Mi Convivencia Con Los Sexys Chicos Almanza: Parte 1

Capítulo 27: Confusión

 Capítulo 27

Confusión 

Tok..Tok…Tok… Estaba concentrado en este material de Bioquímica, cuando escuche la puerta. Mire mi reloj. 9:15 p.m. ¿Quién sería a estas horas? Era viernes, pero todos mis amigos estaban, al igual que yo, matándose estudiando bioquímica. Una luz de esperanza brillo en mí, a la idea de que fuera Marianne y una de sus visitas sorpresa. Rápidamente me levante de la mesa y prácticamente corrí hacia la puerta. Aunque al abrirla me encontré a la persona que menos esperaba.

-¿Samuel?- pregunte confundido- ¿Qué haces aquí?

-Un gusto también verte Alex- dijo pasando dentro del apartamento con una maleta. Yo fruncí el ceño antes ese último detalle

-¿Por qué la maleta? ¿Marianne y Emanuel te echaron de casa?- él se rió, mientras se acostaba en el sillón

-No, vine a visitarte- ahora si estaba confundido ¿Visitarme? Esto era raro

-¿Visita rápida o todo el fin de semana?- pregunte saliendo de mi estupor y cerrando la puerta

-El fin de semana, es bueno cambiar un poco de ambiente. Boston es un buen lugar para ello- Samuel sonaba tranquilo y casual, pero había algo ahí que no encajaba

-¿Solo? Y dejaste a Marianne con Emanuel- una parte de mi deseaba que dijera “Ella ya viene subiendo”, pero algo me decía que no diría eso

-Lo sé, solo espero no encontrar el apartamento quemado o sin muebles. Antes de venirme estaban peleados- yo sonreí, eso era tan común en esos dos. Ambos le dañaron a mi mama, por lo mínimo dos docenas de adornos frágiles.

-¿Esta vez porque fue?- pregunte mientras me sentaba en el sillón frente a mí hermano

-La encontramos besándose con un chico en sillón del apartamento- él sonó tenso y yo me puse tenso. Enojo, empezó a formarse en mí. Mis puños estaban apretados fuertemente, con ganas de estamparse en la cara de ese imbécil- Emanuel se abalanzo sobre él y le propino una golpiza- por lo mínimo le habían pegado.

-¿Quién era?- mi voz se escuchó mucho más tensa que la de Samuel. Celos. Sí, estaba celoso

-Un compañero de sus clases de diseño- yo asentí lentamente. Estoy sintiendo lo que Marianne sintió al verme con Steve. Mierda, el karma era una mierda.

De solo pensar en ese imbécil que no conozco colocando sus sucias manos sobre ella me provoca estamparlo contra el suelo y propinarle unos buenos golpes. Oh, de verdad mis manos picaban para hacer eso. Mire a Samuel que lucía muy tranquilo, aunque sabía que me miraba detenidamente. Lo conocía mejor que a Emanuel en cuestiones de expresiones y él intentaba averiguar algo.

-¿A qué viniste en realidad, Samuel?- él parpadeo y me miro frunciendo un poco el ceño.

-Después que ella vino de visitarte, estaba triste- hice una mueca. Marianne podrá negarlo mucho, pero es casi como un libro abierto cuando anda sensible y triste- Entonces dos días después anda besando con Carter-alce la mirada- ¿Qué paso aquí?

-¿Qué te dijo ella?- tenía que ser cuidadoso en que decir, ya no nos separa kilómetros de distancia. Ahora si Samuel lo deseaba me podría dar mi buen par de golpes por lo que hice

-Sobre que le ocultaste algo- dijo cortantemente. Él no iba a decir más, él quería la verdad

-Discutimos- dije recostándome en el sillón y cerrando los ojos- ella quería que le dijera algo y yo me negué. Le mentí. La mentira no duro mucho y ella se enteró. Por eso se enojó tanto. Ahora estamos bien… creo