Historia De Una Nerd

Capítulo 5

Abrí los ojos con la canción ''Move'' de Little Mix. Mi móvil tenía esa canción para el despertador.

 Me levanté perezosamente y bajé a desayunar con el pijama. Mi abuela me había dejado en  la cocina un bol de cereales que devoré rápidamente. Me lavé los dientes y me di una ducha rápida. Me hice una trenza, me fui a vestir y cogí lo primero que encontré, unos pantalones vaqueros negros, con una blusa de color blanco y unas Hunters de color rojo como zapatos (Me daba igual que el color cantase mucho, ya se habían burlado de mi muchas veces, esta solo seria una más) y salí de casa con la mochila a mi espalda. No sabía donde estaba mi abuela pero con las prisas no me molesté en buscarla.

Cuando abrí la puerta me sobresalté porque justo delante de mi encontré a Esther que estaba a punto de llamar al timbre.

Me miró alzando las cejas, pero cuando pareció darse cuenta de quien era sonrió de oreja a oreja.

-¡Buenos días!- Dijo levantando una mano y moviendola hacia los lados-No se porqué pero tengo el presentimiento de que hoy va a ser un gran día.- Y muy largo también. Estuve apunto de decir. Pero me lo callé ''Si no tienes nada bueno que decir mejor cállate'' Eso era lo que me decía Inna, era una de mis cuidadoras en el orfanato. Casi siempre era ella la que me pillaba insultado a alguno de los demás niños del orfanato que eran malos conmigo. Aveces estallaba e insultaba a quien fuera que me dirigiera la palabra en ese momento, y como solo lo hacían los niños para insultarme, les gritaba. Tan altos eran mis gritos que venía Inna y me regañaba.

Dediqué a Esther una sonrisa forzada y cerré la puerta. Ella me siguió hasta el coche y se sentó a mi lado cuando estábamos dentro.

-Eres muy poco habladora ¿Verdad?

No respondí, pero tampoco me inmuté.

-No te preocupes mi hermano Zayn se parece a ti. Estoy acostumbrada a ser la única que hable en una conversación, si se le puede llamar así- Rió

-No quiero forzarte a hablar pero ¿Porqué no me cuentas cosas sobre ti?

Estábamos en un semáforo en rojo así que decidí mirarla.

-Ya te lo he contado. Vivo con mi abuela y voy a un instituto en el que soy una marginada. Mi vida es sencilla- Volví a mirar a la carretera. Ya era mucho haberla dicho eso el primer día de conocerla, ella fue la excepción y todo porque me inspiró algo más que confianza.

-¡Vamos! Seguro que tu vida es más ajetreada. -Insistió.

Negué con la cabeza mirándola de reojo

-Pues yo me niego a que seas tan aburrida.- Alzó los brazos y empezó a moverlos agitadamente

Reí ante su entusiasmo. Era sorprendente la de sonrisas involuntarias que me había sacado esta chica en lo poco que llevábamos juntas. cuando normalmente solo sonrío cuando estoy cerca de mi abuela.

Después de dejarme claro que haría cambiar mi forma de vida empezamos a hablar sobre nuestro pasado. Mentira. Ella me contó casi toda su vida, yo solo intervenía cuando ella hacia la pregunta ''¿Y tú?'' a la que no me quedaba otra que responder, aunque fuera cortamente. A los 20 minutos llegamos, y en 10 aparcamos el coche. Estábamos en semana de exámenes pero al principio de curso los primeros solo eran de calibración para ver de cuanto te habías olvidado en el verano.

Entramos al instituto tarde, suerte que no cerraban las puertas si te retrasabas, aunque lo habíamos hecho a propósito ya que yo quería enseñar a Esther el instituto cuando hubiera poca gente. No lo había hecho nunca pero, para todo hay una primera vez ¿No?

¡Vale! He mentido...Realmente yo le había propuesto de broma a Esther saltarnos clase para enseñarselo pero a ella le gustó la estúpida  propuesta, y por mucho que intenté hacerla cambiar de idea no hubo manera.