CAPITULO 25

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AMIR.

Miro a mi esposa hablar con Bezalet, ese incomodo sentimiento se instala en mi corazón, los recuerdos del pasado pasan por mi cabeza como pequeños fragmentos de una novela. Mis manos se hacen puños, escucho su conversación, no emito ni un solo ruido.

Desde hace años sabía que mi cuñado aun seguía enamorado de mi esposa, lo supe aquella vez que nos encontramos en Mardin. Sus ojos no podían dejar de ver a Rhania y ahora que ha podido conseguir hablar con ella está aprovechando de confundirla.

Sé que le he hecho mucho daño a mi mujer, pero hemos mejorado, ambos nos amamos, hemos formado una familia sólida y decidimos dejar el pasado atrás, ese que en ocasiones suele atormentar a mi esposa.

Tenemos una historia muy larga una que nos marca y a su vez nos enseña una gran lección. Decido salir después de verlos abrazados.

—¡Rhania! —trato de fingir normalidad como si no los hubiese pillado hablando. Me acerco a ellos, miro a Bezalet con recelo pero no digo nada solo tomo el rostro de mi esposa entre mis manos, la observo temeroso de que se aleje de mí o decida ya no tolerarme más.

—¿Estas bien?

—Si estoy bien solo Salí a tomar un poco de aire —responde con una sonrisa tensa.

—Bien. —respondo un poco seco. Quito mis manos de su bello rostro y miro a Bezalet. Hubo muchos días en que quise matarle, pero Bezalet es el esposo de mi hermana y una parte fundamental de mi mujer, ella no me hubiese perdonado nunca si le hubiera hecho algo.

—Me acaban de informar de que llegaste Bezalet, dentro de dos horas regresaremos a la mansión, pero podemos hablar en una de las salas de estar en el palacio, Amira está muy contenta por tu visita.

—Sí, no la he podido ver, me entere que ya hay un nuevo miembro en la familia, quiero felicitarles más tarde a mi sobrino  por el pequeño.

—No te preocupes ¿Cómo está mi hermana? —pregunto cambian un poco el tema aligerando el frio y denso hielo entre nosotros.

—Ella está muy bien, de seguro ya debe haber visto a los bebés, porque no seguimos para seguir discutiendo los asuntos sobre el nuevo proyecto.

—Me parece perfecto —concuerdo, miro a mi esposa — cariño por que no subes a ver a Amira, de seguro te necesita para algo —si ella se va se me hará mas fácil todo, no la quiero cerca de él pero es inevitable que ellos pierdan contacto.

—Si… —la duda en su voz me hacen tragar grueso, sus ojos se van hacia su hermano este le sonríe y quise partirle la cara por hacer ese simple gesto —voy a ver como esta Perla —mi esposa pasa por mi lado y rosa sus dedos por mis nudillos. Esa simple acción me tranquiliza, con eso me asegura que está conmigo y que siempre lo estará a pesar de todo.

—Bien… hablemos Bezalet.

DOS MESES DESPUES.

PERLA.

Hay momentos en que la vida se vuelve en contra tuya, aun por más que queramos tapar el sol con un dedo no podemos y aun así seguimos intentando ocultar nuestros problemas para que nadie se meta en ellos.

Miro por el balcón, mi pequeño hijo se ha quedado dormido después de tomar su leche. Aisha está pasando un tiempo con sus abuelos. Mi madre vino hace tres días a conocer a mi hijo pero se fue hoy por asunto de trabajo.

Madre se divorció de mi padre, ahora trabaja en la empresa que era de mi abuelo. No se ve bien visto que una mujer se empodere más si viene de una familia recatada y con culturas bastante difíciles, pero siendo la hija mayor de siete hermanas la empresa quedo a cargo de mi padre después de casarse con mi madre. Y ahora que estar separados le toco a padre devolvérsela como estipulaba el testamento de mi abuelo Yusuf.

DEVUELTA A TI (2# ASIM, SERIE AMOR EN EL DESIERTO) SIN EDITAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora