Capitulo 44
Verdaderos Amigos
-Definitivamente no está rota- dijo mi padre, mientras tocaba un poco mi nariz que palpitaba de dolor- Inflamada y de seguro la sangre fue gracias a lo fuerte que fue el golpe. No te preocupes hijo, tu guapura no ha sido lastimada- una parte de mi suspiro aliviado. Me han dicho que las narices torcidas son sexys, pero sinceramente no quería experimentarlo- ¿Ahora me puedes decir en que te has metido y porque tu hermano no está aquí contigo?- dijo en el tono de “Soy tu padre y ni se te ocurra mentir”
-Estuve en una pelea. Ya sabes la chica tenia novio y él sabia como pegar- mi papa no se lo creyó, por la mirada de recelo apareció. Me estaba sintiendo de 5 años nuevamente.
-¿Dónde está tu hermano y Marianne?- pregunto. Yo hice una mueca, pero pude responder
-En el departamento- o bueno ´por lo mínimo uno está ahí.
- Creo que prefiero quedarme hasta ahora con esa información. Es demasiado temprano para estar aguantando un enojo de estos- yo le di una sonrisa agradecida.
-Interrumpo- pregunto una nueva voz moviendo la cortina. Un pequeño cuerpo se asomó y miro- Si desean puedo salir
-No te preocupes Meli. Solo asegúrate de que tome sus medicinas y no se meta en problemas- mi papa le paso un trozo de papel para retirar las medicinas en ventanilla. Recogió todo aquello que no uso. Me dio una última mirada y luego se giró murmurando algo sobre que estaba muy viejo para esto.
-No puedo creer que sean las 6 de la mañana y tú me tengas aquí velando por ti, solo porque te metiste en una pelea. 6 de la mañana, Emanuel.- grito colocando sus manos en forma de jarra y mirándome seria.-No grites, me duele la cabeza- ella rodo los ojos y se acercó a mí tomando mi rostro de una forma un poco ruda.
-¿Cómo paso? Tienes el labio rojo y la nariz muy hinchada- yo suspire
-Es una historia muy larga- respondí. Sus ojos color verde pálido recorrieron todo mi rostro y luego de un largo ella suspiro derrotada.
-Bien ¿Has desayunado?- yo negué
-Desayune un golpe en mi nariz, eso si- ella me miro exasperada por mi actitud. Ella odia que hablara y me comportara como un idiota. A veces.
-Vamos a desayunar. ¿Te parece si vamos en tu auto? Llegue en taxi- yo me encogí de hombros
-Claro, solo pásame esa camiseta- ella se separó de mí y tomo mi camiseta
- Esta manchada de sangre- dijo con una mueca de asco mientras me la pasaba.
-Lamento si no tuve tiempo de empacar para mi incapacidad- dije irónicamente. Por su rostro paso un deje de enojo por mi ironía, pero rápidamente fue sustituido por una sonrisa. Ella no estaba tan enojada conmigo ahora, pero de seguro me ganare otra visita al hospital, luego que le cuente toda la verdad.
Caminamos en silencio mientras salíamos del hospital. Afuera ya no estaba oscuro, ahora los intensos rayos de luz estaban empezando a filtrarse entre las nubes y era molesto.
-Ugh. ¿Te importa conducir, Meli?- ella me miro y negó
-Siempre es un placer conducir a tu bebe- dijo divertida, quitándome las llaves de la mano.
Yo rodee los ojos. Llegamos al auto y ambos subimos. Ella en el asiento de conductor y yo en el de co-conductor. Apenas subí, tome una camisa que había dejado en el auto luego de una aventura hace tiempo. Olía bien aún. Era eso o andar con una mancha de sangre por toda la ciudad. También tome mis gafas oscuras y me las coloque. Me sentía como con resaca, pero con mucho más dolor.
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Mi Convivencia Con Los Sexys Chicos Almanza: Parte 1
RomanceEllos son 3 chicos. El idiota, el amigable y el amoroso. Y yo, por otro lado, soy la chica que tiene el desafío de convivir con ellos y además de averiguar de cuál de ellos esta de verdad enamorada. ...