Capítulo 15

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**Relata Daniela**

Esa mañana no necesité despertador, ya se encargaron de todo los rayos que entraban por mi ventana. Me estiré entre las sabanas y después me fui incorporando.

Salí de la cama como pude y me fui a duchar, mientras el agua caliente se pegaba y resbalaba por mi cuerpo pensé en el día anterior y me agobié, tragué saliva y cerré los ojos. ¿Como de un día para otro había cambiado tanto mi vida? ¿De pronto tenía amigos? ¿De pronto el popular del insti me habla? O más bien me hablaba pero da igual, lo había hecho. ¿Era todo un sueño? ¿Me había dado un golpe tremendo y estaba en coma sin darme cuenta? Dicen que tus sueños son tus deseos más escondidos pero quizás todo era un sueño. Me pellizqué un par de veces para confirmar que no era estaba soñando pero daba igual ya que en los comas también se tienen sensaciones y todo es igual, como si fuera real. Solo me quedaba pensar que algo muy malo venía detrás y eso me agobiaba todavía más.

Al rato salí de ducharme, preocupada. ¿Cómo no estarlo? Todo lo que estaba pasando me superaba y por eso tenía constantemente sudores fríos recorriendo mi espalda. Estaba también muy nerviosa por dos razones:

1ª: Ayer le confesé a Leonor mis intenciones: irme, básicamente; Tenía que bajar a desayunar pero no sabía demasiado bien como reaccionar. La necesito, nadie puede llegar a comprender lo importante que ella es para mi.

3ª ¿Alguien más a parte de Harry, mis amigos y yo sabe algo de lo que ha pasado? No confío demasiado en que Harry sea tan bocazas como para contar algo sobre nuestra quedada, después de todo él sería el perjudicado. Él sería el que quedaría a la altura del betún por tener algo que ver conmigo, pero nunca se sabe.

Me vestí y baje a desayunar no muy convencida.

-Buenos Dias...- Dije casi preguntando cuando entré muy lentamente en la cocina.

Nadie respondió así que camine aún lentamente por la cocina cuando vi sobre la mesa mi desayuno, eso es buena señal. Quiere decir que no está demasiado deprimida como para quedarse encerrada en algún cuarto de la casa y... sí, bueno, quedarse ahí, porque sinceramente es lo que yo haría. La comprendería si lo hiciera pero no soportaría verla así.

Desayuné y en cuanto me levanté para lavar mi bol de leche, localicé a mi abuela tras la ventana. Estaba cuidando las flores del jardín cuando nuestras miradas conectaron. No reaccioné, pero ella sí, al instante, dedicándome una de sus muchas, habituales y cálidas sonrisas. Ver eso hizo que mi corazón latiera un poco más rápido,calmándome, parecía feliz, nada que ver con el panorama de ayer por la noche así que le devolví la sonrisa, la saludé con un movimiento de la mano y salí de la cocina para irme al instituto, no sin antes mandarle un mensaje a Esther diciéndole que si estaba lista pasara por mi casa que ya estaba saliendo hacia el coche.

Cuando me acomodé en el asiento de mi Fiat recibí un mensaje suyo diciendo que al final no hacia falta porque iba con su hermano. La verdad es que no sabía muy bien en donde estudiaban sus hermanos. Aquí solo había dos institutos el primero, por así decirlo, era normal al que yo iba y el segundo en realidad fue como un experimento. En ese instituto se estudia todo lo relacionado con la música, el arte, la danza... etc Pero es bastante cara y para entrar necesitas tener como un ''talento'' o algo así.

(Por cierto, una pequeña aclaración: Aunque tenga coche a mis 16 años, legalmente no puedo conducirlo pero este pueblo no es muy grande y casi toda la gente nos conocemos entonces depende de quien seas y tu expediente policial puedes conducir o no. Esta ''regla'' sí que es un poco salvaje y descuidada pero no nos va tan mal y si lo miras por el lado positivo cuando nos examinamos para el carnet de conducir el examen práctico lo bordamos)

Llegué al insti e ignoré las miradas depredadoras de los populares, las de lástima de los otros marginados y bueno, evité a los Invisibles por si las moscas, para dirigirme directamente a mi taquilla y escoger los libros de mi siguiente clase, Física y química. 

Me pasé esa hora y las demás concentrada en las palabras de los profesores, no quería distracciones ya por la tarde me relajaría acercándome a la academia de ballet de la señorita Claire; Teóricamente tendría clase con Harry pero después de lo de ayer no espero ni que se acerque a mi, además de que es lo que más le conviene si no quiere que le haga pasar el peor rato de toda su vida y grite que él ayer estuvo conmigo, le haría perder su popularidad aunque no creo que nadie me creyera.

Tan solo coincidí con Esther en una clase, pero tampoco la hice mucho caso. Ahora que pienso en el tema de las distracciones quizás podría haber hecho algún amigo, aunque fuera marginado, en todos los años que llevaba en el instituto. Pero si como Harry dice no quería a nadie cerca de mi, imagino que a ellos también los rechacé. En verdad no entiendo porqué no recuerdo esa etapa de mi vida. Una vez leí que tu cerebro elimina los malos recuerdos de tu mente, los que podrían causarte algunos daños psicológicos graves (Es comouna técnica de seguridad del cerebro o algo así aunque no creo que funcione en todos los casos porque si no los psicólogos, seguro, perderian la mitad de sus pacientes). Quizás es es por eso que yo no lo recuerdo.

Las clases acabaron y me fui a casa, no me percaté de la presencia de Harry en ninguna de mis clases, aunque tampoco me fijé demasiado.

Cuando llegué a casa eran las seis, así que subí a mi cuarto a hacer mis deberes no sin antes agenciarme un donuts de chocolate de la cocina, pero quien dice uno dice...2...o 3... Termine con una caja llena de donuts de diferentes clases y puse a calentar una taza de chocolate caliente.

-Ya basta Daniela, si sigues así vas a arrasar con la cocina entera. -Dije para mi misma,pero en alto.

Subí con todo y me acomodé primero en la cama posicionando la taza y los donuts en la mesita de noche mientras que los libros abiertos encima de la cama.'' Un rato estudiando y después a la academia de Claire'' Pensé. Una tarde así sería genial, como habitualmente hacía.

Después de una hora estudiando y atiborrándome a donuts sonó el timbre.

-Abuela- Chillé desde mi habitación sin obtener respuesta.-Abuelaa- Insistí  y el timbre volvió a sonar. Creo que solo estaba yo en casa.

-Mierda- Maldije en voz alta.

Me coloqué mis pantunflas me limpié los morros que tenía manchados de chocolate y bajé corriendo las escaleras gritando el típico ''ya va''.

Abrí la puerta y mi sorpresa fue mayúscula al ver quien se encontraba detrás de la misma.

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Como buena noticia diré que HE ACABADO EL CURSO WIII!! :') , y como mala diré que soy muy vaga. Ahora mismo estoy escribiendo el siguiente capítulo pero realmente no se cuando lo subiré. Gracias por vuestra atención mon amour :*

 

Historia De Una NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora