CAPITULO 9

1.6K 165 11
                                    

Dejo caer el abaya, me desato el cabello y me desmaquillo, tomo la bata blanca de satén y me la coloco antes de salir del baño, apenas salgo busco con la mirada a mi marido pero no lo encuentro por ningún lado.

Frunzo el ceño, voy a dar otro paso cuando doy un respingón al sentir unos brazos rodearme por detrás- ¡asustada Joye!- murmura roncamente, mi corazón empieza a galopear como un caballo desbocado por los labios de Asim en mi cuello. Cierro mis ojos y disfruto de la plenitud que me da este hombre.

Sus toques, su voz, sus besos, son como néctar que llenan de dulzura a mi vida, no lo entendía ¿Cómo pude vivir tanto tiempo sin él?, como fui capaz de alejarme de lo único que me hace suspirar, reir, llorar, ser una completa idiota cada vez que lo veo. Como pude haberme olvidado de todos los recuerdos vividos al lado de mi marido, de mi amor, de mi luz, de mis días. Me siento feliz, plena al tenerle a mi lado.

Me volteo para quedar frente a él, acuno su rostro con mis manos y le sonrio, sus brazos me rodean la cintura, y sin dejar de mirarnos me hace retroceder hasta que mis piernas chocan con la cama.

-Desvistete- murmuro jadeante, él lo hace sin titubear, se desnuda frente a mis ojos, dejándome ver cada parte de piel clara y bronceada, sus músculos, aquellos pectorales, los más bellos ojos grises que mi corazón ha podido enamorarse.

Sus dedos toman de la orilla de mi bata, para sacarla por mi cabeza y dejándola caer en el piso, baja de mi braga, deja un beso caliente en mi vientre antes de ordenarme acostarme- abre las piernas para mi flor de mi corazón- obedezco como la buena sumisa que soy.

-Oh Asim, por Dios- gimo al sentir sus labios lamiendo, chupando, mordiendo esa parte erógena de mi cuerpo. Hundo mis dedos en su cabello, me dejo llevar por el placer que me otorga, me tomo la libertad de gritar su nombre, y sin poder soportarlo más me corro en su boca.

El cuerpo de Asim se alza y me besa en los labios llenos de mis jugos, clavo mis uñas en sus nalgas y lo ayudo a posicionarse en mi entrada.

-No sabes el deseo que tengo de follarte duro mi flor, solo dame el tu aprobación y no me detendré- murmura entre leves gemidos deseosos.

-Hazlo, párteme en dos, no me importa, solo quiero tenerte dentro de mi habibi, solo te quiero a ti- lo veo sonreír de lado, me hace voltearme y estar entre mis manos y rodillas. Sus manos recorren mi omoplato hasta bajar a mis nalgas y masajearlas.

-Dime que deseas mi amor...- murmura bajo con la voz enronquecida por la tensión.

-Te deseo a ti- respondo entre un jadeo. Asim posiciona su miembro en mi entrada y sin pensarlo dos veces se sumerge en mi interior con fuerza, cierro mis ojos incapaz de seguir manteniéndolos abiertos, Asim toma un puñado de mi cabello y lo jala hacia atrás sacándome un grito ronco y desesperado, sus envestidas comienzan lentas pero después de tres metidas sube su velocidad, me azota con su mano abierta enviando miles de corrientes eléctricas a mi zona del placer.

Vuelve a enrollar uno de sus brazos en mi cintura, me levanta un poco, pegando mi espalda a su pecho. Sin dejar de moverse dentro y fuera de mí, muerdo mi hombro, chupa mi carne dejando un chupo que tendré que ocultar con maquillaje más tarde- mi deliciosa Perla, te acuerdas la noche en la que en esta misma habitación experimentaste algo nuevo- pregunta, yo cautiva y llena de esa gloriosa carga de deseos acumulados asiento robóticamente.

-Fue incomodo pero... pero me gusto- respondo entre cortadamente.

-Qué bueno porque quiero probar eso de nuevo, ¿estar de acuerdo?- asiento, volteo un poco mi cabeza para poder besarle, ambos nos sumergimos una vez más en esa deliciosa sensación. Sale dentro de mí, coloco mis manos en el respaldar de la cama, abro más mis piernas y levanto más alto mi trasero. Trago grueso cuando siento su pene recogiendo mi lubricación y subiéndola hacia mi trasero, tomo aire antes de sentir como expande con cuidado esa zona tan delicada. Las manos de mi marido tocan y masajean mi espalda, para tratar de quitar esa tención, cuando me relajo el retrocede y se vuelve a fundir dentro y fuera de mí.

Quería complacerlo, hacerlo feliz es mi deber como esposa, y haría cualquier cosa para que el no tuviese que buscar nada fuera, es por eso que soportaría cualquier cosa por él. Amarlo es enfermizo, malditamente adictivo.

-¡Ahh! Asim, no puedo, no puedo soportarlo más- grito cuando estoy a punto de llegar una vez más. Pero el sale de mi interior y me voltea para después alzarme y sumergirse entrada principal, me bombea una y otra vez hasta que ambos nos corremos.

Besa mis labios con ternura, quita los mechones de cabello que se quedan pegados a mi rostro y besa mis mejillas ruborizadas.

-Te amo Perla, te amo demasiado- confiesa, vuelve a besarme, llenándome de su calor de aquello de lo que todos llaman amor.

Nos quedamos dormidos pegados al uno y al otro, sintiéndonos satisfechos, plenos y felices, más que felices.

***

Estoy bajando las escaleras, cuando las puertas principales se abren, Selim, el emir entra y apenas lo hace como un rayo de luz Amira corre hacia él. Ver aquel acto me llena de dicha, su amor es fuerte a pesar de las circunstancias, pero me sorprendo al ver como la palma de Amira impacta en el rostro del hombre ante de darse media vuelta he irse con rapidez. Frunzo el ceño, termino de bajar las escaleras y me encamino hacia la biblioteca, el lugar donde mi amiga había elegido para refugiarse.

-Amira...- la llamo apenas entro, ella está parada frente al ventanal mirando hacia el jardín- ¿qué ocurre?- pregunto preocupada.

-Perdóname Perla, yo... yo no quería que esto pasara, y más ahora que ambos se han vuelto a reencontrar.

-¿De que estas hablando?- termino de entrar a la estancia, Amira se voltea a verme, su mirada es fría, rota aun que trate de mantenerse firme.

-Mi hermano, tendrá que ir a la guerra junto a mi marido, y pronto reunirán una buena porción de soldados que se los llevaran al batallón para que entrenen y estén listos para la guerra.

-Amira...

-¡NO! No lo acepto, no dejare que te vayas- los gritos se oyen en el ala este, Amira y yo nos encaminamos allí, y en la sala de estar vemos como Ranish forcejea con Shagen para poder golpear a Selim, este último esta tenso, con la mirada vacía.

-Hermana por favor tranquilízate- Amira trata de calmar a Ranish pero esta no deja que la toque.

-¡COMO SIEMPRE AMIRA QUERIENDOME ARREBATAR TODO LO QUE TENGO!- grita- esto cansada de ti, de que siempre me quites lo que quiero, te odio- todos nos quedamos callados, Ranish se va hecha un mar de lágrimas, dejándonos a todos completamente desconcertados por su atrevimiento.

-Amira...- murmura Selim pero esta calla, cuando la reina levanta una mano.

-Espero que todo esto valga la pena Selim- dice antes de marcharse. Mis suegros están abrazados, Rhania solo tiene su vista en un punto fijo, Asim tiene sus ojos fijos en mí, Selim también sale de la cámara, mientras que Shagen se posa cerca del ventanal.

Si, lo sabía, sabía que lo perdería, pero era consiente que esta vez había una razón, no me pondría a llorar, no haría ningún drama, pero sé que me dolerá verlo marchar a la guerra, sin saber si volverá.

Mátame con una sonrisa, has que mi corazón palpite con prisa, como un galope alegre y feliz.

DEVUELTA A TI (2# ASIM, SERIE AMOR EN EL DESIERTO) SIN EDITAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora