Me gusta Chris » Bangchan; SKZ ♥️ {1} [REESCRIBIENDO]

Capítulo 07♥️

Uno más dos, es igual a tres 

        Miré la hora en mi teléfono y me di cuenta de que esto era una locura. Agradecí que papá ya estuviera profundamente dormido y que Joo-ri hubiera decidido no acompañarme en mi visita inesperada a la una de la mañana. Me puse el abrigo que colgaba en el perchero, me deslicé en mis pantuflas de Stitch y bajé las escaleras hasta la planta baja. Abrí la puerta principal, pero no vi a nadie.

      "¿Dónde rayos está?" Murmuré para mí misma. No creo que haya tardado tanto en abrir la puerta como para que se aburriera de esperar y se fuera a casa. Aunque, pensándolo bien, eso sería lo más sensato, dado lo tarde que es. Me asomé hacia la acera, pero todo estaba en completo silencio. Las luces de la calle estaban tenues, creando un ambiente de paz y descanso total en el vecindario. Suspiré al confirmar que se había ido y volví a entrar, cerrando la puerta con un leve crujido.

―¡Hola! ―. Me sorprendí al escuchar la voz desde un peldaño de la escalera. 

       Allí estaba él, sentado con un vaso de leche y un plato de galletas, probablemente cortesía de Joo-ri. Hyunjin sonreía con esa expresión de niño travieso.

―¡¿Cómo entraste?! ―. Exclamé, más confundida que enojada ―. ¡Bajé para abrirte la puerta y ya no estabas! ¡¿A dónde fuiste?!

―Trepé por tu ventana ―. Dijo con una sonrisa relajado, encogiéndose de hombros como si eso fuera lo más normal del mundo ―. Es más fácil de lo que parece, considerando que soy bastante atlético.

       Me llevé las manos al rostro para ocultar mi cansancio. Me acerqué a él y le hice señas para que me siguiera a mi habitación. Me di cuenta de que estaba completamente vestido de negro: sudadera con capucha, pantalones holgados, el look perfecto para un infiltrado nocturno. Se acomodó en mi cama, dejando el vaso de leche casi vacío y el plato de galletas en la mesa. Abrió los brazos en un gesto de relajación y soltó un suspiro que no sabía si interpretar como frustración o comodidad. A los segundos, se reincorporó, adoptando una postura de meditación en el borde de la cama. Por mi parte, me senté en la silla con ruedas junto al escritorio.

―Necesito decirte algo ―. Dijo antes de que pudiera hablar ―. Creo que estoy perdiendo la cabeza.

―¿Por qué piensas eso? ―. Pregunté, girando la silla para acercarme a él.

―Estuve pensando en algo, y aunque no me siento completamente cómodo con ello, tampoco creo que esté mal ―. Hyunjin tomó una postura reflexiva, mirando al techo mientras debatía consigo mismo en silencio.

―¿De qué se trata? Me estás diciendo todo y nada a la vez ―. Abulté los labios.

       Viendo la duda en su rostro, me di cuenta de que lo que estaba considerando debía ser importante para él. Después de una serie de asentimientos y negaciones silenciosas, finalmente pareció tomar una decisión.