𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐕𝐈𝐈 𝐂𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚𝐬

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Ya habían pasado unos 2 meses desde que Hades y yo estábamos por fin juntos, sin embargo aún no recibía noticias de mi madre, me temía que el plan de que ella iba a venir y hablaría conmigo jamás iba a suceder, quizás si me odia ¿Se habrá dado cuenta de que en realidad no me raptó? Ese fue mi pensamiento durante los siguientes días, pero un día de nuevo llegó Hermes aquí, estaba segura que con más cartas de mi padre y efectivamente era así.

—Hermes—le dije.

Se le notaba algo raro igual que en otras ocasiones en las que venía a entregar. Le pregunté a Hades, quién estaba conmigo, discretamente que si acaso Hermes siempre se comportaba de tal modo, yo no lo conocía mucho de hecho pero sabía que esa no era una actitud demasiado normal de su parte, Hades me dijo que no, que en realidad se llevaban algo bien y que cuando venía otras veces antes de que llegara yo, no sé portaba así.
Eso se me hizo un poco extraño pero de igual modo no le tomé mucha importancia.

—¿De nuevo más cartas de Zeus no es así?— pregunto Hades.

— Así es… Bueno en realidad… Perséfone Deméter esta muy preocupada.

—Me lo imagino… pero ¿Por qué lo dices? ¿Cuando viste a mi madre?

—Ella ha estado llendo a casa de Zeus, ella es la que pide que se envíen los mensajes y cartas.

—¡¿De verdad?! —Pregunte por fin tenía algo de mi madre, lo sabía, a Zeus yo no le importaba tanto.

—¿Por qué lo hace en nombre de Zeus? —Pregunto Hades seguido de mi.

—No lo sé muy bien — respondió Hermes— Tampoco es como que suela meterme mucho en las cartas que quieren que envíe o en las personas que lo hacen pero, Deméter realmente se ve mal, no se si lo han notado… Toda la flora… Es como si se estuviera desvaneciendo. Hades solo suelta a Perséfone y dejala ir.

—Hades.—dije— Él me trajo hasta aquí… Pero yo ahora realmente quiero quedarme y no podría volver, he comido las semillas de la Granda del inframundo, y estoy bien, me encuentro bien. ¿Le podrías decir eso a mi madre por favor? 

—Lo haré.

Hermes se fue y después de eso Hades me preguntó que si realmente estaba bien aquí con él, le dije que si, y era la verdad, cuando estaba allá de hecho me sentía encerrada, vigilada y custodiada, ya no quería vivir así y amaba a Hades, aunque esto tampoco fuera libertad totalmente, al menos si me sentía más cómoda y con él era todo perfecto. 

Ahora me quedaba algo inconcluso ¿Por qué Deméter enviaba sus cartas en nombre de Zeus? Suponía que era porque quizás pensaba que yo no le haría mucho caso a ella, pero ¿Por qué pensarías eso? En realidad quizás creé que como le "temo" más a Zeus le iba a hacer más caso.

Pero unos dos días después algo muy extraño ocurrió. Era de noche, Hades y yo teníamos un muy agradable banquete, había de todo tipo de comida y vino, todo era estupendo y exquisito, sin embargo yo terminé antes que Hades y como ya era algo tarde el insistió en qué me fuese a dormir a lo cual yo accedí. Nuestra habitación es enorme, tiene una enorme y hermosa puerta, la cama tiene unas cortinas verdes oscuras al rededor, hay un candelabro colgando con velas, de hecho, estaba repleta de velas, he de admitir que realmente tiene un muy buen gusto, o tal vez se esforzaba por mi.

Me prepare para dormir y cuando casi para quedarme dormida escuché unos sonidos algo fuertes y extraños, me levanté para averiguar que ocurría, me coloqué mi bata de dormir color negra y salí de la habitación ¿Hades? Preguntaba pero era inútil, no había respuesta. Pregunté varias veces mientras me acercaba al comedor principal, cuando se escucharon sonidos más extraños y por fin hubo respuesta.
—Perséfone aléjate no vengas.

Era la voz de Hades pero en un tono que me preocupaba.

—Hades ¿Que pasa?

Y antes de que él me pudiera contestar algo llegué hasta donde habíamos tenido nuestro banquete y mire a dos personas encadenadas en las enormes sillas de madera, me impresioné muchísimo pero fue más mi impresión al ver qué uno de ellos era Pirítoo.

-Pero… ¿Que ocurre? ¿Pirítoo? 

—Perséfone—contesto Pirítoo— yo intentaba sacarte de aquí pero él nos encadenó aqui.

—Calla—ordenó Hades— venías aquí no para sacarla al menos no en el modo que lo cuentas venías aquí para llevártela como Teseo hizo con Helena ¿No es así? 
Perséfone te lo dije, y por supuesto que ellos aún se seguían viendo, si son los mejores amigos, seguro tu ayudaste a Teseo a llevársela, ahora que les quede claro, alejense de mi esposa.

¿Era verdad? ¿Pirítoo y Teseo venían a raptarme? En ese momento solo sentía como mi estómago se revolvía una persona a la que considere amigo alguna vez, estaba tratando de hacerme daño, todo había sido falso su amabilidad, su sonrisa, él solo quería llevarme, seguramente era así porque estaba con Teseo cuando supuestamente después de que se llevará a mi hermana, ellos ya no tuvieron más comunicación… No puedo creer que yo y muchos del Olimpo se hayan tragado ese cuento.

—Esto nunca lo pensé de ti, todo el tiempo me estuviste engañando con tu falsa amistad, o lo que fuera ¿Es cierto, no? Viniste a llevarme.

Pirítoo no me miraba a los ojos y se limito a solo encogerse de hombros y sacar una muy pequeña sonrisa, pero era una que no había visto jamás.

—Tal vez—dijo—de todos modos ahora estoy condenado, así que ya no importa. Realmente me gustabas y si te quería para mí, que estuvieras conmigo, creo que no había otro modo de que lo hicieras, eso lo entiende bien Hades.

Yo no pude decir algo, o si quiera explicarle lo mío con Hades porque ni siquiera se lo merecía, ahora lo repudiaba.

—Ahora si deberías irte—me dijo Hades.

—¿Que harás con ellos?

—Me aseguraré de que no vuelvan a causar problemas.

Siempre pensé que se les había encerrado en algún calabozo para siempre, la verdad ni si quiera hoy estoy segura de lo que realmente pasó con ellos, Hades no me lo aclaro bien y solo me dijo que ya no me preocupara por eso, que debería estar segura de que ya no harían más daño jamás, siempre le he agradecido por defenderme a su manera.
Supongo que ahora Helena ya es por fin libre nunca la conocí pero aún así el saber aquello me tranquilizaba y me hacia feliz.


Mitología griega: Hades y Perséfone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora