CAPITULO 24

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ASIM.

Verla sufrir es tortuoso para mí, odio que llore, odio ver el dolor en su mirada pero apenas la pequeña criatura de carne llena de sangre sale de su interior la sonrisa más hermosa aparece en su bello rostro.

Como no podría amarle, ella me ha dado la oportunidad de ser padre, me ha entregado su corazón y me da cada día su amor. Mi corazón retumba dentro de mí es como si en cualquier momento fuese a explotar de emoción. Me quedo observando a mi esposa quien reposa  sobre la cama; sudada, cansada, sus ojos resistiendo al sueño para poder ver a nuestro hijo. Cuando las mujeres terminan nos traen a la hermosa criatura y se la dejan a su madre.

“Es hermoso”, todo de él es precioso, su carita sonrosada, su cabello negro, su voz, el pequeño cuerpo, todo absolutamente todo es hermoso.

—“Oh Alá misericordioso” —murmuro en voz alta, beso la frente de mi esposa para besar después la de mi hijo. —Tu nombre será Kamal Walid mi recién nacido. Miro a mi esposa con adoración, su rostro aunque pálido se encuentra cansado y a su misma vez lucha con el sueño. —Gracias habibti por darme tan bello regalo.

—No es nada… —su voz sale suave, toca a nuestro hijo con melancolía y sin que ella me dijese una palabra sabia el porqué de su cambio de expresión. Nuestro pequeño hijo es idéntico a nuestro Kasim, cada fracción de él lo es. Es como si Alá nos diese una segunda oportunidad y tuviera entre sus brazos a nuestro pequeño bebé.

Suelto un suspiro. Me pongo de pie y salgo, apenas coloco un pie fuera me encuentro a mis padres y mis hermanos fuera.

—¿Cómo está? —pregunta mi Amira con su ceño fruncido.

—Ella está bien, un poco cansada pero bien. —Madre me da un fuerte abrazo.

—Oh gracias a Dios, estoy ansiosa por conocer al nuevo integrante.

—¡Todos estamos ansiosos! —mi padre también se me acerca y me da un fuerte abrazo consolador y orgulloso.

—Quiero que Selim nos haga el honor de hacer el Adhan, Amira hermana podrías decirle.

—Por supuesto, él debe estar abajo saludando a los invitados, pero voy por el no te preocupes hermano.

—Podemos entrar a verla…

—Por supuesto madre, todos pueden pasar a verla. —Entramos nuevamente y allí mi familia la rodea de felicitaciones y abrazos. Miran a mi hijo con ternura, lo cargan y llenan de besos, mi esposa lucha contra el sueño, me le acerca y me le siento aun lado, acaricio su cabello suave y sudoroso.

—Asim, quiero preguntarte algo —ella fija sus preciosos ojos en mi, la lucha que hay en ellos me hacen tensar pero no digo nada solo la mira con devoción.

—¿Dime mi amor? —suelta un suspiro cansado antes de preguntar.

—¿De verdad nunca me has engañado? —ladeo mi cabeza sin entender; su mirada se intensifica aun mas y la desesperación en sus bellos ojos me hacen tensarme.

—Nunca Joye, te lo puedo jurar arrodillado, nunca te he engañado —y jamas la engañaría ella es mi vida como podría.

—Esta bien, te creo…

—¿Por qué me lo preguntas?

—Por nada, solo que a veces dudo un poco pero no quiero hacerlo Asim aunque es inevitable no ponerme celosa cuando las mujeres te miran o se acercan a ti.

Una sonrisa aparece en fracciones. Acuno las mejillas de mi mujer y la hago mirarme —mi corazón solo le pertenece a una mujer y esa eres tu habibi, solo tú puedes hacer que mi corazón lata por ti tan intensamente que no hay cabida para nadie más. Tú eres todo lo que quiero y lo que amo, no me importa si el cielo se oscurece porque eres mi luz. Entiéndelo Perla no hay mujer más bella que tu, nadie se compara contigo y no habrá otra que te quite de tu trono porque eres la única reina para mí.

DEVUELTA A TI (2# ASIM, SERIE AMOR EN EL DESIERTO) SIN EDITAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora