Historia De Una Nerd

Capítulo 18

-¡Daniela abre la puerta!- Esther aporreaba la puerta histérica.- Lo siento, tenía que haber parado pero...-Suspiró.- En serio lo siento.- Siguió y siguió aporreando la puerta. - Abre la dichosa puerta Daniela, no te enfades conmigo. Sabes que no soy la verdadera culpable.

Sentía como la puerta temblaba a mis espaldas pero no pensaba levantarme, prefería dejar que mi llanto silencioso me consumiera.

-Daniela no hagas ninguna tontería, porfavor..- Sus golpes empezaron a suavizarse hasta que pararon del todo. Y todo se silenció. -Está bien, me voy si es lo que quieres.- Prácticamente lo había susurrado, y como ella dijo la puerta de la entrada se abrió y se cerró.

Ya está, oficialmente no tenía a nadie a quien llamar amigo.

Seguí llorando por un tiempo hasta que se me ocurrió que la única y menos apetecible forma de distraerme era estudiar y aunque lo único que me apetecía era llorar hasta dormirme hice un tremendo esfuerzo para levantarme y sentarme en la mesa de estudio frente a la ventana

Cuando porfis acabe de estudiar lo que hoy me correspondía bajé al salón esperando de verdad que Esther no estuviera allí y no me hubiera mentido. Llegue hasta el solitario salón y me senté a ver la tele.

No podía dejar de pensar en lo idiota que había sido, tenía que haberme dado cuenta antes estoy mejor sola. "La gente solo te quiere para reírse de ti, acéptalo" Gritaba una vocecita irritante en mi cabeza. Tenía razón; Había sido una tonta por confiar. Y sin querer me puse a llorar, de nuevo.

Estaba secando mis mejillas con el dorso de la mano cuando el móvil comenzó a vibrar en mi bolsillo.

Tengo claro que no lo habría cogido de no ser porque le debía una explicación a la persona que llamaba.

-¿S..si?- Dije hipando y sorbiendo por la nariz. a pesar de que había intentado concienciarme de que tenía que parecer normal.

Hubo silencio en la línea.

-¿Daniela?- Reconocí esa voz al instante. Mierda, se me había olvidado la clase de piano.-¿Estás llorando? ¿Qué ha pasado?.

Desde siempre Liam había sido un chico muy agradable, una pena que fuera al otro instituto. Era mi profesor, o daba clases conmigo, o practicábamos piano juntos desde que yo canté por primera vez en el coro de la iglesia.

-S-si esto..y bie..n.- Ni yo pensé que sonara convincente. La linea volvió a quedarse en silencio.

-Hoy no has venido a clase- "He estado muy ocupada intentando dar clase a un imbécil que en vez de dar las gracias antes de irse se ha morreado con mi mejor amiga. O bueno, con mi ex mejor amiga."

-Lo s..siento.- Descansé unos instantes para hablar con más calma. -Prometo no volverá faltar, el pró..proximo día damos d..dos horas.- Fallé un poco en mi intento de parecer normal.

-Estoy solo en el salón,-Se refería a donde dabamos clase: en un estudio que es sala como las salas de ballet con sus espejos y todo, aunque hay más cosas.- ¿Quieres venirte? Asumo que no vamos a recuperar las clases ahora pero...

-No... - Le corté. Me daban náuseas solo tener que relacionarme con más personas. Definitivamente le tenía miedo a las personas. A pesar de que a Liam lo conocía desde que éramos unos críos y nunca se había comportado mal conmigo. Él sabía como eran de malos los niños conmigo, un día se peleó con ellos, salieron huyendo los muy cobardes. Nunca se lo agadecí, pero tampoco es que tengamos una estrecha relación ya que esta se limita a las clases de piano y muy de vez en cuando a tomar un helado cuando no tengo exámenes.

-Tengo helado.-Sentenció y cortó. Él sabía lo mucho que me gustaba el helado y yo sabía cuanto lo necesitaba ahora.

"Maldita sea" Pensé. Subí las escaleras de dos en dos me cambié, me abrigue un poco, y salí a la calle. Ya estaba oscuro y hacía frío, hundí las manos en los bolsillos y escondí lacra todo lo que pude en el cuello del abrigo. Caminé hasta mi coche y cuando ya estaba dentro encendí la calefacción "Dios que gustito" Pensé.

Cuando llegué a la puerta del estudio no había luces encendidas, debo reconocer que tenía miedo, y frío. No había nadie por la calle, las solitarias farolas eran mi única compañía.

Doble el manillar de la puerta y la abrí suavemente. Ya entendía la razón de la oscuridad.

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Es es capítulo más corto de la historia de Wattpad, pero no pasa nada. Enseguida tenéis el siguiente solo es que no  me aguantaba por subir algo y aquí está.