Cap. 15

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La mente de Sakura estaba llena de miles de pensamientos, analizando una y otra vez la situación, la mente digna de un psicóloga honorable y brillante, como lo era ella.

Los síntomas de el Trastorno Límite de la Personalidad que podría presentar Yue son: Comportamiento compulsivo, falta de auto control, impulsividad, irritabilidad, ira, narcisismo, el detonante podría ser la inseguridad de no tener un hijo, lo que causó los altibajos emocionales...
Hablando de Trastorno Delirante... podría tener síntomas de delirios extravagantes al pensar que yo podía tener un amante..

Eso podría explicar el por qué yo lo podía observar como una persona completamente diferente, porque realmente no era el mismo que conocí...

-Ha llegado el momento de reanudar, todos a sus lugares- anunció un policía que custodiaba.

Todos permanecieron de pie para recibir al juez nuevamente, esta vez Sakura sabía lo que iba a pasar, pero aún así no se intimidaba.

-Pueden tomar asiento.- ordenó el juez. -Me he tomado el tiempo de analizar las pruebas, pero me gustaría escuchar de viva voz el testimonio de la Señora Sakura, si es tan amable.-

-Desde luego, Señoría, como podrá intuir estoy presente hoy por el daño físico y psicológico que me causó Yue por no ser capaz de darle un hijo y el delirio de pensar que yo le era infiel, lo cual puedo afirmar que es totalmente falso.
En las fotos puede apreciar los diversos hematomas que me causó en varias partes del cuerpo, esa es la prueba solamente de una ocasión, pero anteriormente fueron muchas más, me mantuvo aislada, con solo lo necesario para sobrevivir.-

-Tome asiento, por favor.- le ordenó. - Ahora, Señor Yue, ¿Tiene algo para decir?-

Yue se levantó ante la presencia de todos mirándolo, la mayoría de eran miradas de odio.

-Su señoría, me he dado cuenta de que he estado mal por muchos años, esos años hice sufrir a la persona que amaba, y que aún amo estando en mis cinco sentidos, por favor, haga un juicio justo, es todo lo que tengo para decir. -

Sakura sintió un tirón en su corazón, si bien ya no lo amaba, sabía como eran este tipo de condiciones, y si tenía alguna salvación le gustaría que la tuviera, pero lejos de ella.

-Llegando a la conclusión, no podemos encarcelarlo que sería lo que yo decidiría si el acusado no tuviera trastornos mentales, pero no por eso quedará impune, el señor Yue tendrá que hacer arresto domiciliario por dos años con tratamiento psiquiátrico, si no hay mejoría se tendrá que tomar medidas más drásticas como el internado completo en un hospital psiquiátrico. Como algo extra será la orden de restricción total, no podrá acercarse a la Señora, y por supuesto la Señora Sakura queda oficialmente divorciada del Señor Yue, volviendo así a ser la señora Sakura Kinomoto.-

Hubo un silencio contrariado de emociones, Touya hubiera preferido que se pudriera en la cárcel, algo que también compartía Syaoran.

Sakura se sintió finalmente liberada de ese apellido, le dedicó una mirada a Yue mientras se lo llevaban, una mirada cerrando un ciclo de dolor, que a pesar de todo lo que le había hecho, su pureza de corazón deseaba que se lograra recuperar.

-Sakura, ¿Estas bien?- pregunto su padre con notada preocupación.

-Estoy bien papá, a pesar de todo, eso era lo correcto. - dijo soltando un suspiro.

-Estamos para ti, hermana, nunca estarás sola.- dijo su hermano rodeandola con un abrazo, dispuesto a todo por su hermana.

-Vamonos de este lugar, no es agradable.- rompió el silencio Eriol, como siempre, con ese don de aligerar el ambiente.

-¿Por qué no vamos todos a casa a celebrar que mi niña Sakura es Kinomoto otra vez?- dijo el papá sonriente.

Todos asintieron levemente, salieron un poco más aligerados de la situación, dirigiéndose a la casa de Fujikata para pasar ese trago amargo, endulzandolo con la alegría de el hogar de los Kinomoto.

Al llegar estaban esperándolos Tomoyo y el pequeño Ren, ansiosos por saber que había pasado, también llegó al lugar Kaho, Chiharu y Yamazaki, brindando su apoyo incondicional a la castaña.

Sakura se sintió un poco nerviosa, sabiendo que Tomoyo no dejaría pasar la oportunidad de hacer preguntas indomodas a Syaoran, y por supuesto se le agregaría Eriol.

Sin duda alguna iba a ser una velada un tanto peculiar...

Dulces cicatrices. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora