CAPITULO 18

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RANISH

Me quedo mirando como mi esposo, mi amado esposo recoge sus cosas para marcharse. Trato de controlar mis lágrimas pero cada vez se me hace más difícil.

Tomo una bocanada de aire antes de entrar y cerrar la puerta tras de mí. Me acerco a Shagen y lo abrazo por detrás, él se tensa y deja de empacar sus cosas para solo mantenernos así por un buen tiempo.

—¡Perdóname!, no sabes... no sabes lo difícil que es para mí toda esta situación —mi voz se rompe por completo y dejo derramar aquellas lagrimas retenidas —he sido egoísta lo sé, y ahora que te vas, que me dejas quiero que sepas que te extrañare mucho Shagen, esta vez no te retendré, a pesar de que duela en el alma no te amarrare a mí.

—No hagas esto más difícil de lo que es Nish, no... no quiero que llores —el se da la vuelta y acuna mi rostro entre sus manos. Sus ojos me escudriñan —eres una mujer hermosa, eres mi mujer hermosa te amo, amo nuestros hijos y sobre todo amo cada cosa de ti incluso tus defectos Ranish pero creo que es lo mejor.

—No diré nada habibi, me siento culpable jure cambiar y no he cumplido mi promesa.

—No importa la promesa que me hiciste Nish la cuestión de todo esto es que tiene que centrarte en ti, de darte cuenta que no eres la sombra de Amira que eres mi esposa la que yo amo por quién es y no por el parecido de su hermana. Se que en gran parte todo esto es mi culpa y ambos hemos estado heridos de muchas formas y necesitamos este espacio para pensar mejor. El gran error de ambos fue ignorarlo, tienes que ir a un psicólogo tienes que enfrentarte contigo misma y olvidar lo que paso tiempo atrás. Por lo menos hazlo por nuestros hijos, por ti. Esos celos absurdos no pueden seguir mi amor, llevamos años te he demostrado de un millón de manera que te veo, que te amo, pero parece ser que tú no te das cuenta.

—¡No te vayas Shagen, yo hare cualquier cosa pero no te vallas, si lo haces jamás te lo perdonare entiendes! —Golpe su pecho incapaz de contener el dolor, la soledad —no me dejes sola —suplico.

El me abraza, me envuelve entre sus cálidos brazos. Besa mi coronilla antes de alejarse de mí y seguir empacando.

Seco mis lágrimas, tomo una enorme exhalación y abro la puerta del cuarto —si te vas no pienses en volver —murmuro dolida, rota por su partida. Él se va cuando más lo necesito.

—Bien... —dice antes de tomar sus maletas y salir pero antes me da un beso casto en los labios, uno que no correspondo y me arrepiento por ello.

Lo veo despedirse de los niños y salir por la puerta sin mirar una sola vez atrás, me sentí vacía y es que lo estaba pero... quizás es mejor que sea así, estoy agotada de todo esto, del desamor, de la desolación, de ese sentimiento no completo, estoy cansada de sentirme débil ante él.

Sé que regresara pero cuando lo haga ya no tendrá una esposa eso está más que seguro...

PERLA...

Hemos regresado de nuevo a la mansión Abdul después de estar casi una semana en el palacio compartiendo con los niños y Amira. He estado pensando y quizás Amira tiene razón, yo necesito estar al lado de mi esposo, tengo que superar y derrumbar esa barrera que nos separa.

Me termino de acomodar mi cabello Asim se está acomodando la corbata pero le cuesta un poco hacerlo por lo que me acerco a él y lo ayudo.

—Verte hacer eso me hace sentir tan bien, tenerte aquí junto a mí solo me hará extrañarte cuando te vayas —sus ojos brillosos me miran con ilusión y con mucha más razón pienso quedarme. Estar lejos de él es tan difícil —cuando te marchas cielo para llevarte personalmente al aeropuerto —pregunta después que termino de acomodar su corbata. El enrolla sus brazos en mi cuerpo, mi manos están sobre su pecho, nuestros ojos se miran fijamente.

DEVUELTA A TI (2# ASIM, SERIE AMOR EN EL DESIERTO) SIN EDITAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora