Capitulo Once

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Con Pei Xin a mi lado las clases no son aburridas. Me divierto mucho con él aunque los profesores nos llamen la atención y no me preocupo ni si llega a pasar que Yibo se entere que no presto atención a la clase y si a mi mejor amigo.

Sentándome bien en esta silla, cogiendo mis palillos de la bandeja de mi almuerzo en la mesa de la cafetería del instituto, no puedo evitar volver a reír, más al ver como hace el idiota. Tampoco puedo dejar de mirar su sonrisa, porque Pei Xin tiene una sonrisa bonita realmente.

— ¿Te dejarán venir esta tarde a mi casa? —asiento emocionado —mi tío no va a estar hasta la noche como siempre y he comprado muchas cosas de las que nos gustan. Podemos ver películas hasta que nos aburramos.

— Se que a tu tío no le caigo bien —miro mi comida —pero si quiero estar contigo y me da igual el lugar.

No he soltado mis palillos y mi estomago ahora mismo está protestando porque quiere que coma. Mirando frente a mi, viendo fijamente a Pei Xin y sus intenciones, separo mis labios, abriendo mi boca de tal forma que casi la comida roza mis labios, deteniéndonos los dos por la vibración de mi móvil a mi lado, haciendo que nos sobresaltemos y mi corazón lata muy, muy rápido por el susto.

— ¿No vas a responder?

Mirando mi móvil, no conociendo el numero, dudo por un momento, uno tan largo que Pei Xin responde por mi la llamada, concentrado en hablar con quien sea que me llama mientras estoy en mi horario de clases.

— Era de la universidad del señor Wang Yibo —cojo mi móvil, tenso por ello —se ha desmayado y su profesor le ha llevado a que le atiendan. ¿Te acompaño?

Nervioso no doy una respuesta a mi amigo. Mis manos tiemblan mientras cojo bien mi móvil, el que casi se me cae encima de mi comida, sintiendo en todo momento mis mejillas húmedas por el miedo que ahora siento de que a Yibo le haya pasado algo muy malo. Moviendo mis dedos por la pantalla, casi no viendo bien, llamo a Xiao Zhan, esperanzado de que me responda, aunque esto también pueda hacer que se enfade conmigo porque ellos se llevan mal aunque se gusten.

— Pequeño Fan Xing, ¿no te estarás saltando las clases?

— Me han llamado de la universidad de Yibo —limpio rápido mis lágrimas —se ha desmayado según su profesor y yo no puedo ir hasta allí.. ¿puedes ir tu?

— Tranquilo lo primero Fan Xing —como si fuese fácil —iré a cuidar de Yibo y tu ve a clases. No tienes que preocuparte de nada.

**

Es poco casual que yo reciba llamadas durante mi jornada y se que Fan Xing estaba muy preocupado como para llegar a llamarme a mi. Sabe la situación entre Yibo y yo, las tensiones y confía tanto en mi que por eso me encuentro cerrando ahora el local, habiendo invitado a los pocos clientes que habían en este momento, dirigiéndome en este taxi en el que me encuentro a la universidad donde se que Yibo estudia.

— Aquí tiene señor —le doy el dinero al taxista —muchas gracias por darse prisa cuando le llamé.

Bajando del vehículo me dispongo ahora, con paso apresurado, a entrar en esta universidad tan inmensa, donde estoy seguro que me voy a perder antes de llegar a encontrarme a mi mismo incluso.

— Disculpar chicas —me acerco a un grupo de tres chicas —¿podéis decirme donde se encuentra la enfermería?

Las chicas me miran por un momento como si fuese algo demasiado extraño que ven por primera vez en su vida. La más bajita de las tres, la que más natural parece a primera vista, señala en dirección de cuanto busco y les he pedido que me indiquen, dirigiéndome en este momento hacia allí con el mismo apresurado paso.

El camino es largo a pesar de que no lo parezca a primera vista y el lugar impone bastante viéndolo desde mi perspectiva, siendo mi vida centrada en mi trabajo, mi casa y Fan Xing.

Ahora que estoy aquí y se de su preocupación y de la situación de Yibo, estar aquí para mi no es tanto problema, así como tampoco cruzar esta puerta bajo el letrero "Enfermería" deteniéndome justamente en este punto en concreto ante la imagen que se presenta frente a mi persona.

Un hombre, joven, delgado, apuesto, sostiene con demasiada delicadeza el rostro de un inconsciente Yibo, viéndole a este tan relajado que estoy seguro que de estar despierto no supondría un problema para él este tipo de contacto.

Acercándome, ganándome ahora la atención por parte de este hombre al que no puedo evitar mirar serio, aunque me intente mantener neutral, cojo la mano de Yibo que él estaba sosteniendo, sintiéndola tan fría que no puedo más que preocuparme.

— ¿Usted es algo del señor Wang?

— Su novio —respondo de forma directa —¿qué es lo que ha ocurrido? Por teléfono a penas me dijeron que se había desmayado.

— La enfermera le ha tomado una muestra de sangre y los resultados son bastante alarmantes —miro a Yibo y a este hombre —su novio debería alimentarse en mejores condiciones. Se ha desmayado y la causa de ello es una bajada de tensión derivada por una anemia que no es severa, pero si algo peligrosa para él.

Anemia..

Siempre Yibo se está preocupando por la salud de Fan Xing y resulta que es la suya la que está delicada y no se preocupa lo más mínimo.

— Les dejaré a solas. No creo que tarde en despertar.

No me fijo en él mientras se marcha porque toda mi atención está puesta en Yibo. De pie a su lado, sosteniendo aún su mano entre las mías, aún sintiéndola demasiado fría, me encuentro con sus ojos abriéndose de forma lenta, mirándome ahora tan fija que puedo ver la tensión y los nervios acumulándose en cada parte de su ser.

— Tan gruñón que eres y no te cuidas a ti mismo Wang Yibo —niego lentamente —voy a tener que ponerme serio contigo y cuidarte para que no vuelva a suceder esto.

— ¿Tu que haces aquí?

— Me han llamado para decirme de tu situación —le ayudo a sentarse con cuidado —podía haber sido peor para tu salud. Deberías aceptar mi consejo y cuidarte más. No alterarte ni con Yubin, ni enfadarte conmigo. Tan solo cuidate a ti mismo, alimentate bien y haz algo más.

— ¿Algo más? —asiento —¿qué algo más quieres que haga si mi vida se basa en estudiar, cuidarle y pronto buscar un empleo?

Una sonrisa se instala en mi rostro, causando que su ceño se frunza al mismo tiempo prácticamente.

— Hablaremos de ello cuando vayamos a casa Wang Yibo.

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