Capítulo 19: El Gran Secreto de Emanuel

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Capítulo 19 

El Gran Secreto de Emanuel

-¿Hacia dónde vamos Emanuel?- le pregunte por cuarta vez, mientras estaba sentada en el asiento de copiloto de su auto 

Emanuel me había sacado del apartamento alegando que lucía miserable dormida en mi cama con mi aburrido libro sobre mi pecho. Obviamente Emanuel no leía mucho. Me había dicho que me debía poner algo cómodo por lo cual opte por unos short con un sweater manga larga con las orejas de minie en ella y una converse. Según él no íbamos a una fiesta, y si no era eso, sinceramente no sé a dónde me estaba llevando Emanuel.

-Puedes calmarte. No te estoy secuestrando

-Bueno, es algo que no puedo evitar pensar cuando me estas trayendo al medio de la nada

Hace como 5 minutos las luces de las ciudades quedaron atrás dando paso al oscuro y  deshabitado paisaje. Las casas cada vez estaban más lejos una de otra. No podía evitarlo, pero esto me estaba comenzado a preocupar

-No debes preocuparte- dijo, como si estuviera adivinando mis pensamientos. Emanuel aparco a un lado de la carretera entre varios árboles- Ya llegamos

-¿Al medio de la nada?- pregunte mirando a través de la ventana

-Bueno, no hemos llegado exactamente- Emanuel abrió su puerta- Vamos, baja- suspire y baje. ¿Por qué acepte venir? Me hubiese quedado durmiendo

-Bien, Emanuel. Te acompañare a donde quieras, pero primero dime ¿Dónde coño me vas a llevar?- el suspiro exasperado y tomo mi mano jalándome para que lo siguiera

-A un lugar especial para mí

-¿Qué tan especial?- dije resistiendo menos

-Tan especial que eres la primera a la cual traigo- me sorprendí y ahora si me deje guiar

Emanuel aun sosteniendo mi mano, me guio entre los árboles. Solo esperaba que adonde me llevara no estuviera muy lejos, porque de verdad el suelo donde pasaba no lucia muy parejo.

-¿Qué tanto falta?- dije quejándome, mientras me apoyaba en el para no caer

-Eres muy quejosa, sabes- yo rodee los ojos- Y ya llegamos- Frente a nosotros había un muro de cemento. Mire a Emanuel interrogante- Debemos pasar el muro

-Yo me voy- dije dando media vuelta, pero Emanuel me tomo por la cintura y me alzo en los aires- Emanuel

-Ven, vas a subir- suspire sonoramente. Emanuel me bajo y me guio hasta el muro

-Más te vale que esto valga la pena- él rio. Me tomo de la cintura y me impulso hacia arriba para que colocara mis manos en la parte más alta del muro. Las manos de Emanuel bajaron y se apoyaron en mi trasero.

-¡Emanuel!- le grite. Lo mire y él me dio una gran sonrisa

-Tienes un muy sexy trasero Marianne- bufe y logre quitar sus manos de mi trasero. Cuando logre colocarme del otro lado. Note que era más alto de lo que esperaba. No le temía a las alturas, pero ante ciertas situaciones llego a entrar en pánico. Baje un poco, pero no había mucho de dónde agarrarme.

-¡Emanuel!- grite con un deje de pánico en mi voz- No puedo seguir bajando. Mueve tu estúpido trasero y bájame de aquí

-Voy cariño- dijo Emanuel divertido. De verdad le quería pegar. Emanuel pronto cruzo el muro y en menos de un minuto ya estaba sobre el suelo. Estúpido engreído.- Vamos Marianne, sigue bajando yo estoy aquí

-No puedo

-Bueno, tírate que te atrapo

-Claro que no- dije mirándolo brevemente

Mi Convivencia Con Los Sexys Chicos Almanza: Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora