CAPITULO 17

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Verlo partir fue tan doloroso para mí, después de un rato mirando la puerta cerrada me pongo a acomodar el apartamento. Mi pequeña está dormida y eso ayudara mucho en el rendimiento de mis deberes. Termino de lavar los platos y cuando voy a ir a la recamara el sonido de un móvil me hace detenerme. Me doy vuelta y busco de donde proviene hasta que encuentro el móvil de mi esposo.

Lo agarro y veo quien es. El nombre de Mariham alumbra la pantalla, frunzo el ceño y contesto.

—¡Bueno!

—Buenas, por favor con Asim —la voz de una mujer le hizo hervir la sangre.

—¿Quién lo llama? —su voz salió más ronca de lo habitual.

—Una amiga... —se tensó.

—Él no se encuentra llámelo después —sin esperar respuestas colgó. Se quedó mirando el móvil por un buen rato antes de reaccionar por el sonido de la puerta principal abrirse.

—¡Cielo!.. —lo miro con seriedad. Su vista baja al artefacto que está en mi mano —¡Vine justo a buscarlo se me había olvidado! —él se acerca a mí pero retrocedo. La simple acción lo sorprende —¿Qué ocurre?

—Dime, debería de ocurrir algo...—frunce el ceño.

—Perla...

—¿Quién es Mariham Asim y por qué se presentó como tu amiga? —le pregunto. Asim me mira sorprendido he incómodo. Su silencio fue suficiente respuesta para mí —¡toma!, será mejor que te vayas —le dejo el teléfono en la mesa té y me encamino a mi recamara.

—¡Perla! Por favor déjame explicarte no es lo que crees —le cierro la puerta en la cara. Me dejo caer en el piso y me rompo a llorar —¡Perla cariño por favor, ella y yo no somos nada! —el trata de abrir la puerta pero está cerrada —¡cielo ábreme la puerta y hablemos! —no lo hago.

—¡Vete Asim, vete! —mi voz esta ronca, las lágrimas brotan de mis ojos y el dolor, ese que se instala en mi pecho como un bálsamo caliente.

—Está bien... —escucho como se marcha y la puerta principal se cierra. Se ha ido, se ha ido y me ha dejado aquí con ese sentimiento espantoso.

Me seco las lágrimas y me coloco de pie, me desvisto y me doy un baño rápido antes de volver a salir y prepararle la papilla a mi hija y hacer algo para mí.

Ser esposa no es fácil, y amar a alguien mucho menos. Le doy un mordisco a mi pan cuando veo como del pasillo aparece mi hija con el cabello alborotado y su cara adormilado.

—¡Mami! —me llama, me pongo de pie y me acerco a ella para tomarla en brazos. Beso sus mejillas con amor —¡Papi!..

—Papi no está cariño, se ha ido pero regresara pronto ya lo veras —le vuelvo a besar las mejillas, le doy de comer y vemos algunas caricaturas. La noche aparece y la soledad me abruma. No comprendo por qué ahora me siento así cuando yo fui quien me alejo. Antes de que el apareciera de nuevo yo era feliz o intentaba serlo de algún modo.

Los días transcurren con normalidad pero la llamada de Amira pidiéndome asistir a la fiesta de cumpleaños de los mellizos hizo que mi cuerpo entrara de nuevo en tensión.

Suelto un suspiro. Termino de acomodar las maletas antes de salir con mi hija del departamento. Salgo del edificio y me dirijo al aeropuerto. Apenas el avión despega tomo una enorme bocanada de aire.

Hay vamos de nuevo al lugar que tantos recuerdos me dan.

***

Saludo a mis suegros, Rhania me arrebata a la pequeña para arrumarla entre sus brazos.

DEVUELTA A TI (2# ASIM, SERIE AMOR EN EL DESIERTO) SIN EDITAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora