien como en un show de comedia. Pero empecemos por el principio. Era mi primer día en la nueva escuela y estaba tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera noté el costal de basura en la acera. Antes de darme cuenta, mis pies tropezaron y me encontré desplomada en el suelo, con la cara justo frente a unos zapatos que no esperaba ver. Y sí, esos zapatos eran de un chico que parecía haber salido de una serie de televisión americana.
Él, con una expresión que mezclaba sorpresa y desdén, se inclinó lentamente para limpiar el polvo de sus zapatos. Mis manos estaban raspadas, y el dolor era más embarazoso que físico. En mi mente, el escenario se sentía como una escena de película donde el protagonista viene en mi ayuda, pero la realidad fue mucho menos glamorosa.
―¿Estás bien? ―. Preguntó, su tono más que interesado, parecía claramente molesto.
―Oh, sí, claro ―. Respondí mientras me levantaba y me sacudía el polvo de la falda ―. Soy Jessie, tu nueva vecina.
―Eso es interesante ―. Dijo con una expresión de indiferencia, como si estuviera preguntándose por qué tenía que lidiar con esto ―. No me lo preguntaste, pero no creo que me importe mucho.
El comentario me hizo sentir un poco incómoda, pero intenté mantener mi compostura.
―¿Vas a la escuela? ―. Le pregunté, intentando hacer conversación mientras me acercaba un poco más ―. Podemos ir juntos, estoy un poco perdida en este lugar.
―Prefiero que no te acerques a mí ―. Dijo y se dio la vuelta, dejándome con una sensación de torpeza aún mayor.
Mientras lo veía alejarse, no podía evitar preguntarme qué podría haberle hecho actuar así. Tal vez: se había levantado con el pie izquierdo, estaba de mal humor por cualquier razón que no conocía o simplemente no le gustaba que alguien lo interrumpiera. Me acomodé las gafas, tratando de olvidar el incidente. La escuela me esperaba, y no quería comenzar el día con el pie izquierdo.
***
Con un suspiro de resignación, guardo mis cosas en el nuevo casillero que me asignaron. La escuela se siente un poco diferente este año, sobre todo porque es el último y todo parece más serio. La mayoría de mis compañeros de años anteriores están aquí, y algunos de ellos también aspiran a grandes universidades. Yo, por mi parte, estoy decidido a conseguir una beca para estudiar ingeniería civil en Stanford. Es un sueño que tengo desde hace años. Al entrar en el salón de clases, me encuentro con Sungye, mi mejor amiga. Su sonrisa es siempre un alivio en un día tan incierto. Nos abrazamos y ella entrelaza su brazo con el mío. Sungye, con su cabello corto y su rostro angelical, siempre ha estado a mi lado. Y, para ser honesto, tengo sentimientos por ella, aunque no estoy seguro de si ella siente lo mismo.
―¿Cómo va tu primer día? ―. Pregunta mientras caminamos hacia el aula.
―Nada emocionante, salvo por un pequeño incidente con una chica que cayó a mis pies ―. Respondo, recordando el encuentro incómodo de esta mañana.
―¿Una chica? ¿Y cuando dices que cayó a tus pies, te refieres a que se enamoró de ti al instante? ―. Sonríe de manera juguetona.
―¡No, nada de eso! ―. Digo rápidamente ―. Se tropezó con un costal de basura y cayó justo en mis pies. Fue una escena digna de una película de comedia. Si no fuera por mis rápidos reflejos, su cara habría terminado en el suelo.
―¡No seas cruel! ―. Sungye frunce el ceño, aunque su expresión es más de preocupación que de enojo.
Justo en ese momento, Han Jisung, el chico con la bandana que parece tener energía ilimitada, se acerca a nosotros. A su lado está Changbin, que siempre está sumido en sus libros de terror.
—¡Chris, adivina lo que nos pasó! ―. Dice Jisung, con su rostro iluminado por una sonrisa contagiosa.
―No puede ser tan emocionante ―. Responde Changbin, que parece más serio.
—¡No te metas, los leoninos no tienen opiniones válidas! ―. Responde Jisung, riendo.
A veces me pregunto por qué permití que estos dos fueran mis amigos. Changbin y Jisung son tan diferentes. Changbin ama las películas de terror y el rock, mientras que Jisung y yo somos los mejores en Lacrosse. Aunque, claro, yo soy el capitán del equipo, así que no hay duda de quién es el mejor.
―¿Qué ocurrió?
―¡Una chica muy rara corrió por los pasillos y se estampó contra los casilleros! ―. Jisung se ríe tanto que casi llora ―. ¡Fue increíble ver cómo se cayó!
―No es gracioso, Jisung, la chica se lastimó ―. Dice Changbin con seriedad.
—¿Cómo era la chica?
Frunzo el ceño. No me gusta pensar que la chica del accidente podría estar en la misma escuela. Pero dado su uniforme, parece que sí estará aquí, aunque probablemente en un grado menor.
―No sé su nombre, pero es rubia, lleva lentes, y parece ser de esos signos torpes como Géminis ―. Hace una mueca de desdén ―. No soy fan de los Géminis.
―No puede ser ―. Susurro.
―Jisung, deberías dejar de hablar de astrología, no tiene sentido ―. Comenta Sungye ―. ¿Conoces a la chica, Chris?
―Sí, es la misma chica del encuentro desastroso de antes ―. Digo, con una mezcla de resignación y sorpresa ―. Espero que no esté en nuestra clase.
―Mala suerte, campeón ―. Jisung golpea mi hombro con su mano ―. Tu "encuentro" acaba de entrar en el aula.
Me vuelvo hacia la puerta y veo a la chica, Jessie, creo que dijo que se llamaba, entrando con algodones en la nariz y un parche en la frente. A su lado, un chico que no reconozco. Jessie me ve y, alzando el brazo, dice en voz alta:
—¡Hola, vecino! Parece que estaremos en la misma clase.
—¡Oh, no!
***
REEESCRIBIENDO LA HISTORIA
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Me gusta Chris » Bangchan; SKZ ♥️ {1} [REESCRIBIENDO]
Fanfiction𝗝𝗲𝘀𝘀𝗶𝗲 𝗠𝗮𝗿𝘀𝗵𝗮𝗹𝗹 siempre ha tenido fuertes sentimientos por 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀 desde que lo conoció. Aunque es torpe y a veces no sabe cómo expresarse, está dispuesta a intentar todo lo posible para ganar la atención del castaño. 𝗖𝗵�...