Cap. 3

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Ya había amanecido, debía de llegar a las 9:00 a.m. a la empresa Li, una muy famosa mundialmente, se levantó a las 7:00 a.m. tomó una ducha, se maquilló, se vistió, secó su cabello y después de una hora ya estaba lista, se veía bien, solo esperaba que eso no le trajera problemas con Yue.

Bajó y se encontró con los ojos que parecían plata de Yue, pero ya no causaban nada en ella, ni le saludó y solo se dispuso a caminar hacia la entrada, no desayunaría si Yue estaba en la casa.
Cuando estaba a punto de salir por la puerta Yue la tomó del brazo fuertemente.

-Ten cuidado, Sakura, no se te vaya a ocurrir hacer ningún movimiento estúpido o pagarás las consecuencias.- dijo mirándola fríamente y Sakura se soltó de su agarre y se fue sin dirigirle la palabra.

Todo el trayecto trató de desaparecer las arrugas en la manga de su blusa que había ocasionado Yue, y su chófer solo la veía con cierta tristeza, todos los sirvientes de la casa sabían lo que pasaba pero nadie se atrevía a decir o hacer algo por el poder que tenía Yue.

Cuando llegó al edificio se quedó impresionada, la empresa era lo doble de enorme de lo que era la de Yue, se sintió un poco nerviosa, pero tomó un largo suspiro y se adentró a él gran edificio.
Al llegar fue a la recepción, le dijo su nombre a la secretaria y ella le indicó que fuera al piso 45.

-Vaya, la empresa de Yue solo tiene 30 pisos, y esta tiene 45, ese tal Li debe de estar hundido en dinero y poder.- dijo una vez estando dentro del elevador, para su buena suerte no había nadie.

Al llegar se encontró con un piso bastante callado, sólo estaba una recepcionista, dos oficinas laterales y una oficina enorme que decía "Presidencia" en letras plateadas en la entrada.

-Buenos días Señora Tsukihiro, el Señor Li ya está esperándola. - dijo amablemente.

-Muchas gracias Señorita, que tenga un buen día.- dijo Sakura con su amabilidad sincera, Yue no podía quitarle su esencia por más que intentara.

Sakura tocó la gran puerta y escuchó un ronco "Adelante" desde adentro, sintió su corazón acelerado pero aún así abrió la puerta y se encontró con una majestuosa oficina, pero lo que más destacaba no eran los muebles, sino esa persona que estaba sentado mirándola fijamente.

-Buenos días Señora Tsukihiro, tome asiento.- dijo apuntando la silla que tenía enfrente de su precioso escritorio negro.

-Buenos días Señor Li.- dijo con su amabilidad y sonrisa mientras tomaba asiento.

-Antes que nada, primero debo introducirle a mi empresa, su historia y sus políticas, ser responsable y eficaz es un requisito indispensable para nuestras empresas.-

-No se preocupe Señor Li, no se sentirá decepcionado. -

-Eso espero Señora Tsukihiro.-

-Por favor, llámame Sakura.- dijo, pero porque le molestaba que la llamaran con el apellido de aquel patán que le hacía la vida imposible.

- Esta bien, Sakura, esta empresa lleva generaciones en la familia de los Li, y como sabrá somos mundialmente reconocidos, la razón por la que esta aquí es porque necesitamos personal más capaz, y creo que usted sería una gran ayuda.-

-Disculpe la pregunta, pero ¿Por qué yo, Señor Li? Hay personas con más experiencia que yo. -

-Llamame Syaoran, si yo puedo llamarte Sakura tú también puedes llamarme por mi nombre, y me diste una buena impresión, creo que tienes lo necesario para estar dentro de mis empresas.-

-Muchas gracias Señ... disculpe, Syaoran, prometo no decepcionarte.-

-Ven- dijo Syaoran poniéndose de pie - te mostraré tu oficina.-

Sakura solo lo siguió y se sintió pequeña ante tal estatura y cuerpo.

-Esta será tu oficina.- dijo Syaoran viendo directamente a Sakura.

-¿Qué? ¿En este piso?- respondió Sakura extrañada cuando vio que la oficina era una de las laterales.

-Por el momento no hay ninguna otra, y aparte necesitaré de tu ayuda para otras cosas, no solo para contratar nuevo personal, me gustaría que me ayudaras a estudiar ciertas actitudes en mis juntas, y por supuesto, nuevas ideas de marketing.- dijo con media sonrisa que a Sakura le pareció la más hermosa que había visto.

-Entiendo, Syaoran, espero serle de ayuda.-

-En esa otra oficina está mi mano derecha, Eriol Hiragizawa, creo que pronto lo conocerás.-

Y como si fuera premonición, un hombre alto y corpulento de cabello negro azulado y ojos azules que se escondían tras unos anteojos salió de la oficina y se dirigió a Syaoran y Sakura.

-¡Eriol!- dijo Sakura casi en un grito haciendo que Syaoran se sorprendiera ante tal acción.

-¿Sakura? Dios mío, no te había visto desde la secundaria, sigues igual de hermosa.- dijo dándole un abrazo a Sakura y Syaoran seguía sin entender nada.

-¿Me perdí de algo?- dijo Syaoran con la ceja arqueada.

-Disculpa Syaoran, esque conozco a Eriol, estuvimos juntos parte de la primaria y secundaria, hace años que no lo veía. - dijo Sakura con una alegría genuina.

-Así es Syaoran, estudiamos juntos pero después me mudé para estudiar la universidad, cuando me dijiste que traerías a una psicóloga no me imaginé que sería Sakura Kinomoto.- dijo y a la mencionada se le borró la sonrisa.

-¿Kinomoto? ¿Eres de la familia Kinomoto?- hizo otra pregunta Syaoran.

-Sí, de parte de mi padre, ya sabes, antes de casarme.-

-¿¡Te casaste!? Diablos Sakura, dime quien es el afortunado.- dijo y Sakura se puso aún más triste, no quería mentirle a quien fue su mejor amigo.

-Me casé hace 4 años con Yue Tsukihiro, por eso Syaoran no sabía mi antiguo apellido.-

-Yo también ya me casé con Kaho, ¿la recuerdas? Solo que fue hace dos años.-

-¿En serio? ¡Felicidades! Me alegro mucho por ustedes.- dijo abrazando a Eriol de forma efusiva.

-¿Ves Syaoran? Todos ya se han casado y tú nada que sientas cabeza.- dijo Eriol dándole una palmada en el hombro al castaño.

-Solo tengo 25 años, soy muy joven aún.- respondió fastidiado.

-¿25 años? ¿Solo eres un año mayor que yo?- agregó Sakura bastante sorprendida.

-¿Tan viejo me parezco?- dijo Syaoran con media sonrisa.

-Oh por Dios, no, solo que todo esto, esta empresa es muy grande, ya sabes, lo siento.- dijo Sakura tratando de explicarse torpemente.

-No te preocupes, pero bueno, volviendo al tema, esta es tu oficina, entrarás de Lunes a Sábado de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. esta empresa esta muy ocupada ahora ya que esta creciendo de manera rápida, espero que el horario no sea un problema.-

-No es molestia, muchas gracias. -

-Wow, ya verás que esta oficina se volverá más alegre con Sakura Kinomoto aquí, o como te llames, en cuanto termines de acomodarte tú y yo tenemos que ponernos al dia. - dijo con una gran sonrisa.

Sakura tenía miedo de que su mejor amigo de la infancia descubriera la farsa de su matrimonio, ¿qué pensaría de ella? ¿Estaba preparada? No lo sabía, sentía sus manos sudar y difícilmente entro a su nueva oficina, se dispersó un poco al ver la preciosa vista que tenía, acomodo unas cosas y pensó que podría poner para hacer de la oficina su lugar de descanso.

Al parecer ese sería su nuevo hogar, porque la casa de Yue ya no lo era, estaba agradecida de que su horario fuera extenso, pero le hubiera gustado de que lo fuera aún más para no tener que estar en casa encerrada.

Dulces cicatrices. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora