Capitulo 39: Mejores Amigas

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Capitulo 39: Mejores Amigas

Marianne me mata si se entera de lo que estoy a punto de hacer.


Había hablado con ella hace una hora y me había dicho que había llegado a casa bien y que se iba a acostar, pero yo aún no me había regresado a casa.


Si tenía suerte aun estaría dormida cuando llegara.


Estacione mi auto en los estacionamientos delanteros del edificio. Lo que iba a hacer no tomaría mucho tiempo. Me baje y entre rápidamente al edificio, y de ahí al ascensor.


Aunque sentí el camino locamente lento, pronto estuve frente a la puerta del apartamento. Me toco tocar el timbre puesto que había dejado mi llave del apartamento en casa, pero por suerte la puerta no tardó mucho en abrirse.


-¿Alex?- pregunto un confundido y cansado Samuel- ¿Qué haces aquí?


-¿Dónde está él?- él aun lucia confundido, pero entendió a quien me refería


-En su habitación- entre al apartamento y mire todo el lugar


-¿Y ella?


-Dormida- dijo.


Eso fue todo lo que necesite. Samuel intento agarrarme, pero fui más rápido que él. Subí las escaleras casi de dos en dos, pase por la habitación de ella, pero todo estaba en silencio. Seguí mi camino y fui hasta la habitación de Emanuel. La puerta cedió inmediatamente, así que no necesite tirarla abajo. Emanuel estaba sentado en la cama viendo a la nada, pero apenas me vio entrar, me miro confuso.


No le di tiempo de pensarlo o de que lo viera venir. Mi puño conecto inmediatamente con el rostro de Emanuel. Él se tambaleo y se tocó el lugar donde le había pegado.


-¿Qué mierda, Alex?- casi grito cuando se recompuso de la sorpresa


-Que mierda, ni que nada. Te lo tenías merecido por engañarla- intente pegarle otra vez, pero Emanuel supo defenderse esta vez, y aunque me esquivo también logro dame un pequeño golpe en la mejilla.


-A eso has venido, a gritarme lo que todo mundo me ha estado gritando desde ayer. – Emanuel se paró frente a mí. Quizás era el mayor, pero ambos teníamos el mismo tamaño, y yo le ganaba en masa muscular.


-He venido a darte parte de lo que te merece. ¿En qué mierda estabas pensando cuando te acostaste con Kristin? Si no era algo que tomarías enserio, para que te comprometieras. Ahora ella está ahí sufriendo por lo que sucedió. Le dio la oportunidad a alguien que no debía y él en vez de aprovecharla, lo que hace es cagarla. Ahora ella está sufriendo por lo que ha perdido. Ha perdido a su amigo.


-¿Por qué mis hermanos intentan hacerme sentir como la mierda?- dijo Emanuel con tono dolido, tocando su cabello en un acto nervioso- Esto es para ambos. La quería y de verdad, sé que lo que hice estuvo mal y me arrepentiré por eso hasta el último de mis días. Así que les pediría que si me odian se guarden sus comentarios para ustedes y me dejen en paz- Emanuel no suplicaba, pero tampoco lucia enojado. Estaba en un punto medio.


-Claro- volví a levantar mi puño y conecto nuevamente con su mejilla. Esta vez sí me miro con furia y antes de que diera otro golpe dije- No te odio. Eres mi hermano y creo que eso evita que te odie. Pero tú no eres la víctima, en todo esto. Así que te recomendaría que la dejaras en paz a partir de ahora. No intentes volver a tener nada con ella y menos después de lo que has hecho- me gire y me dedique a salir de la habitación- Les agradecería que no les dijeran que estuve aquí.

Mi Convivencia Con Los Sexys Chicos Almanza: Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora