𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈: 𝐒𝐮 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐨

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-Hades...

-¿Que ocurre Perséfone?

-No sé, es que esto me ha hecho preguntarme sobre algo, aunque admito que antes de esto también me lo llegué a preguntar y es sobre que se sentirá morir, es decir, soy una diosa jamás sabré lo que se siente en el momento justo cuando mueres es decir ¿Solo vez oscuro y despiertas en donde perteneces....? ¿En los campos Elíseos o asfodelos, o... El tártaro?

-No debes de preocuparte por ello pues jamás lo vas a experimentar, no tiene entonces sentido preguntartelo.

-¿Tu jamás te lo has preguntado?

- Supongo que alguna vez me lo pregunté, pero ya no recuerdo cuando fue.


Durante la mañana, me preparé para ir al bosque, mi madre está vez no iba a ir ya que yo le dije que solo iba a ir a ver a mis amigas y pasear un rato y tal vez recolectar algunas flores, así que me dejó ir sola.

Al llegar al bosque no sabía muy bien si es que había una entrada especifica hacia el inframundo ya que la vez que entre fue por una grieta que Hades abrió, pero no estaba segura sí había un tipo de puerta para entrar allí.

Estuve por un rato en el bosque, paseando, que es de mis cosas favoritas de hacer, de nuevo me encontraba cortando flores y de lo distraída que estaba en ellas y mis pensamientos ni si quiera me di cuenta que Hades ya estaba allí.

-¿Perséfone? -dijo.

A lo que yo hice un pequeño sonido de susto y asombro.

-Hades... Perdona no te había visto.

-No te preocupes y lamento si he llegado tarde.

-No, está bien yo llegue más temprano de lo acordado, y por cierto mientras paseaba pensé en qué, bueno tú me habías dicho que no solías salir al bosque y menos a plena luz del día y yo quisiera pedirte perdón porque cuando te sugerí vernos aquí no tome en cuenta eso.

Hades solo se limito a hacer un gesto de "no" con su cabeza, es decir que no había problema o que no me preocupara, y luego solo se quedó en silencio unos pocos segundos mirándome y sin darme cuenta yo hice lo mismo fue como si sus ojos me hubieran hipnotizado o encantado, creo que es lo que me gusta más de él. Y luego sentía como si toda mi cara estuviera caliente. Hades sonrió y prosiguió a hablar.

-Ven, vamos.

-Emm cierto donde ¿Dónde está la entrada hacia tu reino?

-¿De verdad no lo sabes?

-No...

-Bueno hay una en el bosque y se hizo muy secreta para que ningún mortal la pudiera crusar, se supone que los dioses saben dónde está.

-A mí jamás me lo enseñaron.

-Yo te enseñaré entonces.

Llegamos a una parte del bosque bastante profunda y que nunca había visto, se sentía bastante diferente al bosque, aunque seguía siendo parte de este, los árboles parecían estar más sombríos, oscuros y sin muchas hojas al igual que todas las demás plantas.

Ni si quiera supe bien cuánto tardamos en llegar allí pero estoy segura que fue en muy corto tiempo, me preguntaba si esto era una de esas cosas que solo los dioses podían hacer.

Hubo un punto en que se sentía más calor y ahora todo estaba más oscuro que antes incluyendo todo lo de alrededor. Entonces nos topamos con una puerta de madera y hierro, que la cubrían unas ramas viejas de los árboles, el me dijo que está era una de las entradas principales.

Entonces al entrar había unas grandes escaleras abajo y tras pasarlas enfrente de nosotros había un puente para llegar a dónde se suele situar Hades, al cruzarlo se encuentra la gran puerta principal y obviamente con cerbero afuera de ella.

Cuando estábamos por cruzar el puente Hades notó en mi el miedo, pero me dijo que me tranquilizara que el era el Dios de todo esto entonces no dejaría que le pasará algo malo a alguien que el mismo invitó.

Y entonces llegamos hacia el gran portón, afortunadamente Cerbero solo se quedó quieto.

-Oh mira, está vez él no intento básicamente matarme.

-Creo que ya le agradas, además sabe que eres una conocida entonces...

-Entonces ¿No somos amigos tu y yo?

Hizo una breve pausa y después continuo a hablar

-Si, lo somos.

Entonces primero me llevo a conocer los campos Elíseos los cuales estaban en una sección subterránea de los infiernos donde las almas de los hombres bondadosos y virtuosos y además héroes se encuentran reposando felizmente. Es un campo lleno de flores y árboles de todo tipo, era como la tierra pero mucho más hermoso y mágico.

Después me llevo a conocer los Campos de Asfódelos me dijo que allí es donde las almas ordinarias, es decir las que no fueron ni buenas ni malvadas van y en dónde realizan tareas monótonas ordinarias. Ahí también había gran variedad de flora y fauna aunque no tanto como en los campos Eliseos, luce muy parecido a la tierra.

-Ahora -dijo. -Seguiria el tártaro pero es mejor no mostrartelo.

-¿Porque no?

-¿No has oído de el?

-Si, he oído que es donde estan las peores personas ¿no es así?

Yo solo sabía un poco sobre estos lugares según mi madre o otras personas comentaran sobre estos, pero nunca los conocí a profundidad.

-Si -dijo. -está muy debajo de aquí y a todas esas personas que hicieron cosas horribles se les está castigando, así que yo quisiera que no vieras eso.

Supongo que tenia razón, es un lugar al parecer bastante horrible, él solo quería protegerme, y luego me quedé un rato en silencio.

-Hades...


Volvimos hacia el bosque y le agradecí por haberme llevado a conocer básicamente su mundo "un placer " me dijo y bueno algo que no alcance a decirle pero me habría gustado hacer fue que ahora entendía lo que dijo la otra vez: que en el inframundo tal vez no sea el lugar de ensueño pero realmente logras ver algo especial en el, hay belleza en el a pesar de que quizás es todo lo contrario a lo que me gusta o prefiero.

Mitología griega: Hades y Perséfone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora