Capitulo 1: ¿Lindo Despertar?

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Capitulo 1
¿Lindo Despertar?




Sentía mucho dolor, o sí mucho dolor. Gire en la cama, para chocar contra algo. Abrí mis ojos, pero los cerré inmediatamente al notar los rayos de sol entrar por mi ventana. ¿Por qué no cerré mi ventana? Tenía jaqueca y ganas de vomitar, en resumen tenia resaca. Volví a intentar abrir los ojos para encontrarme con una espalda, una musculosa espalda, y yo sabía de quien era esa espalda. Juntando fuerza, me levante de la cama y camine hacia él baño, para botar todo lo que tenía en mi estómago.

Una vez sentí que mi estómago no tenía resto de alcohol o de cualquier otra cosa, me cepille los dientes y me eche agua en mi rostro. Me observe bien en el espejo. Mi rostro mostraba ojeras, por lo poco que dormí, mi cabello chocolate oscuro estaba totalmente desordenado, y en mi cuello había un pequeño chupete. Hice una mueca ante lo último. Dando un suspiro volví a la habitación, para encontrarme aun en la misma posición al dueño de la espalda musculosa. 

Un poco enojada, baje las escaleras y fui a la cocina a buscar una jarra de agua fría. Cuando entre me encontré sentado en el desayunador a Samuel comiendo un plato de cereal.

-¿Un mal despertar?- pregunto divertido

-Y que lo digas- dije con la jarra en mano y saliendo de la cocina nuevamente hacia el cuarto de arriba

Señor espalda musculosa aún seguía muy tranquilamente dormido, pero eso termino una vez tire el agua fría sobre él. En un dos por tres estuvo de pies maldiciendo

-Mierda- repetía una y otra vez. De pronto cayo en cuenta de quien le había lanzado el agua

-Tu- dijo apuntándome con su dedo

-Yo- afirme, sosteniendo la jarra sobre mi cadera

-¿Por qué me lanzaste la jarra de agua?

-Venganza- dije pasando a su lado y saliendo del cuarto para bajar las escaleras

-¿Venganza?- pregunto confundido siguiéndome- ¿Por qué te vengarías? ¿Qué he hecho yo?

-Primero- dije encarándolo, cuando llegamos a la cocina- dejaste que me emborrachara, cuando sabes perfectamente bien que el tequila y yo no nos llevamos bien, segundo por dormir en mi cama y tercero por esto- dije señalando mi cuello, justo donde estaba el chupete

-¿Qué cosa?- pregunto confundido. Estrecho sus ojos y me miro- Oh eso

-Sí, eso

-No recuerdo haberlo hecho- dijo encogiéndose de hombros y yendo a buscar un bol de cereal, y luego sacarse un poco de cereal

-Ahora no recuerdas haberlo hecho- dije enojada- Y ese es mi cereal- El me ignoro, y en cambio se metió una cucharada de cereal en la boca- Me estresas Emanuel

Enojada, salí de la cocina y volví a mi habitación. Y esta vez la cerré con llave. Viendo ahora mi cama, me estaba arrepintiendo de haberle lanzado esa jarra de agua a Emanuel. Ahora mi cama era todo un charco de agua. Dando un suspiro e ignorando mi dolor de cabeza. Fui y saque todas mis sabanas, ahora mojadas, para colocarles unas secas. 

Luego tome ropa limpia y fui a bañarme. Una vez dentro de esta pude relajarme. Emanuel era, muchas veces, mi estrés mañanero. Que si se comió lo que quedaba de mi cereal, si daño algún proyecto de la universidad, si se había terminado el agua caliente. Si esa era mi historia con ese troglodita. Cuando había decidido mudarme con dos de los hermanos Almanza pensé que sería divertido. O sea, nos conocemos desde chicos y yo deseaba salir con urgencia de la casa de mis padres. Pero la realidad no es como lo pintan, no es que diga que son malos. Muchas veces nos divertimos, y es fácil convivir con ellos. Pero otras veces como la de hoy me dan ganas de darles un buen golpe en la cabeza. Termine mi ducha un poco más relajada y con un poco menos de dolor de cabeza.

Cuando volví a bajar las escaleras, pase directamente a la lavandería, para lavar las sabanas mojadas. Las deje lavando y camine hacia la cocina. Para encontrarme a Samuel fregando unos platos.

-¿Más tranquila, Marianne?- dijo con una sonrisita

-Aun quiero lanzarle algo en su cabeza, algo pesado y duro- Samuel se rio y cerro la llave

-Ven toma- dijo pasándome un plato y mi cajeta de cereal- Logre rescatar un poco antes que se lo acabara

-Eres todo un amor- dije acercándome y dejándole un beso en su mejilla- Eres el hermano favorito del día

-Hasta que aparezca Alex- dijo pícaramente Samuel. Yo me sonroje levemente

-No creo que aparezca, tiene parcial mañana- dije tomando una cucharada de cereal

-Sí, algo me comento- dijo tomando asiento- Ahora cuéntame, sobre eso- dijo señalando mi cuello

-No tengo la más mínima idea. Lo último que recuerdo fue haber estado sobre la mesa cantando como Britney Spears 

-Sí, yo vi eso- dijo Samuel riendo- Cantaban una mala versión Toxic. Luego me canse de verlos y me fui a dormir

-Y me dejaste borracha en sus manos. Estas perdiendo puntos como el hermano favorito

-Sabes bien que como borracha eres terca. Lo único que iba a lograr si intentaba sacarte de ahí, era que me estrellaras la botella en mi cabeza

-Igual, no debiste

-Estas sana, ¿No? Emanuel, jamás te haría algo por muy borracho que este- hice un mueca, porque sabía que él tenía razón- Vamos, termina rápido. Debemos terminar la presentación de español- hice un mohín, porque lo que menos quería era hacer tareas- Oh no, hoy no te escapas. Me prometiste que hoy lo haríamos, porque estarías de mejor humor. Ahora no te quejes 

-Bien, pero te informo que vas en picada como el hermano favorito- el rio y se acerco

-Me adoras- y dejo un largo beso en mi mejilla- Ahora mueve, quiero terminar antes de las 6- y se fue dejándome sola

-Sí, si claro- dije comiendo un poco de mi cereal

Tengo el sueño de cualquier chica, vivir con dos sexys chicos. Lo que no te muestra este sueño, es lo difícil que convivir con ellos. Así que, bienvenidos a mí vida

Mi Convivencia Con Los Sexys Chicos Almanza: Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora