6. ambigüedades, y sensaciones desconocidamente familiares.

1.4K 224 228
                                    




Entre medio de la ambigüedad, encontramos la imaginación, otra arma potente que complementa nuestro cerebro. Es inaudito lo que la imaginación y la creatividad puede crear; desde inventos con el potencial de cambiar el mundo, hasta la creación de historias con todo un universo y detalles implementado en él.

La ambigüedad nos da la capacidad de imaginar cosas, de inferir y suponer escenarios que rellenen aquel espacio vacío que necesita ser resuelto con algo. Porque el ser humano no puede vivir en la ambigüedad sin caer en la ansiedad. La mente del ser humano es tan simple (y poderosa, irónicamente), que todo tiene que tener una respuesta. El ser humano no soporta una incógnita, un espacio vacío, puesto que su naturaleza le dice que todo tiene que tener una razón de ser y un tiempo lineal. Por eso existe la curiosidad, por eso existen los descubrimientos, por eso existe la religión; para subsanar el vacío que nos deja nuestro desconocido origen.

Pero todos sabemos aquella historia: "La curiosidad mató al gato."

Y es por eso, también, que existe la ambigüedad. Porque no todo en la vida debe tener una respuesta. En ocasiones, hay que dejar preguntas sin cerrar y espacios vacíos para mantenernos a raya, porque, si tuviéramos todo resuelto, ¿qué sentido tendría la vida? La curiosidad nos mantiene vivos, la sed de saberlo todo nos impulsa a sobrevivir.

Jeno tiene un impulso, por ejemplo, y esos son sus recuerdos olvidados. Se encuentra desesperado por encontrarlos, por recuperar lo que alguna vez se le arrebató sin ningún aviso o pretexto.

Quizás le haría bien un empujón. Y aquí, es donde Renjun entra en escena.

Aunque, no sabemos aún, si él está aquí para resolver la ambigüedad en la que Jeno se encuentra vagando, o para expandirla aún más.






Abrí la puerta, inseguro, pensando que, tal vez, mi cabeza me estaba jugando una mala pasada y que una vez más estaba experimentando una alucinación de aquellas que Jaemin creía que me sucedían.

Mi corazón se aceleró ante la idea de lo que me encontraría al otro lado del umbral, y todo dentro de mí se revolvió vertiginosamente. Y cuando lo vi frente a mí, sentí una corriente helada recorrerme toda la espina dorsal. Su rostro se veía tan real y tan detallado como si realmente estuviese allí. Wow, exclamé dentro de mí. ¿Tan poderosa era mi mente como para crear una ilusión tan precisa y realista? No podía creerlo.

—Hola, Jeno —me saludó, sonriéndome con timidez. Sus mejillas y su nariz se coloreaban de un suave rosado producto, tal vez, de la fría brisa que corría afuera.

Me quedé estupefacto, tieso como piedra. ¿Por qué estaba aquí? Si estaba muerto. Claro, es mi imaginación, pensé. Pero entonces, si está muerto y esto es una ilusión, ¿por qué lo veo tan vívidamente? ¿Por qué puedo divisar todos sus detalles? Si es que hasta podía ver los lunares de su piel como si realmente estuviesen allí. ¿Cómo podía crear una imagen de alguien en mi mente que ni siquiera está en mis recuerdos? La única persona que recuerdo es Jaemin, es ilógico imaginarme con tanta nitidez un rostro que jamás he visto o, en efecto, que no recuerdo.

reminiscencia ー norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora