El día había al fin llegado, Sakura estaba nerviosa pasando su peso de una pierna a otra, mordiéndose las uñas y sintiendo su corazón al mil, con una angustia que le carcomía la mente.
También estaba su padre y Touya, quien no le había permitido a Tomoyo asistir, porque sabía que si algo haría su esposa era querer defender a Sakura, incluso si se trataba de golpes, y eso definitivamente traería más problemas.
A lo lejos estaban Eriol y Syaoran, el ojiazul trataba de calmarlo, pero el castaño en el fondo estaba lleno de inseguridades, sin duda alguna el ambiente era pesado, como es de esperarse en un tribunal.
Llegó el juez y todos rápidamente se pusieron en sus lugares para recibirlo de pie, haciendo los honores correspondientes de cada juicio.
-Hagan entrar al acusado.- demandó el juez que ya era algo entrado en edad.
Todos guardaron silencio mientras la puerta se abría dejando ver al imponente Yue, Sakura sintió como si hubiera sido un golpe directo el verlo nuevamente después de varias semanas, y el enfrentarlo nuevamente le era muy difícil.
Las miradas de ambos se cruzaron, pero esta vez el no podía lastimarla más.
Syaoran veía la escena desde los asientos de los espectadores, mientras la castaña y su abogado estaban en las mesas frontales listos para pelear este juicio.
-Tomen asiento, por favor- dijo el Juez rompiendo el incómodo silencio- Así que hoy estamos aquí para llevar a cabo el juicio correspondiente de la demandante Sakura Tsukihiro y el demandado Yue Tsukihiro, quienes llevan años de matrimonio, la demanda es por violencia física y psicológica.-
-Así es, su señoría. - dijo inmediatamente el abogado de Sakura.
-Favor de traer las pruebas.-
El abogado se dirigió hasta el juez de manera recta, seguro de lo que hacía, mientras las suelas de sus zapatos resonaban por todo el lugar.
El juez se tomó varios minutos viendo las pruebas correspondientes, Sakura no dirigía la mirada a Yue, quien desde el principio su mirada se había clavado en el castaño, como si aún en su posición tubiese derecho sobre la vida de Sakura.
Por supuesto Syaoran lo notó de inmediato, y no se intimidó, al contrario, le dedicó una mirada llena de dureza, esa mirada digna de un Li.
-Las pruebas aquí están, más que claras, ¿Que tiene que decir la contraparte?- dijo el juez mirando directamente al acusado.
-Su señoría, nosotros tenemos pruebas de que el señor Yue Tsukihiro no ha estado en óptimas condiciones hablando mentalmente, hemos reunido los exámenes psicológicos necesarios y ha arrojado a un desorden mental que en su momento lo llevó a agredir física y psicológicamente a la acusada.-
La castaña sabía lo que eso significaba, no por nada estaba interesada en estudiar Psicología Forense, apretó sus puños y trató de tranquilizarse, lo que más necesitaba en este momento era serenidad.
-Hemos hecho los estudios correspondientes, y estos han arrojado que nuestro cliente presenta múltiples síntomas de Trastorno Límite de la Personalidad y Trastorno Delirante, como lo podrá distinguir también la Señora Tsukihiro, ya que ella también estudió Psicología. - dijo el Juez rápidamente.
Sakura se quedó meditando un momento, más bien, vario tiempo, todas las miradas se dirigían hacia ella, expectantes a su reacción.
-Su señoría, pido un receso por favor.- dijo el abogado de la castaña, al ver que esta estaba sumergida en sus pensamientos, el juicio no pintaba nada bien.
-Esta bien, en 40 minutos reanudamos el juicio.- dijo dando la orden haciendo el típico movimiento de juez.
Todos se pusieron de pie y se dirigieron a la castaña, si era cierto que Yue tenía esos trastornos no era posible que se le encarcelara, tendría que acudir a tratamientos necesarios para que se recuperase por completo, no se sabía con exactitud que podría pasar.
-¿Sakura? ¿Estas bien?- preguntó el castaño acercándose preocupado.
-Trastorno Limite de la Personalidad... Trastorno Delirante...- susurraba para sí misma, recordando sus estudios y haciendo un juicio objetivo como psicóloga.
-Sakura...- le llamó su padre, y esta volvió en sí después de unos instantes.
-Gracias por estar conmigo todos, necesito pensar un poco, lo que dijo el abogado de Yue podría ser verdad... necesito analizar... por favor.- dijo Sakura retomando su postura.
Syaoran miró a su abogado, dándole indicaciones para que le explicara que estaba pasando exactamente, así que este se alejó junto a él para explicarle detalladamente.
Cuando estaban lo suficientemente retirados Syaoran decidió hablar.
-¿Qué esta pasando exactamente?- preguntó Syaoran desesperado.
-Señor Li, como la Señora Sakura se ha dado cuenta, si el Señor Yue presenta este tipo de trastornos mentales no es posible que se le encarcele, la ley no lo permite, tendría que darsele un tratamiento especial.-
-Rayos, pero si el no era así cuando llevaban tiempo de estar juntos, ¿No es eso prueba de que él está bien?-
-Siempre hay un factor detonante en estos casos, Señor Li, como en este caso pudo ser la impotencia de no poder tener un heredero legítimo, y por consecuencia, el delirio de que la Señora le estaba siendo infiel.-
-Diablos...- fue todo lo que dijo el castaño, si bien no entendía mucho de este asunto, sabía que lo más posible es que Yue no fuera apresado.
-Es momento de irme con la Señora, me retiro.-
Syaoran solo asintió, viendo de lejos a la castaña, en unos minutos estarían de nuevo en juicio, ¿Qué camino tomaría todo esto?
Eso se lo preguntaban todos.
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Dulces cicatrices.
RomanceSakura Kinomoto, una muchacha de 18 años hija de un gran empresario conoce a Yue, un colega de su padre. Se enamora y se casa con él, pero años después sucede algo que hizo que su vida fuera un infierno. ¿Seguirá Sakura sufriendo en un matrimonio in...