Limits to love

Capitulo Nueve

Wang Zhoucheng es alguien a quien nunca consideraría una amistad puesto que siempre, en el tiempo que hace que conoce Fan Xing a su amigo, novio o lo que por ahora quieran ellos ser, está buscando guerra hacia mi persona, limitándonos tanto que ya siempre evito su persona y cuanto vaya con él.

Que llamase a Yibo estando yo en su casa, que le hablase cuanto le he escuchado en esos minutos que ha durado, no me ha gustado nada, menos incluso que el hecho de ser echado de ese apartamento en el que viven Fan Xing y Yibo.

Además de ello en mi queda el recuerdo de cuanto ha sucedido hace unos minutos que es realmente el tiempo que ha pasado, cuando Yibo me miraba, sosteniendo mi ropa entre sus manos, con nuestras respiraciones encontrándose de forma tan viva que no creo poder olvidarme de ello por mucho tiempo, así como el beso que a fuego está grabado en mi memoria en estos instantes que me encuentro saliendo del baño, recién habiendo tomado una ducha.

— Fan Xing —le miro fijamente, dejándole pasar —¿ocurre algo?

— Yibo está muy enfadado con quien le ha llamado y se ha puesto a romper platos.. he decidido dejarle solo aparte de porque me ha dicho que me fuese —se abraza rápidamente a mi cintura —¿puedo quedarme aquí y hablas tu con él?

— Quédate el tiempo que tu quieras porque esta también es tu casa —mis manos descansan sobre sus hombros —yo hablaré con Yibo y le calmaré.

Viendo como se suelta del abrazo en el que se mantenía, veo como busca algo que enseguida comprendo que son las llaves de ese apartamento y están descansando ahora en mi mano, listas para ser usadas por mi mismo.

Dejándole ir a donde quiera en esta casa me dispongo a ir a ver que es lo que ha ocurrido con Yibo. No es mucha la distancia que debo recorrer, estando en pocos minutos frente a esta puerta que ahora abro, entrando en el interior de la vivienda.

Dejando mis zapatillas a un lado me doy cuenta de que nada se escucha, ni un plato tan siquiera siendo roto, ni un grito o golpe contra alguna superficie. Adentrándome con calma en la vivienda si llego a ver pedazos de cuanto ha roto, más en la cocina que está situada en el mismo lugar que la mía. Acercándome más, con cuidado por supuesto, alcanzo a ver todo cuanto ha roto y a Yibo de rodillas en el suelo, recogiendo los pedazos sin cuidado alguno.

— ¿Así son siempre tus reacciones cuando te enfadas? —me apoyo en el marco de la puerta —te tomaba como alguien más tranquilo.

— Vete a molestar a tu novio y déjame tranquilo.

— Yubin ahora mismo no es con alguien con quien me apetezca ocupar mi tiempo —me arrodillo ayudándole —prefiero pasarlo contigo Wang Yibo y se que necesitas hablar. Incluso si quieres gritar aquí estoy.

— ¿Por qué me has besado si tienes novio?

— Me gustas y me apetecía besarte.

La forma en la que me mira en este instante, sus ojos tan fijos y casi sin pestañear fijos en los míos, sus manos moviéndose para soltar los trozos de plato que sostenía, me dan mucho que pensar, así como despiertan un deseo que al parecer no solo tengo yo, siendo mi cuerpo atraído hacia el suyo propio, mis labios presionados por los suyos de tal forma que me pilla un momento por sorpresa.

— Resuelve tus problemas con ese —murmura contra mis labios —y deja de poner mi mundo patas arriba si tienes novio.

No digo nada.

Tan solo cierro los ojos y disfruto de este momento, en el cual nuestros labios se mueven de forma acompasada, mi espalda toca ahora el suelo y su cuerpo se encaja sobre el mio de forma tan perfecta y diferente que no quiero que este momento acabe.

Aunque por supuesto que acabará, pero no ahora, no en este momento en que incluso su lengua se une a la mía, ahogando un gemido entre nuestras bocas, apretando mis manos en sus hombros, siendo incluso la presión entre nuestras entrepiernas la que siento.

— ¿Por qué me siento así contigo?

Su cabeza descansa sobre mi hombro, no pudiendo ni mirarle tan siquiera. Con cuidado sobretodo para no alterarle más de lo que ya se que está, muevo mi mano a su espalda, moviéndola por esta de forma cuidadosa, cautelosa, con cierta comprensión porque yo incluso estoy enfadado por Wang Zhoucheng por lo que ha hecho, por esa advertencia para que Yibo me ponga a mi límites cuando él no tiene nada que ver en esto.

— No te sientas mal Yibo si tienes sentimientos por mi —esta vez si me mira a los ojos —eres humano, muy guapo y yo también los tengo por ti. Arreglaré las cosas y no te preocupes porque no se lo diré a Fan Xing.

Yibo no dice nada, tan solo me mira por unos cuantos minutos más, siendo que ahora se pone en pie, permitiendo que yo también lo haga.

Sigo atento cada movimiento, como termina de barrer todo lo que ha roto tirándolo a la basura, como se límita unicamente a tomar mi mano y llevarme hasta la salida, cerrando la puerta en mi cara, entregándome antes mis zapatillas que ahora sostengo en mis manos.

Agachándome a ponérmelas, sentándome para que sea así más fácil, el nuevo recuerdo de ese beso, de su cuerpo sobre el mio, nuestras lenguas, nuestros alientos mezclados, todo queda en mi cabeza incluso mientras me alejo de esta casa, llegando paso a paso a la mía, viendo en un rápido vistazo que Fan Xing está entretenido en el salón.

Sentándome a su lado, no borrando la sonrisa de mi rostro, ignoro su mirada con un significado que conozco, ocupándome ahora de coger mi móvil, mandar un mensaje a Yubin que es mi mejor amigo y si puede venga para que por supuesto podamos hablar.

— Diría que estás enamorado si no fuese porque es imposible que sea de Yibo —miro al adolescente a mi lado —os lleváis muy mal como para que sea real.

— No veas nada como un imposible nunca renacuajo —revuelvo su pelo —tu podrás salir con ese chico a pesar de lo que su tío diga y Wang Yibo no siempre será tan serio y agrio como parece a primera vista.

Esas son mis últimas palabras, centrándome ahora en la notificación que me acaba de llegar, siendo un mensaje de Yubin, el cual me alerta bastante, haciendo que mi reacción sea tan rápida como realmente debe ser.

— ¿Ocurre algo? ¿Xiao Zhan?

— Quédate aquí y ni te muevas.