Me gusta Chris » Bangchan; SKZ ♥️ {1} [REESCRIBIENDO]

Capitulo 15♥️

Goodbye, para siempre 

       Cuando era niña, Joo-ri siempre decía: "La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos". En ese entonces, no entendía sus palabras; eran solo frases complejas que no tenían sentido para mí. Sin embargo, con el paso del tiempo, comencé a comprender que en realidad nunca vamos a experimentar la muerte. Si al morir dejamos de existir, entonces nunca seremos conscientes de lo que es. No hay que temerle al hecho de morir. Pero la persona que muere, no se olvida, y mientras viva en nuestros recuerdos, jamás morirá. Hyunjin debe tener muchos recuerdos con Sung-Hyun, y tal vez esos recuerdos son los que ahora lo están destrozando. Llora como un niño pequeño que ha perdido algo invaluable, como si su madre se hubiese ido, o como si acabara de tener la peor pesadilla de su vida. Se aferra a mi cintura como si fuera su ancla, escondiendo su rostro en la curvatura de mi cuello. Me doy el lujo de acariciar su cabello, enredando mis dedos en esos suaves mechones con aroma a manzanilla.

―Todo está bien, Jin ―. Susurro suavemente cerca de su oído, con la esperanza de que mis palabras puedan brindarle un poco de consuelo.

       Cuando finalmente se calma, me pide que lo acompañe a una heladería. Aunque intenta aparentar que todo está bien, es evidente que no lo está. Sus ojos están rojos e hinchados, sus mejillas aún siguen húmedas por las lágrimas, y su boca se mantiene en una línea recta, sin ninguna expresión. Es extraño no ver al Hyunjin sonriente de siempre.

―¿Sabes? Sung-Hyun fue mi primer amigo cuando regresé de Las Vegas ―. Comienza, su voz sigue tan quebrada y sus labios temblorosos. Una risa amarga escapa de su garganta, pero rápidamente se convierte en una mueca de dolor, mientras una lágrima solitaria se desliza por su mejilla ―. Pude haber hecho más por él.

―¿Qué fue lo que sucedió? ―. Pregunto con suavidad, tomando una de sus manos entre las mías ―. ¿Te gustaría contármelo?

       Hyunjin sorbe por la nariz y, después de asentir, mira por la ventana junto a nosotros. El ambiente se siente cargado de nostalgia, y aunque su rostro esboza una débil sonrisa, sé que está lejos de estar bien. Y eso, de alguna manera, me duele profundamente.

―Sung-Hyun y yo teníamos alrededor de ocho o nueve años cuando nos conocimos. Yo era el chico nuevo, y cuando mencioné que había vivido un año en Las Vegas, todos comenzaron a burlarse de mí. Me decían que no pertenecía aquí ―. Una risa amarga se escapa de su garganta ―. Recuerdo que un día, durante el recreo, los matones del salón me arrebataron mi lonchera. Estaba solo, sin nada para comer, cuando Sung-Hyun se acercó y me compartió su ensalada.

       Debería ser yo quien sea fuerte en este momento, quien lo consuele mientras su mundo se desmorona. Pero es todo lo contrario. Mientras Hyunjin relata su historia con una calma forzada, luchando por contener las lágrimas, yo soy la que no puede detener la avalancha de emociones que me inunda. Debería ser su apoyo, pero aquí estoy, rompiéndome junto a él.