Capitulo Seis

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Limpiando esta mesa que recién ha sido desocupada pienso en lo que en tan solo dos días está por ocurrir.

Tan solo son dos días en los que, por decirlo de alguna forma, la paz continuará conmigo antes de que esta se esfume con la llegada de Fan Xing. El problema no está en que él venga, porque no es mala la convivencia a su lado. El problema está en que vendrá con Wang Yibo y eso si supone un problema puesto que se la razón que les ha hecho cambiar tan pronto sus vidas y planes para mudarse a la casa que a tan solo dos pasos de distancia está de la mía, siendo la realidad así puesto que el apartamento que ocuparán se encuentra a dos casas de distancia de la mía.

Estarán tan cerca que aún no lo asimilo.

— No es como si fuese un rival para ti —miro a Yubin negando —según lo que me has contado viene a ayudarte.

— Se cree que tu eres mi novio Yubin y viene porque piensa que tu no puedes alejar a esa persona de mi —dejo el trapo a un lado —no se que me irrita más, si que se crea que puede hacerlo todo o que te subestime de esa forma. Además eres mi mejor amigo no mi novio.

— Quizá lo dijo por celos.

Muchas veces Yubin ha dicho cosas sin sentido, pero esta que acaba de decir es a mi parecer la más absurda de todas, la que menos lógica tiene para mi, dudando sinceramente que Wang Yibo tenga algún tipo de sentimiento por mi. Así como yo tampoco lo tengo por él.

— No digas tonterías Yubin —coloco las cosas sobre la mesa —Wang Yibo solo siente algo por si mismo. Si él quiere a alguien es a si mismo y eso no va a cambiar por mucho que venga a pararle los pies a quien quiera que sea que no deja de llamarme, así como tampoco de escribir esos mensajes sin sentido.

— Entonces déjale claro que cuando consiga que ese o esa te deje tranquilo se marche —me siento por un momento a su lado —no creo que sea un problema para él. Igual sus estudios y su trabajo no están allí sino aquí, ¿no?

Yubin tiene razón.

La vida de Wang Yibo está allí no aquí donde yo vivo y no supondrá un problema para él el tiempo que pase aquí, tampoco para Fan Xing si después continua sus clases como hasta ahora.

Sentado por unos minutos, aprovechando que no hay nadie a quien atender en este momento, pienso fríamente en ello, teniendo claras mis ideas, mi intención de hacerle saber a Wang Yibo que una vez haga lo que sea que tenga pensado hacer se puede marchar, continuar así también con su vida, sus estudios, su trabajo, dejarme en paz y así no sentirnos ninguno de los dos incomodo por la presencia del otro.

— Se lo haré saber en cuanto le tenga delante.


Mi rutina en el trabajo hoy acaba más tarde de lo habitual. La diferencia el día de hoy es que no voy directamente a casa, aceptando la invitación de Yubin por ir a cenar en algún lugar lejos de nuestras rutinas diarias, de estar desde tan pronto en casa sin nada que hacer, quizá soportando más mensajes y llamadas que es algo que realmente no me apetece hacer.

Caminando por esta calle no tan concurrida, agradecido por un momento de la tranquilidad que nos acompaña, sigo los pasos que mi amigo da, ignorando la vibración que en el bolsillo de mi pantalón siento, esas llamadas que ya me he cansado de ignorar por hoy.

No pasan muchos minutos más en los que continuamos andando, viendo como Yubin en este momento está tomando asiento en una de las mesas libres bajo una carpa que mantiene el espacio protegido sin necesidad de entrar dentro del propio local. Sentándome frente a mi amigo pronto veo a una chica acercarse a nosotros, dejando dos vasos que de forma inmediata llena de un líquido que no reconozco pero pasa por mi garganta dándome una sensación de alivio ante cuanto sentía, toda la tensión acumulada en mi organismo desde que me enteré que vendrían, que ya solo quedan dos días para tenerles aquí, sin saber todavía como asumir la noticia.

— ¿Qué desean comer?

Dejo a Yubin a cargo de ello, ocupándome de un momento a otro de revisar mi móvil, el nuevo mensaje que ya me estaba cansando por las excesivas llamadas y notificaciones de lo mismo.

El mensaje dice lo de siempre, borrándolo ya de forma automática, tratando más bien de hacerlo cuando una mano de pronto me detiene, sosteniéndome por unos segundos de mi muñeca, quitándome el móvil de la mano.

Mirando a mi mejor amigo, viendo que la camarera ya no se encuentra aquí, no tengo palabra alguna que decir con respecto a cuanto sucede en este momento, viendo a Yibo de pie entre mi amigo y yo mismo a un lado de esta mesa, revisando tantos mensajes como acaban de llegarme, los que ya tenia del día y de los anteriores y simplemente ignoré en lugar de eliminarlos por ser estos demasiados.

— Tu debes de ser Wang Yibo —miro a Yubin, negando despacio —eres más serio de lo que de por si sabia.

Wang Yibo por supuesto no dice absolutamente nada, manteniéndose serio y ocupado mientras escribe en ese chat que yo he ignorado por mucho tiempo, tan concentrado que me preocupa que es lo que está hablando con dicha persona, quien quiera que sea, deseando mentalmente que no diga algo que me haga quedar mal a mi, pero que también sea el fin de tanto acoso.

— ¿Qué es lo que has hecho Wang Yibo?

Mirando en mi móvil que es lo que ha hecho, leyendo el mensaje que él mismo ha escrito, atónito no por las breves palabras usadas sino por el significado de las mismas le miro ahora a Yibo, viendo como el también me mira, con su expresión tan serena, tan serio como siempre, incluso en cuanto se aleja con paso tranquilo, subiendo a un vehículo que reconozco como un taxi, sin mediar palabra alguna ni para despedirse.

— Es más raro de lo que aparenta según lo que tu decías —miro a mi amigo sin saber que decir —¿qué es lo que ha puesto en ese mensaje?

Limits to loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora