25 momentos (ulrich y yumi)🖤

11- Nariz

Hace ya unos pocos meses desde que Ulrich y Yumi comenzaron a vivir juntos, les había costado mucho encontrar el momento, ya que su relación, sobre todo al principio, tenía muchos altibajos. Cuando por fin parecía que esa fase ya la habían superado, llegaron los problemas económicos y el deseo de poder vivir juntos. Tardaron varios meses hasta que encontraron una casa perfecta para ellos, era una bonita casa de dos plantas a las afueras de la ciudad.

Yumi últimamente había estado muy nerviosa, se encontraba mal y parecía que estaba enferma, hacia mucho tiempo que no lo estaba, pero era curioso que llevara más de 10 días enferma sin casi poder comer.

Ulrich pov

Estaba muy preocupado por Yumi, comía muy poco y llevaba varios días quejándose de que se encontraba mal. Al principio ella me decía que simplemente había enfermado, como si fuera algo normal y temporal. Pero, ya lleva así más de una semana.

- Yumi, yo creo que deberías ir al médico.

- Ya te he dicho que no me hace falta, estoy perfectamente. No hay razón para quitarle tiempo al médico por estas cosas.

- ¿Estas segura?

- Si, pesado.

- Esta bien, me voy a trabajar, pero si te pasa algo, por muy pequeño que sea me llamas al instante sin dudarlo.

- Si papá- dijo Yumi poniendo los ojos en blanco.

Yumi pov

Por fin, creí que no se iría nunca. La verdad entiendo su preocupación, pero yo creo que no es que este enferma... no suelo estar más de una semana así y aunque fuera una decisión precipitada y poco meditada, decidí pedirle ayuda a la única persona que me comprendía y que sabía que le podía decir esto sin alarmarse, así es, llame a mi mejor amiga.

- Aelita, ¿te acuerdas que te dije hace como una semana que me encontraba mal?

- Si, ¿pues?

- Es que sigo igual.

- Yumi, no será lo que creo que es ¿no?.

- No lo sé.

- ¿Esta Ulrich contigo?

- No, se acaba de ir.

- Esta bien, dame 10 minutos, voy a por un test y paso por tu casa.

- Gracias, Aelita.

A los 10 minutos llegó Aelita, tal y como me había dicho. Estaba súper nerviosa, pero sabía que esta era la única forma para poder salir de dudas de una vez.

Cuando Aelita me dio la pequeña caja que contenía el test de embarazo, mis piernas comenzaron a temblar.

- Vamos, Yumi. Tu puedes.

Así que entre en el baño y me hice la prueba, en la caja ponía que tenía que esperar unos minutos hasta poder saber el resultado.

- Ya está, solo falta esperar.

- Eso solo son unos minutos, verás como todo sale bien.

En ese instante el teléfono de Aelita comenzó a sonar, era su jefe para decirle que había surgido algo y que debía ir rápidamente a la empresa. Obviamente la dejé ir, pero ahora sabía que estaba yo sola y que no tendría a nadie en ese momento.

Los minutos pasaron como si de horas se trataran, pero por fin llegó el momento. El pequeño aparato había hecho una cruz, así que mire bien en la caja que significaba para no alarmarse sin necesidad. Pero en la caja ponía tal que asi: