Mitología griega: Hades y Perséfone

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈𝐈: 𝐔𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚

Después de eso Hades me preguntó que si quería conocer un poco más de su reino, que el con gusto me lo mostraría.

Yo si quería verlo un poco más ya que me había intrigado y aunque mamá no supiera que me había salido de casa me preocupaba que se hubiera dado cuenta y que quizás en ese mismo instante me estuviera buscando. De hecho, una vez ya me pasó así y lo que pasó fue que yo y ella tuvimos una fuerte discusión y yo escapé por un rato, pero se dio cuenta que no estaba y rápidamente salió a buscarme, finalmente me encontró, yo estaba sentada en la rama de un árbol y vaya que esa vez se enojo muchísimo, me llevo de regreso a casa y durante todo el camino me estuvo reprochando por lo que había hecho y también continúo haciendolo cuando estábamos en casa.

Desde que eso pasó me tenía vigilada todo el tiempo, todos lo días y también implementó más guardias para que ya solo pudiera salir si hiba con ella, esos tiempos fueron difíciles pero luego todo se calmó y no quisiera tener que pasar por lo mismo de nuevo, así que era mejor regresar.

Entonces cuando Hades me preguntó si quería conocer un poco más el inframundo dije que no y el porque aunque obviamente no le conté todo a detalle; solo que no podía quedarme más tiempo ya que mi madre no sabía que estaba fuera y que pudiera ahora mismo estarme buscando y no quería que se preocupara.

-Entonces -dijo.-¿Quizás nos podamos volver a ver alguna otra vez? Y así poder mostrarte el inframundo.

Sinceramente no sabía que responder ya que él al principio me había parecido alguien con el que definitivamente no quería convivir, después, al saber que solo trataba de ayudarme (aunque no de la mejor manera la verdad) quizás podría verlo e incluso ser amigos, mi madre me dijo que no confiara muy fácilmente en ellos pero él podría a llegar a ser quizás mi primer amigo Dios. Así que decidí tomar ese riesgo.

-Supongo que sí, pero a... Deméter no le gustaría y no te gustaría tener problemas con tu hermana, supongo...

-No, no quisiera tener problemas y mucho menos con Deméter.

-Entonces...-dije -Hasta que las circunstancias hagan que nos encontremos de nuevo.

-Entonces -dijo Hades- Hasta luego.

Hades me trajo de nuevo hacia el bosque y afortunadamente casi ya no llovía, me despedí de él, y él volvió al inframundo.

Al fin pude llegar a casa y colarme en mi habitación, afortunadamente para mí mi madre parecía no haberse dado cuenta de mi ausencia, así que me quite el vestido que llevaba puesto y me puse algo más cómodo para dormir, me senté en el espejo y cepille mi largo cabello para después dirigirme a la cama.

Ese día definitivamente que pasaron muchas cosas, aún no podía creer que había conocido al Dios del inframundo aunque de manera que me pareció bastante extraña, de tanto tiempo que a andado por el bosque jamás me lo tope "¿Él ya me habrá visto antes?" Pensé, aunque bueno también había dicho que casi no salía mucho hacia el bosque... Me preguntaba si acaso el iría seguido al Olimpo.

Esa mañana, temprano, escucho que alguien toca la puerta de mi habitación, era mi madre con una noticia. Entró y se acercó a mi.

-Perséfone lo pensé bien durante la noche, creo que e sido algo dura contigo...

-No te preocupes madre, yo igual lo siento, se que... solo tratas de cuidarme.

-Vayamos al Olimpo -dijo, dudando un poco y luego viéndome con una pequeña sonrisa.

-Te refieres...¿Ir de visita?

-Me refiero ir a vivir allá, hablaré con Hermés el mensajero para que le diga a tu... padre que nos tenga una casa para las dos.

Mis ojos soñolientos de repente saltaron de alegría, estaba impresionada, pensé que después de la pelea de anoche no querría saber nada de mi.

-¡¿De verdad?! Y ¿Cuando iremos?

-Hasta que Zeus nos tenga una casa lista.

-¿Y también seguiremos viniendo aquí? Extrañaría a mis amigas y el bosque

-Por supuesto que sí, también vendremos aquí cuando queramos, además pues tenemos que cuidar la tierra.

Le sonreí y la abracé y ella me correspondió con un ligero abrazo y unas ligeras palmadas en los hombros.

-¿Por qué cambiaste tan drásticamente de opinión? -pregunte.

-Porque creo que tienes razón y deberías conocer a otro dioses también. Claro que debes de tener mucho cuidado con ellos, aun así yo trataré de estar a tu lado siempre.

Me causo algo de desánimo escuchar eso ultimo, tenía la esperanza de que tambien con eso llegará a cambiar de parecer, pero igual, ya me había acostumbrado desde pequeña a la idea de que ella siempre me sobreproteguera.

-Entonces -prosiguió -como te dije, enviaré el mensaje a Hermes para que lo lleve hasta el Olimpo con tu padre, lo antes posible.

-¿Crees que a él le agrade? O ¿Nos reciba bien? -pregunté.

-Lo que piense él es lo que menos me importa, además no viviremos con él y le guste o no nos tendrá que conseguir una buena mansión, es lo mínimo que puede hacer.

Mamá jamás a querido a Zeus o hablar mucho de él. Durante mucho tiempo eh pensado si a ella le hicieron algo muy malo que haga que sea como es conmigo y es por eso que no confía en muchos de los dioses. Y que por eso me tiene aqui. Jamás fui valiente de preguntarle sobre eso y supuse que solo era una madre que trataba de proteger a su hija, como supongo todas las madres lo hacen.

Entonces yo solo asentí.