𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐈 𝐈𝐠𝐮𝐚𝐥 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐢𝐨𝐬𝐞𝐬

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Hubo unos instantes de silencio, aunque Hades se haya disculpado yo me seguía sintiendo mal, había agachado mi mirada y entonces Hades me volteo delicadamente con su mano.

-Perséfone, yo te amo.

Me llevo hacia él y me abrazó, el jamás me había abrazado, me sentía bien, y segura y más con lo que me dijo, a mi nadie me había dicho que me amaba antes, ni yo se lo había dicho a alguien.

-Yo también te amo Hades.

Nos separamos y me dijo que quería ser honesto conmigo, ahora y siempre. Me contó que él le había dicho a Zeus sobre mi, un día fue a su casa y le dijo que le gustaba y entonces Zeus le dijo que estaba bien y lo ayudó o ánimo a hablar conmigo, pero que también le había mencionado, que si quería, me podía llevar, que el tenía su permiso para hacerlo.

En ese mismo momento me di cuenta que mi padre no me quería, aunque de algún modo tampoco me sorprendi demasiado al saber eso.

-¿De verdad te dijo eso?

-Si, y yo jamás te llevaría conmigo en contra de tu voluntad.

-Me has demostrado que no, así que no te preocupes.

Sabía que Hades, aunque cometiera errores, era muy especial, y para nada parecido a otros dioses.

-¿Estás molesta?

-Contigo no, con mi padre algo.

-No te preocupes quizás no sabía lo que decía porque estaba algo ebrio ese dia.

Hice una breve pausa y le dije que será mejor volver a entrar a la fiesta.

-Quedemonos aquí.

-Seria grosero de mi parte además, luego mamá se preocupa.

-Tu mamá realmente es estricta.

-¿Sabes? Me di cuenta en una ocasión que en realidad no son tan diferentes-dije mientras comencé a reir-.

-Ah ¿Enserio?

Y a Hades también se le escapó una pequeña sonrisa.

-Bueno, tengo que volver, pero si nos ven entrando juntos sería raro.

-Ya no quiero que estemos así.

-Yo tampoco, Hades, pero creo que a mamá le molestará mucho. Ya encontraremos una solución y por su puesto que no será así para siempre ¿Esta bien?

-Esta bien.

Después de un rato más en la fiesta mi madre me dijo que ya era hora de irnos, pero yo me quería quedar un poco más, así podría hablar un poco con Hades, después de insistirle un montón y con Pirítoo diciéndole que me cuidaría mamá accedió, aunque algo molesta.
Entonces después de como unos cuarenta minutos parecía otra fiesta, completamente diferente, los dioses y ninfas estaban ya muy ebrios y la mayoría en la pista de baile, bailando y riendo mientras tomaban más, incluso Pirítoo y bueno Hades solo estaba hablando con otros dioses y obviamente que Menthe estaba en la pista, no pensaba que les gustaba tomar así.

Mis amigas ninfas se acercaron a mí y me invitaron a bailar, en realidad yo no estaba muy segura de aquello, además casi no había tomado así que no tendría ese "valor" para pararme a bailar, pero siguieron insistiendo, así que tome un poco más y baile con ellas.
La música que había de fondo era clásica pero con diferentes ritmos, con ella podías saltar al ritmo de la canción, dar vueltas y deslizarte por todo el salón. Fue tan divertido que por casi toda la noche solo tomaba y bailaba con las ninfas, hasta que Menthe se acercó a nosotras con una sonrisa en el rostro y queriéndose unir, yo aún me sentía celosa de ella sabía que ahora solo era amiga de Hades pero aún así no soportaba ni escuchar su voz, sabía que ese sentimiento estaba muy mal, cuando era niña, una vez mi madre me dijo que siempre se tenía que guardar la compostura y la calma, ante todo y nunca dejarte llevar mucho por las emociones pero es que ese sentimiento no sabía cómo detenerlo.

Y bueno Menthe solo hacia comentarios que al final de ellos se acercaba más a mí y me decía al oido que era una broma o que no era por ofender y eran comentarios como que había estado con varios pero que nadie como cierto dios de las tinieblas.

Yo preferí irme y como ya varios se habían ido y todos estaban bailando o distraídos o muy tomados, también como yo lo estaba decidí ir con Hades, aunque tampoco pensé mucho en los demás. Hades estaba recargado en el muro tomando unos tragos y le dije a Hades que ya no quería ocultarlo, que no me importaba ya lo que pensaran y que tenía bastante razón de que mi madre es muy muy estricta, me dijo que él creía lo mismo y que a veces le dolía que todo fuera en si un secreto, así que no lo pensé dos veces y asegurándome de que Menthe me viera, bese a Hades.

Creo que varios de la fiesta nos vieron con impresión, desde luego que lo harían ya que jamás hubieran pensado que Perséfone la hija de Deméter haría eso, algunos otros no se dieron cuenta, Hades igual que los del primer grupo se quedó impresionado pero mucho más que los otros, así que me tomo de la muñeca y me llevo a afuera.

-Perséfone ¿Qué haces?

-¿Qué? ¿Qué hago de qué?

Hasta esta altura de la fiesta ya estaba ebria, al día siguiente por supuesto que me avergonzó todo esto, jamás había sido así, siempre de que miraba gente embriagada solo me daban algo de vergüenza ajena, pero ahora, era yo quién la daba, me di cuenta que me había comportado igual que otros dioses.

-Perséfone ¿Qué pasó?

Le tuve que explicar a Hades que había sido por Menthe, ya que hablaba de él y eso me enojaba, y a la vez si fue real y verdadero lo que le dije de que no quería ocultar esto mas.

Hades se miraba triste y más serio de lo usual, creo que lo descepcione aquella ocasión, también me descepcione a mi misma.

Ahora el rumor de mi y Hades se iba a exparsir, desde luego que iba a llegar hasta mi madre y eso me asustaba, así que, solo comencé a llorar, cuando lloraba casi siempre trataba de que nadie más me observará, y ahora Hades ya me había visto hacerlo y no dijo nada, no preguntó el porque y solo me abrazó.
Yo me sentía como un desastre, por lo que hice, por lo de Menthe y había días en los que ya no podía soportar a mamá, la amo, pero a veces es difícil y sabía que si se enteraba, me prohibiría volver a verlo.

Mitología griega: Hades y Perséfone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora