𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈𝐈𝐈 𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐲 𝐥𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬

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Perséfone, Perséfone, escuchaba una linda y alegre voz llamándome desde lejos, mientras yo me pasaeba entre flores y plantas, que, algunas llegaban a taparme, y al final de mi paseo entre ellas estaba mi madre viéndome orgullosa, como si supiera que sería una próxima gran Diosa, (aunque creo que nunca lo fuí) y seguramente pensando que estaba y que estaría orgullosa de mí también en el futuro, no se si de verdad pasó pues yo cuando vivíamos en el mundo mortal, siempre trataba de hacer mi mejor esfuerzo y trabajo pero no parecía totalmente convencida, yo creía que lo hacía bien, daba lo mejor de mi, pero para ella nunca fue suficiente lo que hiciera y siempre me exigía más, creo comprender que era para hacerme una gran Diosa algun día, y ser la mejor, pero a veces, simplemente dolía, no estoy segura si alguna vez fui su orgullo pero con la que ocurrió si fui su decepción por un tiempo.

No podía de parar de decirle que lo sentía, pero parecía no escuchar, Sacó sus propias conclusiones y comenzo a enfadarse aún más, me dijo que nunca esperó que yo me embriagara de ese modo, y que mucho menos besara a Hades y que tubiera una relación con él.
Todo pasó un rato después de la mañana, Pirítoo le contó a mi madre lo de la fiesta, puesto a que el aún seguía allí también en la fiesta cuando ocurrió eso, me enoje con él desde luego, recuerdo haberle dicho que no era mi problema que yo no gustará de él, a lo que el solo se fue, y fue cuando mi madre empezó a retarme, pero después de un rato, cuando se calmó algo, por fin pude hablar más de una línea continua —Madre… De nuevo te pido perdón y se que estuvo mal lo que pasó toda esa noche, pero quiero que sepas que Hades no es alguien malo o algo así, y tú misma deberías saberlo. —Jamas conviví con él.—me dijo. Hubo un momento de silencio entre las dos, hasta que habló con una voz autoritaria y fría y algo triste me dijo que me había burlado de ella, que nunca hice caso a sus advertencias, que quien sabe que tipo de relación tenía con él y que quien sabe cómo es que lo veía, probablemente huyendo de la casa. Y para terminar me dijo seriamente que jamás iba a volver a salir con él.

Yo ya no dije nada porque de cualquier manera sabía que ella no lo iba a entender.

Pasaron unos días y trate de escribirle una carta a Hades diciéndole lo que ocurrió, aunque supongo que se lo imaginó, sin embargo no me salían las palabras, era un día algo lluvioso que me recordó tanto a el... Así que me senté en mi viejo escritorio de madera y finalmente le pude redactar algo.

"Querido Hades, ya han pasado unos días desde lo ocurrido, aún no encuentro las palabras exactas para decirte cuánto lo lamento, no debí hacerlo y supongo que la mayoría en el Olimpo lo saben, pero ¿Sabes que? A la vez es un alivio, pues por fin nuestro amor ya no se ocultó más, sin embargo, como te lo debes de imaginar esto también llegó hasta mi madre, ahora tengo prohibido verte y también estoy castigada, no podré salir por unos cuantos días. Hades al parecer todo terminó, de verdad lo lamento y la cantidad de veces que lo diga se que no importa, yo no quería esto, eres lo más importante para mí y yo lo estropee todo, así que supongo que ahora mismo estás molesto y lo entiendo porque yo de igual modo lo estoy y conmigo misma, aún así espero que no me odies y espero volver a verte pronto."

Terminé la carta y mientras la escribía sentía algo muy feo en mi corazon, asi que no pude evitar llorar algo. Tomé un sobre y la puse dentro, luego la sellé y al final le puse mi firma y a quien iba dirigida. Un día que Hermes llegó con nuestro correo, yo lo recibí y fue mi oportunidad perfecta para pedirle que le llevará la carta lo antes posible a Hades, por supuesto accedió. Le pregunté cómo estaba la situación con lo que sucedió y él me comentó que de eso se crearon muchos chismes y rumores respecto a eso pero no me quiso decir detalles, dijo que no era necesario saber lo que la gente pensará si uno mismo sabía la verdad de las cosas.

Con eso, obviamente me pude imaginar que decían esos rumores, ya que desde que llegué aquí me di cuenta que todos siempre hablaban de todos, y la mayoría de veces no cosas muy buenas. Los mortales suelen idealizar mucho al Olimpo y a los dioses, algunos piensan que todo es perfecto y que todos somos perfectos, la divinidad máxima, pero solo somos personas como ellos pero que nunca morimos y que tenemos un poder que es nuestra condena. Claro, tampoco nos quiero autocompasionar tanto, puesto a que vivimos en lugares hermoso y lujosos, hermosa naturaleza y paisajes, cualquier fantasía de lugar hermoso para los mortales creo que no se podría comparar con el Olimpo, sin embargo aún así, a veces tengo fantasías de ser una mortal, llevar una vida tranquila, probablemente en el campo o lejos a la orilla del mar, sin que nadie me reconozca, pero recuerdo cuando hablé algo así con Hades y tenía razón, si nunca va a pasar, es mejor no perder el tiempo pensando en ello, o me pareció que algo asi dijo.

Mi castigo no era tan diferente a mi vida rutinaria de antes, mi madre me acompañaba a todos lados aunque esta vez, sin dejarme oportunidad de ir sola algo mas lejos, y bueno tambien eran menos las salidas, solo al bosque para que yo y mamá trajeramos mas fauna y flora.
Un buen dia en el bosque me encontre con uba amiga ninfa, mamá solo se nos quedo viendo por un momento y continuo con sus asuntos. La ninfa (llamada Agape) me saludo con un calido abrazo, hablamos un poco y me pregunto entre susurros que como estaba mi madre por la situacion—   Como puedes ver esta muy, muy molesta.-Respondí tambien entre susurros. —Creo que este castigo sera para toda la eternidad, y ahora se esta preocupando mucho por saber si sigo "pura". —Y… ¿Aún lo eres?

Su pregunta hizo que se me abrieran los ojos y sacar un extraño sonido a lo que mi madre nos volteó a ver extrañamente y solo le sonreímos.
—Nunca—continue susurrando— he tenido algo de eso con Hades o con cualquier otro y se lo he tratado de decir pero no sé si me cree.

Y era verdad, jamás había hecho eso con alguien y nunca había pensado en Hades de ese modo y nosotros nunca propusimos algo así, o hablamos de eso, me preguntó si él alguna vez pensó en eso.

Mitología griega: Hades y Perséfone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora