El tan anhelado día por el castaño había llegado, incluso se despertó más temprano de lo habitual, quería que todo sucediera de la forma más perfecta posible.
Eriol, cómplice de Syaoran, había tomado la responsabilidad de solucionar cualquier imprevisto de la empresa, ya que hace muchísimo tiempo no veía a su mejor amigo ilusionado de tal forma.
Por su parte Sakura estaba muy nerviosa por su cita con su jefe, se preguntaba una y otra vez si estaba haciendo lo correcto.
Aún así decidió no pensarlo más y con su corazón dando vuelcos se vistió aún más hermosa de lo habitual, con un vestido blanco con pequeñas flores amarillas, holgado de la parte inferior, funcional para la oficina y una salida como la de esa tarde, acompañado de unas hermosas sandalias de tacón mediano.
Puso en su rostro algo de maquillaje y un color rosado en sus labios, arreglo su cabello y se dispuso a salir de su casa, sabiendo que un apuesto hombre la esperaría afuera como lo habitual.
-Buenos días, jefe. ¿Lo hice esperar mucho?- saludó tratando de no hacer audible su nerviosismo al ver al castaño.
El anterior mencionado permanecía en trance, guardando en su cerebro cada centímetro que veía de la castaña, sin duda creía que se estaba volviendo loco, o si no lo hacía al menos le daría un infarto pronto ante tal belleza de la mujer que tenía frente a él.
-Buenos días, la verdad no he esperado mucho, y si lo hiciera no importaría. - dijo apenas salió de su trance.
El comentario hizo a la ojiverde sonrojar de tal manera que tuvo que fingir que buscaba algo en su bolso.
Syaoran abrió la puerta y ambos se dirigieron a la gran empresa que ya los esperaba.
Chiharu y Eriol los vieron adentrarse en el último piso, se dedicaron miradas cómplices pero fingían ignorancia.
-Buenos días, Sakura, pero que hermosa te ves hoy, ¿A que se debe tan radiante sonrisa?- dijo Chiharu emocionada.
-Buenos días, Chiharu, que cosas dices, yo siento que me veo normal.- decía Sakura con una risa nerviosa.
-Chiharu tiene razón, te miras radiante.- dijo Eriol viendo a su amigo de reojo.
-Buenos días.- dijo Syaoran tratando de desviar el tema y que dejaran a la pobre Sakura, quien parecía que quería esconder su cara en el suelo.
-Buenos días, Syaoran.- contestaron Eriol y Chiharu aguantando una sonrisa pícara.
Todos se dirigieron a sus respectivos lugares de trabajo, aunque los dos castaños poco podían concentrarse, ya que sus mentes estaban en una sola cosa: la salida de esa tarde.
Habían salido a almorzar los cuatro a la hora de la comida, platicaron amenamente y regresaron satisfechos.
Syaoran se adelantó a su oficina para firmar unos documentos importantes, pero había olvidado su móvil con Eriol, emprendió una búsqueda tratando de encontrar al ojiazul, pero en cambio vio entrar a la castaña que traía en mente noche y día.
A la espalda de la castaña vio a aquel quien se había atrevido a mandarle un ramo de flores a la ojiverde, quien parecía dispuesto a hablarle. Sin pensarlo dos veces se adelantó y le habló a la castaña antes que el tal Kei Narumi.
- Sakura, que bueno que te encuentro, te estaba buscando para revisar lo de unos documentos que creo haberte dado esta mañana.- dijo sonriente, y después hizo contacto visual con aquel hombre que se había quedado esperando a que la castaña estuviera sola.
《 Hoy no, amigo, yo la vi primero. 》
-Claro, Syaoran, vamos a mi oficina.- dijo Sakura sin saber lo que sucedía entre aquel duelo de hombres.
Y finalmente Syaoran logró evitar un nuevo movimiento de otro hombre que no fuera él.
Al llegar a la oficina Syaoran se sacó debajo de la manga una excusa perfecta para que la castaña no sospechara lo sucedido.
Después fue a la oficina de Eriol por su preciado móvil y se dispuso a trabajar para poder salir sin contratiempos a el momento más esperado del día: la cita con su hermosa esmeralda.
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Hola, ¿Cómo están? Soy la autora de esta historia, después de muchas situaciones personales he vuelto a retomar este fanfic y el otro que esta bajo mi autoria "Mi Nirvana"
Sé que ha pasado mucho tiempo, pero hace poco me arme de valor para volver a hacer lo que tanto me gusta que es escribir.
Gracias por leerme hasta ahora, y les agradecería mil veces más si siguieran el rumbo de esta historia.
Estaré actualizando dos capítulos por semana en ambas historias por si gustan leerme.
Gracias a todos una vez más, les amo.
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Dulces cicatrices.
RomansSakura Kinomoto, una muchacha de 18 años hija de un gran empresario conoce a Yue, un colega de su padre. Se enamora y se casa con él, pero años después sucede algo que hizo que su vida fuera un infierno. ¿Seguirá Sakura sufriendo en un matrimonio in...